Sexsomnia, el sonambulismo sexual
La sexsomnia, también conocida como sonambulismo sexual, ocurre por lo general en adultos jóvenes. Es un trastorno del sueño en el que quien lo padece puede masturbarse o hasta sostener una relación sexual completa mientras duerme.
Estudios que han documentado algunos casos de sexsomnia han reseñado que este puede coexistir con otros trastornos como el sonambulismo, el cual se caracteriza por la realización de actividades mientras se duerme como caminar o hablar.
Los despertares confusos, la apnea del sueño o el trastorno del movimiento periódico de las piernas son condiciones que podrían desencadenarlo.
¿Qué es la sexsomnia?
Como lo mencionamos antes, la sexsomnia es una parasomnia o interrupción anormal del sueño de baja frecuencia. Quien lo padece, por lo general más hombres que mujeres, puede mantener relaciones sexuales mientras está dormido. Sin embargo, al despertar hay completa amnesia, no se recuerda lo ocurrido.
De acuerdo con un estudio sobre las características del padecimiento, las mujeres desarrollan una alta tendencia a masturbarse. También se revela que la violencia y agresión estuvo presente en 11 casos y que el 73 % de los 41 pacientes presentó antecedentes de padecer otro tipo de parasomnia.
Las complicaciones de este padecimiento están ligadas al componente sexual, por todo lo demás, es muy similar al sonambulismo, en el que las personas que lo sufren son capaces de levantarse de la cama, caminar, hablar o reír. Al despertar tampoco recuerdan lo sucedido.
Diagnosticar este tipo de trastornos requiere de un gran esfuerzo por parte del equipo médico, ya que se debe demostrar que la conducta se debe a una acción involuntaria e inconsciente. Esto, teniendo en cuenta la carga social que tiene, suele ser un comportamiento susceptible a ser juzgado, desconociendo que puede deberse a una condición de salud real.
¿Qué causa el sonambulismo sexual?
Lo más probable es que creas que la sexsomnia se deba la presencia de sueños eróticos o fantasías. Lo cierto es que este imaginario está muy alejado de la realidad que viven quienes la padecen.
Al ser un trastorno del sueño, el sonambulismo sexual tiene origen en una falla durante la fase NREM del sueño, es decir, en los primeros ciclos del descanso profundo, en donde aún hay movimientos conscientes. Particularmente, estos pacientes mantiene activas las zonas que controlan la visión, el movimiento y la emoción.
Es probable que la razón por la cual no hay recuerdos de lo ocurrido es porque las zonas encargadas del control de la memoria y el pensamiento racional permanecen en el sueño profundo.
Un estudio que verificó los episodios presentados por tres hombres y una mujeres señala que, pese a que los tres primeros casos fueron amnésicos, el cuarto sí recordó por completo el evento.
Fases del sueño
Para poder comprender mejor lo que ocurre a quienes padecen de sexsomnia, es importante saber cómo funciona nuestro sueño y las fases en las que se divide.
El sueño es un estado biológico de inactividad total, en donde el estado de conciencia disminuye, este ocurre en las fases llamadas REM y NREM, las cuales se alternan de forma progresiva durante la noche.
Fase NREM o RNEM
Esta fase del sueño está dividida en tres etapas específicas:
- Somnolencia o adormecimiento: en esta etapa se da lugar a la desaparición de ondas electrográficas que se observan típicamente en el estado de vigilia. Sigue existiendo un buen tono muscular y van disminuyendo de forma progresiva los movimientos oculares.
- Sueño ligero: durante esta, disminuyen más los ritmos electrográficos, pero sigue existiendo un buen tono muscular. Por su parte, los movimientos oculares van disminuyendo.
- Sueño profundo: esta etapa da lugar a una disminución significativa del ritmo electrográfico. Ya no hay lugar para que se presenten los movimientos oculares y el tono muscular empieza disminuir.
Fase REM o sueño paradójico
Investigaciones describen que el sueño REM suele durar tan solo dos horas dentro de todo el ciclo. Si durante esta fase se realizara un electroencefalograma se podrían evidenciar trazos que indican actividad cerebral, similares a los que se presentan en el estado de vigilia, aunque no sea así.
En la etapa REM se presentan movimientos oculares rápidos, desaparece el tono muscular y el diafragma sigue manteniendo su tono, permitiendo una buena respiración. Además, es regulada por la red neural en la que se ven involucrados diferentes neurotransmisores.
Causas de la sexsomnia
Debido a que pocas personas en el mundo sufren de este trastorno del sueño, aún es complicado identificar sus causas precisas, así como establecer un tratamiento concreto.
Sin embargo, un estudio en el que se observaron cuatro casos específicos de sonambulismo sexual determinó que este trastorno, además de darse en hombres y mujeres adolescentes o adultos jóvenes, está muy relacionado con comorbilidades psiquiátricas. Otras de las causas que podrían estar relacionadas son las siguientes:
- Ansiedad.
- Estrés.
- Fatiga.
- Insomnio.
- Consumo de alcohol.
- Uso de sustancias psicoactivas.
