Pus en la garganta: ¿a qué se debe y cómo quitar?
El pus en la garganta es un signo que alerta de la presencia de una infección en el organismo. Surge como consecuencia de una reacción creada por el propio cuerpo como un mecanismo de defensa (como lo es la fiebre, por ejemplo). El pus es la acumulación de neutrófilos, un tipo de glóbulo blanco cuya función es contener infecciones. Además de neutrófilos, también se compone de tejido muerto y de patógenos.
De esta manera, si desarrollas pus en la garganta es un síntoma que directamente apunta a un proceso infeccioso. Este puede ser leve, moderado o grave; y puede tratarse solo en un par de días o extenderse por semanas y requerir mayor atención. En las líneas siguientes te presentamos 5 causas de pus en la garganta y qué debes hacer para controlarlo.
Causas del pus en la garganta
La mayoría de los casos de pus en la garganta son causados por infecciones bacterianas. Existe una docena de afecciones que pueden provocar esta reacción, algunas de ellas más comunes que otras.
1. Absceso periamigdalino
Muchos casos de pus en la garganta se explican a través de un absceso periamigdalino. Alude a la acumulación de pus en los tejidos de las amígdalas. No se conocen las causas directas de él, aunque la mayoría de los casos se relacionan con episodios de amigdalitis no tratada o tratada solo parcialmente.
De acuerdo con los investigadores, los adultos jóvenes, entre los 20 y los 40 años, son el grupo más afectado. La evidencia indica que es la infección del espacio profundo de la cabeza y cuello más común en urgencias, con una incidencia que puede llegar hasta 1 caso por cada 10 000. Además de pus, sus síntomas incluyen lo siguiente:
- Disfagia (dificultad para tragar).
- Fiebre.
- Debilidad.
- Dolor de garganta.
- Inflamación y enrojecimiento de las amígdalas.
- Inflamación de los ganglios linfáticos.
- Dolor de cabeza.
- Malestar.
- Voz apagada.
- Halitosis (mal aliento).
2. Faringitis estreptocócica
La faringitis estreptocócica es una infección de la garganta y las amígdalas causada por la bacteria Streptococcus pyogenes (estreptococo del grupo A). Aunque cualquiera puede desarrollar esta infección, lo cierto es que los niños son más propensos a ella. Los expertos advierten que hasta el 30 % de los niños entre 5 y 10 años que buscan asistencia médica por dolor de garganta la padecen.
El estreptococo del grupo A vive en la nariz y en la garganta sin ocasionar mayores problemas. Se transmite con gran facilidad al hablar, estornudar o toser. Una persona expuesta a la bacteria puede tardar hasta cinco días en manifestar los síntomas. Veamos algunos de estos de la mano de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC):
- Dolor de garganta que suele desarrollarse rápidamente.
- Fiebre.
- Ganglios linfáticos inflamados.
- Dolor al tragar.
- Amígdalas rojas.
- Manchas rojas en el techo de la boca (petequias).
- Dolor de cabeza.
3. Amigdalitis
La amigdalitis se describe como una infección en las amígdalas. Es una afección relativamente común, en especial en los niños. Se distinguen casos agudos (solo duran un par de días), recurrentes (repiten un par de veces al año) y crónicos (se manifiesta a largo plazo). Puede ser causada tanto por virus como por bacterias, y los expertos advierten que no es fácil distinguir uno de otro.
La bacteria del género Streptococcus suele concentrar la mayoría de los casos, pero las infecciones por adenovirus, influenza, parainfluenza, enterovirus y virus del herpes simple, entre muchos otros, también lo pueden causar. Sus principales síntomas son los siguientes:
- Amígdalas rojas.
- Sensibilidad en la garganta.
- Fiebre.
- Dolor de cabeza.
- Ampollas o úlceras en la garganta (a veces rodeadas de pus).
- Dificultad para tragar.
- Mal aliento.
- Voz apagada.
- Escalofríos.
Como ya se ha expuesto, los casos no tratados pueden evolucionar a un absceso periamigdalino. También pueden derivar en una infección del oído medio, problemas para respirar y celulitis amigdalina.
4. Epiglotitis
La epiglotitis es la infección de la epiglotis o de las estructuras que la rodean (vallécula, pliegues ariepiglóticos y los aritenoides). Se considera una afección potencialmente mortal, ya que de no tratarse como es debido la inflamación puede obstruir las vías respiratorias superiores causando asfixia y paro respiratorio.
De acuerdo con los científicos, los virus, las bacterias y los hongos pueden ocasionarla. En los niños la Haemophilus influenzae del tipo B es la causa más frecuente. Otros microorganismos como Candida, Streptococcus pyogenes, S. aureus y S. pneumoniae también pueden desencadenar un episodio. Veamos algunos de sus síntomas:
- Dolor en la garganta severo.
- Voz ronca o apagada.
- Dificultad para respirar.
- Sonidos anormales al inhalar o exhalar.
- Fiebre.
- Irritabilidad.
- Babeo.
La masificación de las vacunas ha reducido la incidencia de esta afección, aunque aun se reportan miles de casos al año. Las lesiones y los traumatismos en el área de la garganta también la pueden desencadenar, así como la interacción con agentes irritantes (líquidos calientes, humo del cigarrillo y demás).
Este se asocia a pus cuando existe una infección bacteriana asociada. La epiglotitis por sí misma no se relaciona con este síntoma.
5. Laringotraqueobronquitis aguda
La laringotraqueobronquitis, también conocida como crup, es la inflamación aguda tanto de las vías respiratorias inferiores como de las vías superiores. De acuerdo con la evidencia, la mayoría de los casos se desarrollan entre los 6 meses y los 6 años de edad, en especial en los niños. Solo el 5,6 % de los casos requieren un ingreso, de manera que se trata de una condición mayoritariamente leve.
Buena parte de los episodios se desarrollan debido al virus de la parainfluenza 1. Se suele manifestar a través de brotes estacionales, de manera que en otoño y en inverno se concentran casi todos los episodios. Se caracteriza por dificultad para respirar, fiebre, estridor respiratorio, tos estridente, fatiga, fiebre, flema y babeo.
Su asociación con el pus en la garganta es escasa, y se debe a coinfecciones con bacterias que provoquen cuadros de faringoamigdalitis.
¿Cómo tratar el pus en la garganta?
Aunque hemos dejado por fuera varias causas del pus en la garganta, este síntoma tiene múltiples desencadenantes. Por tanto, y en vista de que se ignora qué cosa lo esta ocasionando, lo ideal es que busques asistencia médica para iniciar un proceso diagnóstico. Así evitas automedicarte indebidamente y reduces las probabilidades de complicaciones.
No siempre la causa será una infección bacteriana, de manera que la ingesta de antibióticos sin prescripción puede no ser siempre efectiva. Además, es probable que la causa responda a otras complicaciones, como por ejemplo la interacción con sustancias irritantes. Los remedios caseros pueden reportar un cierto alivio, pero de ninguna manera sustituyen a una terapia formal luego de un proceso diagnóstico.
Que todo esto te sirva como incentivo para buscar asistencia médica si el pus en la garganta evoluciona a episodios moderados o graves. Mantente atento a los síntomas, y no esperes que estos comprometan tu salud antes de recurrir a un especialista. La mayoría de las veces desaparecerá en un par de días, pero es mejor evitar complicaciones; en especial en los grupos de riesgo.
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