La fibromialgia: todo lo que debes saber
La fibromialgia es una enfermedad que se caracteriza por dolor en los músculos y en el tejido fibroso, es decir, en los ligamentos y en los tendones. Produce un dolor musculoesquelético generalizado y una sensación dolorosa a la presión en unos puntos específicos.
El dolor que provoca la fibromialgia se parece al originado en las articulaciones, pero no se trata de una enfermedad de origen articular. Es una enfermedad crónica y, muchas veces, se describe como un dolor de pies a cabeza.
Las mujeres suelen padecer esta enfermedad con más frecuencia que los hombres. En este sentido, en España hasta un 4,2 % de las mujeres pueden padecer la enfermedad, muestra que solamente afecta al 0,2 % de los varones.
Por otra parte, la fibromialgia puede presentarse como una única alteración (fibromialgia primaria) o asociada a otras enfermedades (fibromialgia concomitante).
¿Cuál es la causa de la fibromialgia?
Hoy en día, no se conoce la causa exacta que desencadena esta enfermedad. Sin embargo, se cree que está asociada a una serie de factores que actúan en conjunto. Algunos de estos factores son:
- Genética: debido a que la fibromialgia suele ser de carácter hereditario, podría deberse a una serie de mutaciones genéticas que probablemente aumenten la probabilidad de padecerla.
- Infecciones: hay algunas enfermedades infecciosas que parecen producir o empeorar la fibromialgia.
- Trauma físico o emocional: en ocasiones, esta enfermedad se puede desencadenar por un traumatismo físico, como, por ejemplo, después de un accidente de coche. Además, el estrés psicológico también pueden producir la afección, como por ejemplo, la separación matrimonial o un problema con los hijos.
Estos factores desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.
Síntomas de la fibromialgia
La fibromialgia comparte algunas características con el síndrome de astenia crónica o fatiga crónica o, como recientemente se le ha denominado, enfermedad sistémica por intolerancia al ejercicio.
Como hemos visto, el principal síntoma de esa enfermedad es el dolor en los músculos y en el tejido fibroso. Los investigadores creen que la estimulación nerviosa repetida provoca cambios en el cerebro de las personas que padecen fibromialgia.
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Este cambio se relaciones con un aumento descontrolado de ciertos neurotransmisores en el cerebro que transmiten las señales del dolor. Además, los receptores de dolor del cerebro parecen desarrollar una especie de memoria del dolor y se hacen más sensibles. Como consecuencia, pueden reaccionar de manera desproporcionada ante las señales de dolor.
Los pacientes con fibromialgia también pueden padecer otros síntomas, como:
- Fatiga o cansancio constante: estas personas suelen despertarse cansadas, a pesar de haber dormido bien. Además, se suelen despertar por la noche por el dolor intenso que sufren. Muchos pacientes tienen otros trastornos del sueño, como el síndrome de las piernas inquietas y apnea del sueño. El 90 % de los pacientes tienen cansancio, el 70-80 %, trastornos del sueño y hasta un 25 %, ansiedad o depresión.
- Dificultades cognitivas: los pacientes pueden sufrir un síntoma conocido como fibroniebla. Se define como la dificultad para enfocar, atender y concentrarse.
- Mala tolerancia al esfuerzo.
- Sensación de rigidez generalizada, sobre todo por las mañanas al levantarse.
- Sensación de inflamación en las manos y en los pies, junto con hormigueos.
- Jaquecas.
- Dolores en la menstruación.
- Colon irritable.
- Sequedad en la boca y en los ojos.
¿Cómo se puede diagnosticar?
El diagnóstico de la fibromialgia se puede realizar en aquellos pacientes con un cuadro de dolor osteomuscular generalizado, de varios meses de evolución, en los que se han excluido otras posibles causas del mismo.
El médico deberá hacer una exploración física durante la cual tratará de identificar dolor a la presión de unos puntos concretos en el cuerpo. Cuando el paciente siente dolor en más de 11 de los 18 puntos explorados, se puede confirmar el diagnóstico de fibromialgia.
Otra alteración es la mayor facilidad para el enrojecimiento de la piel al presionar con la mano en cualquier lugar del cuerpo.
Por otra parte, también se pueden hacer los análisis y las radiografías para hacer un diagnóstico diferencial, ya que los resultados de estas pruebas en pacientes con fibromialgia son normales, a diferencia de otras enfermedades que se pueden confundir con la fibromialgia.
Tratamiento de la fibromialgia
El tratamiento eficaz de la fibromialgia depende de la correcta utilización de los fármacos. No obstante, el tratamiento será más efectivo cuando esté asociado a otras modalidades terapéuticas, tales como la intervención cognitivo-conductual, el ejercicio físico y la terapia ocupacional.
Existen estudios contrastados donde se incide en calificar el tratamiento multidisciplinar de estos pacientes como una opción muy válida. Se consiguen mejoras en la calidad de vida y en la adaptación psicológica de los pacientes de forma muy notoria.
Tratamiento farmacológico
Los fármacos deberían utilizarse como parte de un programa amplio para el tratamiento de la fibromialgia, incluyendo la educación del paciente y del profesional sanitario.Conviene evitar la polimedicación.
Para ello, los médicos deben prescribir solamente los fármacos de importancia para tratar los síntomas descritos por el paciente y su impacto en las actividades diarias del paciente y su calidad de vida.
A continuación, veremos algunos fármacos de elección para tratar los diferentes síntomas de la fibromialgia:
- Dolor: la terapia analgésica de la fibromialgia puede dividirse en la administración de analgésicos puros, tales como los antiinflamatorios no esteroideos o los opioides, y las terapias de apoyo con los antidepresivos.
- Sueño: antes de iniciar la farmacoterapia para tratar los trastornos del sueño, deberían adoptarse medidas de higiene del sueño. Los medicamentos incluyen los sedantes puros que actúan sobre los receptores de benzodiacepínicos, los antihistamínicos sedantes y los antidepresivos con acción sedante.
- Trastornos del humor: la terapia y otras intervenciones de tipo psicológico pueden verse completadas por antidepresivos tradicionales. Los casos de auténtica depresión normalmente requerirán más tratamiento que antidepresivos tricíclicos a bajas dosis al acostarse.
- Fatiga: es uno de los síntomas más difíciles de tratar desde el punto de vista farmacológico por el conocimiento limitado de esta fisiopatología. Se suelen administrar fármacos inhibidores de la recaptación de serotonina no selectivos. Además, el metilfenidato y las anfetaminas pueden ser útiles para algunos pacientes con fibromialgia.
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Tratamiento no farmacológico
Como hemos mencionado, el tratamiento de la fibromialgia también tiene una parte importante en otras intervenciones no farmacológicas. Es importante actuar de forma concomitante sobre otros factores, como:
- Eliminar la aparición de factores exógenos que pueden agravar los síntomas como el frío, la humedad o el estrés.
- Ejercicio físico controlado.
- Valoración psiquiátrica.
- Electromiografía.
- Terapia cognitivo-conductual.
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