Cambios en el flujo vaginal: lo que debes saber
El flujo vaginal tiene diferentes funciones en el sistema reproductivo femenino. Entre otras cosas, ayuda a prevenir infecciones al regular en nivel del pH y arrastra las células muertas y los desechos hasta el exterior. Los cambios en el flujo vaginal son objeto de preocupación por muchas mujeres, así como un mediador de no pocos malentendidos.
Ciertamente, los cambios en el color y la textura del flujo vaginal se consideran normales. Por supuesto, normales dentro de determinado rango. El ciclo menstrual incide en la mayoría de ellos, aunque la edad, el estrés, los hábitos personales y de higiene y la ingesta de algunos medicamentos (como pastillas anticonceptivas) pueden alterarlo. Recopilamos una breve guía de todo lo que debes saber al respecto.
¿Por qué ocurren cambios en el flujo vaginal?
Tal y como advierten los expertos, el flujo fisiológico normal cambia con el ciclo menstrual. Alrededor de la ovulación el flujo adquiere una consistencia líquida y su tono es mucho más claro.
Durante la fase lútea adquiere un color amarillento y se torna más espeso. En esta fase, así como durante el embarazo, la pubertad o las terapias con base en estrógeno, también se aumenta su producción.
A pesar de estos cambios en el flujo vaginal típicos, la picazón, el enrojecimiento, la hinchazón y el olor fuerte no son característicos de dichas alteraciones. Ciertamente, cuando estos síntomas se manifiestan se dice que se está en presencia de cambios en el flujo vaginal anormales o atípicos.
Como referencia, si el flujo vaginal tiene un cambio significativo de color, olor, contiene sangre o causa irritación o malestar, es menos probable que su naturaleza sea fisiológica.
Se distinguen diferentes causas del flujo vaginal. Dejando a un lado los cambios fisiológicos que hemos mencionado, los especialistas distinguen tres tipos: cambios de carácter no infeccioso, infección de transmisión no sexual e infección transmitida sexualmente. Veamos cada uno de ellos y los catalizadores que reúne.
Cambios de carácter no infeccioso
Los alteraciones en la textura, el color y el olor del flujo vaginal se pueden deber a cambios de naturaleza no infecciosa. Ya hemos mencionado algunos de ellos (pastillas anticonceptivas, ciclo menstrual y otros), aunque dentro de esta categoría se distinguen también los siguientes:
- Cuerpos extraños en la vagina: como lo son los tampones. Como bien apuntan los investigadores, este y otros cuerpos extraños pueden ocasionar infecciones, ulceración, hemorragia y formación de fístulas. Cualquiera de estas condiciones origina un cambio en las características del flujo.
- Ectopia cervical: ocurre cuando las células glandulares que recubren el endocérvix están presentes en el ectocérvix. Es muy común, tanto que se estima que la mayoría de las mujeres en edad reproductiva la desarrollan. Se trata de una condición benigna, aunque puede producir alteraciones en el flujo.
- Dermatitis vulvar: también se conoce como prurito vulvar, y sus síntomas característicos son la picazón y el ardor en la vulva. Es muy común, tanto así que los expertos lo encuentran en el 70 % de las mujeres que recurren a una clínica por trastornos vulvares.
Cambios en el flujo vaginal por infección no sexual
Los cambios en el flujo vaginal también pueden ser de naturaleza infecciona no sexual. Esto es, infecciones que puedes contraer sin que medie específicamente una relación sexual. Las más comunes son las siguientes:
- Vaginosis bacteriana: también se conoce como vaginitis bacteriana, y se trata de la infección más común entre las mujeres adolescentes y adultas jóvenes. Las duchas vaginales, el uso de ropa interior muy apretada, el sudor y la interacción con agentes agresivos (productos higiénicos con aroma muy fuerte) son algunos de sus catalizadores.
- Infecciones por Candida: las infecciones por Candida en la vagina explican muchas de las alteraciones en el flujo vaginal. Se conoce como candidiasis vaginal o candidiasis vulvovaginal, y se origina por la infección de Candida albicans (principalmente). Aunque esta condición no es peligrosa, los expertos alertan sobre el impacto en el bienestar de quienes la desarrollan.
Cambios en el flujo vaginal por infecciones sexuales
La tercera categoría que media en los cambios en el flujo vaginal son las infecciones sexuales. La mayoría de las mujeres piensan que la alteración de su flujo alude inmediatamente a esta causa.
Pese a ello, en la práctica es más probable que los desencadenantes sean algunos de los entes ya mencionados. Te dejamos con tres infecciones de carácter sexual que conllevan a cambios en el flujo:
- Chlamydia trachomatis: las infecciones por la bacteria Chlamydia trachomatis son quizá la infección de transmisión sexual más común en todo el mundo. Se estima que cada año se reportan más de 130 millones de casos nuevos. Aunque no siempre presenta síntomas, cuando lo hace puede originar cambios en el flujo.
- Neisseria gonorrhoeae: la gonorrea es una consecuencia de la infección de la bacteria Neisseria gonorrhoeae. Los expertos la consideran la segunda infección bacteriana de carácter sexual más común en todo el mundo. En las mujeres ocasiona cambios en el flujo y ardor al orinar, aunque los síntomas pueden ser leves e incluso imperceptibles.
- Trichomonas vaginalis: la tricomoniasis es una infección bacteriana de carácter sexual que se desencadena por la bacteria Trichomonas vaginalis. Se estima que hasta el 8,1 % de las mujeres en todo el mundo la padecen. No siempre se acompaña de síntomas, aunque los cambios en el flujo son uno de los más característicos.
¿Cuándo buscar asistencia médica?
Los cambios en el flujo vaginal normales no se acompañan de una alteración del olor, color y no se acompañan de dolor o irritación. De ser así, es probable que se trate de una infección u otro problema. La mayoría de estos se pueden tratar fácilmente, aunque para ello se debe buscar asistencia médica en cuanto se detecten los síntomas.
Cada mujer conoce qué es normal y qué no lo es al momento de evaluar su flujo menstrual. Las sospechas no deben en absoluto ser ignoradas, ya que a menudo se trata de un problema que altera el bienestar y el día a día de quienes lo padecen. No postergues la visita con el especialista cuando pienses que la alteración del flujo es atípica con base en lo que te hemos enseñado.
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