Neumonía bilateral: todo lo que debes saber
La neumonía bilateral, también conocida como neumonía doble, es un término informal utilizado para describir los casos en los que ambos pulmones se ven perjudicados por la afección. No se utiliza en la literatura médica, al menos no desde hace varias décadas, en vistas de que se prefieren emplear categorías de división más precisas.
A pesar de su imprecisión, puede resultar útil en algunos contextos para informar al paciente, a los familiares o a los amigos que la condición está presente en los dos pulmones. Veamos cómo se manifiesta la neumonía en estos casos, cuál es su pronóstico y qué hacen los profesionales para tratarla.
Síntomas de la neumonía bilateral
Contrario a lo que puedas pensar, el que hayas sido diagnosticado con neumonía doble no quiere decir que tus síntomas sean más graves. El desarrollo de ellos depende de muchos factores, incluyendo la capacidad inmunitaria de tu cuerpo para mantener controlada la evolución.
Desarrollar neumonía en los dos pulmones es, en parte, una cuestión de azar. No es tan infrecuente como se cree y manifiesta los mismos síntomas que cuando se revela en un solo pulmón.
De acuerdo con la American Lung Association, puedes experimentar lo siguiente:
- Dificultad para respirar.
- Sudoración y escalofríos.
- Tos y producción de esputo.
- Fiebre.
- Dolor en el pecho.
- Náuseas y vómitos (más frecuentes en niños).
- Confusión (en adultos mayores).
Los signos se pueden presentarse de forma repentina y evolucionar de manera rápida o desarrollar un cuadro clínico inverso (con evolución lenta y síntomas leves). Suele ser más agudo en los niños, adultos y personas que tienen comprometido su sistema inmunitario.
Pronóstico de la neumonía bilateral
El pronóstico de la neumonía doble es difícil de determinar, ya que cada paciente presenta un curso diferente. Es posible que logres recuperarte en una semana o, por el contrario, que sufras sus secuelas durante un par de meses. Su evolución empeora si no recibes tratamiento, de modo que bajo la supervisión de un especialista existen mayores probabilidad de mantenerla controlada.
Es común que se asocie la manifestación en ambos pulmones con un peor pronóstico. Pero como ya indicamos, esta relación no es consistente. Puedes experimentar cuadros severos aún cuando se haya detectado neumonía en solo una parte de tu pulmón.
Causas de la neumonía bilateral
La neumonía bilateral se puede desarrollar, al igual que su variante de un solo pulmón, por culpa de más de 30 patógenos. De manera general, los profesionales los dividen en bacterias, virus, hongos y parásitos. Estos cuatro grupos pueden desencadenar neumonía ante determinados contextos.
Sin embargo, la evidencia nos indica que la neumonía causada por virus se manifiesta con mayor regularidad en los dos pulmones. Aunque no la podemos considerar una característica distintiva; es la primera sospecha que alerta al médico durante el diagnóstico inicial. Por supuesto, la neumonía bacteriana también puede ser bilateral, solo que es menos probable.
Recientemente, los estudios y las investigaciones confirman que la neumonía doble es relativamente común en los pacientes infectados con SARS-CoV-2. En ocasiones, la neumonía bilateral se utiliza como sinónimo del síndrome de Hamman-Rich (también conocido como neumonía intersticial aguda).
Los investigadores señalan que su manifestación es común en ambos pulmones y los indicios sugieren que su tasa de mortalidad oscila el 50 %. Se trata de una variante poco frecuente.
Opciones de tratamiento
Por lo general, el tratamiento de la neumonía bilateral no difiere de los casos convencionales. Lo primero que hará el especialista es determinar qué está causando la afección, para lo que utilizará análisis de sangre, pruebas por imágenes y cultivo de esputo.
Por ejemplo, si el cuadro lo ha causado una bacteria, procederá a recetar antibióticos. Esta variante es la más frecuente y puede generar síntomas agudos.
Si la causa es viral se optará por antivirales, aunque no es infrecuente que solo se controle el progreso sin ninguna intervención. En caso de que los síntomas sean persistentes, puedes utilizar medicamentos que los controlen.
Además de esto, también se recomendará lo siguiente en compañía de la terapia principal:
- Limitar las actividades y el esfuerzo hasta que se logre la recuperación.
- Beber abundante líquido.
- Evitar la exposición al humo del tabaco.
- Mantener una dieta saludable.
Se recomienda llevar un control de los síntomas y alertar al especialista en caso de que estos empeoren. La neumonía es una afección muy tratable, pero si se descuida o se omite el descanso puede generar complicaciones que ponen en riesgo la vida del paciente.
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