¿Qué es la neumonía por aspiración?
La neumonía por aspiración es una variante de la neumonía que se caracteriza por la infiltración de líquido y otras sustancias al tracto respiratorio.
Esta puede ser accidental o voluntaria y la evidencia señala que se asocia con un mayor riesgo de mortalidad en comparación con otros tipos de la enfermedad. En ocasiones, puede provocar un cuadro clínico conocido como neumonitis.
A pesar de esto, y como veremos en seguida, se trata de dos condiciones con causas y desarrollos diferentes. Aunque el pronóstico de la condición está asociado con complicaciones, en la práctica un diagnóstico temprano y la adherencia al tratamiento suelen dar buenos resultados para alcanzar la recuperación. Conozcamos todo lo que se sabe en torno a ella.
Causas de la neumonía por aspiración
La neumonía por aspiración sucede cuando el paciente inhala o ingiere sustancias tóxicas o irritantes que alcanzan los pulmones. Por lo general, el organismo tiene varios mecanismos fisiológicos para que esto no suceda (contracciones, tos y demás).
Cuando estos fallan o la exposición es prolongada, surgen complicaciones que derivan en cuadros de neumonía. Se distinguen los siguientes tipos de acuerdo con el agente que la causa:
Neumonitis química
Se caracteriza por inflamación pulmonar debido al contacto con sustancias tóxicas y no tóxicas en los pulmones.
La evidencia señala que los cuadros agudos se producen por la exposición en el ambiente laboral, doméstico o accidental/voluntario al momento de inhalar algunos productos. El ácido gástrico también la puede generar, de manera que no es infrecuente en pacientes con reflujo.
La neumonitis química es más común de los que muchos creen. Combinar diferentes productos químicos de limpieza, inhalar gasolina o trabajar en empresas o fábricas que utilizan compuestos particularmente fuertes son catalizadores de su desarrollo.
Infecciones en el tracto respiratorio
Las infecciones respiratorias son producidas, por ejemplo, por patógenos virales o bacterianos. De acuerdo con esto el paciente puede desarrollar neumonía viral o neumonía bacteriana, respectivamente. La manifestación de una u otra depende del contenido aspirado, aunque los más frecuentes por esta vía son los anaeróbicos orales y los bacilos gramnegativos.
El contacto no siempre derivará en neumonía, también puede causar un absceso pulmonar. Muchos de estos patógenos viven en algún punto del tracto respiratorio (como la boca o la nariz) y son inofensivos mientras estén ahí. Cuando viajan hacia los pulmones producto de la aspiración es cuando producen complicaciones.
Obstrucción de las vías respiratorias
Otras de las causas de la neumonía por aspiración son las obstrucciones de las vías respiratorias. Por ejemplo, la que se genera con un trozo de alimento. Partes del alimento pueden viajar hasta tus pulmones ocasionando el desarrollo de la enfermedad.
Por lo general es más común ante desajustes fisiológicos durante el funcionamiento de la epiglotis. Cuando esto sucede, pequeños trozos pueden viajar hasta el pulmón en vez de seguir su camino hasta el esófago.
Factores de riesgo de la neumonía por aspiración
Los tres escenarios anteriores son los más frecuentes que fomentan el desarrollo de la neumonía por aspiración. De acuerdo con los investigadores estos son más comunes en los contextos siguientes:
- Sobredosis de droga.
- Consumo excesivo de alcohol y tabaco.
- Demencia.
- Enfermedad de Parkinson.
- Procedimientos respiratorios (traqueotomía, broncoscopia u otro tipo de asistencia respiratoria).
- Estenosis esofágica
- Parálisis pseudobulbar.
- Cuadros de vómitos prolongados.
- Enfermedad de Alzheimer.
- Pacientes con secuelas de accidentes cerebrovasculares.
- Episodios de convulsiones.
- Personas que padecen de reflujo gastroesofágico.
- Algunos dispositivos dentales que pueden comprometer la deglución.
La mala higiene bucal, la ausencia del lavado de las manos e ingresar objetos extraños a la boca puede incentivar la acumulación viral y bacteriana que, luego de la inhalación, aumenta las probabilidades de desarrollar este tipo de neumonía. Como ves, puede presentarse en muchos contextos, sin distinción de edad o estado de salud.
Síntomas de la neumonía por aspiración
Por lo general, no existe diferencia entre los signos de la neumonía por aspiración a otras variantes de esta enfermedad respiratoria. Dado que muchas veces es involuntaria, el paciente no puede asociar una acción específica con la aparición de los síntomas. Siguiendo a la Northwestern Medicine las señales más comunes son las siguientes:
- Dificultad para respirar.
- Dolor en el pecho.
- Sibilancias.
- Fiebre.
- Tos.
- Esputo incoloro.
- Fatiga.
- Mal aliento.
- Dificultad para tragar o beber.
En algunos contextos se pueden desarrollar episodios de náuseas, vómitos, escalofríos y congestión nasal. Todo depende de qué la haya ocasionado, lo cual, como señalan algunos especialistas, no siempre es fácil de determinar. En todo caso, el médico tratará de averiguarlo durante el proceso diagnóstico.
Diagnóstico de la neumonía por aspiración
El diagnóstico de esta variante no es diferente del de otros tipos de neumonía. El profesional de la salud realizará un examen clínico inicial en el cual valorará los síntomas, la rapidez con los cuales estos han evolucionado y las pistas que le pueden sugerir el motivo de la complicación. Por ejemplo, el ambiente laboral o los hábitos de las últimas semanas.
Luego realizará pruebas por imágenes para determinar el grado de compromiso del pulmón. Las más comunes son la radiografía de tórax y la tomografía computarizada con contraste. Esta última es especialmente útil para descartar posibles abscesos en el pulmón. Como complemento utilizará lo siguiente:
- Análisis de esputo.
- Pulsioximetría.
- Análisis de sangre.
- Evaluación endoscópica.
- Manometría faríngea.
- Esofagograma.
En ocasiones, el especialista puede diagnosticar la enfermedad sin la necesidad de estos procesos, aunque en la práctica depende de las evidencias que tenga a su favor para dar el sí definitivo.
Opciones de tratamiento disponibles
El tratamiento recomendado varía en función del catalizador que ha provocado la complicación. Es frecuente que se utilicen ciclos de antibióticos para tratar la neumonía por aspiración, en especial si esta ha sido causada por bacterias o por respiración de químicos. Si el cuadro es muy grave puede requerir terapias de oxígeno u hospitalización.
La elección depende del especialista y debes adherirte a ella para evitar complicaciones derivadas. Si los síntomas son leves no es infrecuente que se prefiera evaluar su curso sin la necesidad de fármacos adicionales. Como parte del tratamiento también se considerará reforzar los mecanismos que han llevado a este tipo de neumonía. Por ejemplo:
- Mejorar la técnica de deglución.
- Derivar con un especialista para controlar el reflujo gastroesofágico.
- Corregir la postura al beber o comer.
- Evitar la exposición a ciertos químicos en el trabajo o en el hogar,
- Recibir asistencia si se padece de una enfermedad crónica.
- Mejorar los hábitos de higiene.
Estas son algunas recomendaciones básicas que se sugieren para evitar nuevos episodios en el futuro. Estas se harán de manera personalizada en función de los hallazgos del especialista.
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