- Ingesta de algunos fármacos.
- Trastornos mentales.
- Enfermedades psíquicas sexuales de base.
- Acciones sexuales como abuso infantil o violaciones.
- Otros trastornos como la apnea obstructiva del sueño.
De igual forma, se cree que el más mínimo ruido podría dar inicio a un episodio, así como la alteración del ciclo del sueño.
Riesgos de padecer sexsomnia
Los mayores riesgos de la sexsomnia para quien la padece radican en el impacto mental y social. Primero, no es para nada satisfactorio despertar una mañana desnudo sin aparente explicación, lo cual podría empeorar si a ello se suma despertar al lado de alguien que no conoces o con quien no deberías tener relaciones de este tipo.
Quienes padecen de este trastorno pueden llegar a desconocer su orientación sexual durante los episodios. Sin darse cuenta pueden, incluso, forzar a alguien a tener relaciones sexuales. Al permanecer dormidos, los pacientes actúan por mero impulso, así que pueden ser agresivos. Quienes se masturban pueden llegar al punto de herirse a sí mismos.
De otro lado, socialmente es una necesidad el poder diagnosticar este trastorno de forma precisa, pues quienes lo padecen podrían verse afectados por problemas legales graves. Además, personas que son una verdadera amenaza podrían manipular el sistema con ayuda de un mal diagnóstico.
Diagnóstico y tratamiento
De acuerdo con investigaciones, la sexsomnia es algo relativamente nuevo, ya que apareció en el radar médico en 1996, pero no fue sino hasta el 2003 que se le acuñó este término y en 2014 se incluyó en la Clasificación de los Trastornos del Sueño III en donde se incluyó como una parasomnia.
Como lo mencionamos, este trastorno es poco común. La investigación antes citada establece que afecta a hombres y mujeres, pero que se mantiene una relación de ocho a dos. La falta de casos documentados ha dificultado el diagnóstico y tratamiento.
Este trastorno es tan complejo y extraño que, según un artículo publicado en Journal of Clinical Sleep Medicine, para el 2020 solo se han registrado 116 casos clínicos de sexomnia.
El diagnóstico puede darse por medio de una polisomnografía. Este es un estudio que suele emplearse para determinar otros trastornos del sueño y que lee la actividad cerebral y los movimientos oculares del paciente durante el sueño.
Dentro de los factores que se tienen en cuenta para ofrecer el diagnóstico, también se encuentran las preguntas sobre el consumo de fármacos o sustancias.
El tratamiento incluye dos posibilidades: la farmacológica y la terapia psicológica. A ello se suman pautas de higiene del sueño para evitar interrupciones durante el ciclo y, de esta forma, minimizar las probabilidades de tener episodios repetitivos.
Una patología compleja
Es evidente que esta condición es difícil de diagnosticar, además de relacionarse mucho con problemas sociales y sentimentales importantes. Una vez establecida la sospecha, lo más recomendable es acudir con un profesional de la salud mental para recibir el diagnóstico apropiado.
- Ariño, H., Iranzo, A., Gaig, C., & Santamaria, J. (2014). Sexsomnia. Una forma de parasomnia con conductas sexuales durante el sueño. Neurología, 29(3), 146-152.
- Resende, C. M. D. C. Sexsomnia: Uma Realidade Escondida? (Doctoral dissertation).
- Peñas-Martínez, M. L., Guerrero-Peral, A. L., Toledano-Barrero, A. M., Calleja-Sanz, A., Rojo-Martínez, E., Mayor-Toranzo, E., ... & Merino-Hernando, S. (2008). Sexsomnia: descripción de un nuevo caso. Rev. neurol.(Ed. impr.), 331-332.
- Sarisoy, G. y Ozdin, S. (2014). Sexomnia: una revisión. Psiquiatría y ciencias del comportamiento , 4 (2), 80.
- Reyes Zúñiga, Margarita. (2018). Resúmenes del IX Encuentro Nacional de Medicina del Dormir. Neumología y cirugía de tórax, 77(4), 305-312. Recuperado en 05 de abril de 2021, de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0028-37462018000400305&lng=es&tlng=es.
- Velayos, J. L., Moleres, F. J., Irujo, A. M., Yllanes, D., & Paternain, B.. (2007). Bases anatómicas del sueño. Anales del Sistema Sanitario de Navarra, 30(Supl. 1), 7-17. Recuperado en 06 de abril de 2021, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1137-66272007000200002&lng=es&tlng=es.
- Muza R, Lawrence M, Drakatos P. The reality of sexsomnia. Curr Opin Pulm Med. 2016 Nov;22(6):576-82. doi: 10.1097/MCP.0000000000000321. PMID: 27607155.
- Pirzada, A., Almeneessier, A.S. & BaHammam, A.S. Abnormal Sexual Behavior During Sleep: Sexsomnia and More. Sleep Vigilance 3, 81–89 (2019). https://doi.org/10.1007/s41782-019-00057-5
- Kumar V, Grbach VX, Castriotta RJ. Resolution of sexsomnia with paroxetine. J Clin Sleep Med. 2020;16(7):1213–1214.