Ganglios linfáticos inflamados: causas y tratamiento

Los ganglios linfáticos inflamados son un problema de salud muy molesto. La aparición de los mismos suele deberse a infecciones, aunque también puede ser producto de una neoplasia maligna.
Ganglios linfáticos inflamados: causas y tratamiento

Última actualización: 03 marzo, 2021

La inflamación de los ganglios es un problema molesto que puede aparecer por diversas patologías, muchas de ellas benignas. No obstante, los ganglios linfáticos inflamados son una señal clara de que algo no está bien en el organismo, por lo que es importante conocer todas las causas probables.

El sistema inmunitario está compuesto por una variedad de órganos y células que se complementan entre sí, confiriéndole al cuerpo distintos tipos de inmunidad. Los ganglios linfáticos forman parte de este sistema y su función principal es la creación de glóbulos blancos, así como el filtrado de la linfa.

Estos órganos están distribuidos por todo el cuerpo, sin embargo, los mismos forman racimos en ciertas áreas como el cuello, la ingle, las axilas, la mandíbula y el mentón. Por ello, los ganglios linfáticos inflamados son más perceptibles en estas zonas, aunque su localización puede variar.

Causas de los ganglios linfáticos inflamados

Es importante aclarar que la inflamación de los ganglios no es una enfermedad en sí, sino que se trata de un hallazgo clínico de múltiples enfermedades. Además, se considera que los mismos están aumentados de tamaño cuando superan los 2 cm en zonas como el cuello o las axilas, y cuando superan los 1,5 cm en la ingle.

En términos generales, los ganglios linfáticos pueden inflamarse por 3 grandes causas: procesos infecciosos, neoplasias malignas y linfomas.

Procesos infecciosos

Diversos estudios afirman que las infecciones son la causa más frecuente de la aparición de ganglios linfáticos inflamados en los niños. Todas las enfermedades causadas por bacterias, virus, parásitos u hongos pueden generar aumento en el tamaño de estas estructuras.

Las infecciones son una causa común de ganglios inflamados.
Las infecciones de la vía respiratoria suelen generar ganglios inflamados en el cuello.

Este es un hallazgo muy frecuente en las infecciones virales del tracto respiratorio superior y en infecciones de regiones cercanas al cuello como la garganta y los oídos. Por otro lado, los ganglios linfáticos inflamados también pueden aparecer en infecciones sistémicas como la leishmaniasis o la malaria.

Existen diversos procesos fisiológicos que pueden explicar la inflamación de los ganglios en los procesos infecciosos, entre los cuales destacan los siguientes:

  • Proliferación de linfocitos y macrófagos en el interior de los ganglios.
  • Infiltración de células inflamatorias extrínsecas.

Neoplasias malignas

Todos los tipos de cáncer existentes son capaces de proliferar y de alcanzar el sistema linfático, ocasionando una infiltración metastásica de células cancerígenas. Dicha infiltración será capaz de causar la inflamación de los ganglios afectados, cuya localización variará dependiendo del origen del tumor.

A pesar de ser una enfermedad grave, este es un hallazgo poco frecuente en la práctica médica. Algunos estudios demuestran que las enfermedades malignas causan alrededor del 12,7 % de todas las adenopatías diagnosticadas. No obstante, las personas deben estar atentas a la presentación de los siguientes síntomas:

  • Aumento de tamaño generalizado de los ganglios sin una causa clara.
  • Pérdida de peso superior al 10 %.
  • Múltiples ganglios mayores de 3 cm.
  • Evolución clínica superior a 4 semanas.
  • Localización supraclavicular.

Linfomas

Los linfomas son un grupo específico de neoplasias que afectan a los ganglios linfáticos, los cuales causan la inflamación a través de una proliferación patológica de linfocitos y macrófagos. Actualmente se ha descubierto una gran cantidad de linfomas, siendo muchos de ellos malignos y muy agresivos.

Estas enfermedades pueden ser tan graves que representan la octava causa de muerte por cáncer en países como México. No obstante, su frecuencia es baja, siendo el linfoma no Hodgkin una de las patologías más frecuentes.

El principal signo de alerta ante esta enfermedad es el aumento de tamaño de los ganglios linfáticos. En este sentido, mientras más grande sea la zona afectada, mayor probabilidad habrá de que se trate de un linfoma.

Características de los ganglios inflamados

Los ganglios linfáticos inflamados pueden ser producidos por infecciones virales como la faringitis o por neoplasias malignas. En este sentido, las características de los mismos pueden variar dependiendo de la patología que lo esté causando, por lo que las mismas son de gran importancia en el ámbito médico.

La evaluación clínica de los ganglios inflamados es fundamental para llegar a un diagnóstico.
Existen ciertos patrones clínicos que permiten al médico suponer el origen de los ganglios inflamados.

Las características de la inflamación pueden orientar al especialista si se trata de un proceso infeccioso o de una enfermedad maligna. En términos generales, los ganglios inflamados producto de infecciones cuentan con las siguientes características:

  • Dolorosos al tacto.
  • Consistencia blanda.
  • Bordes mal definidos.
  • Móviles.
  • La piel que lo recubre puede estar enrojecida y caliente.

La mayoría de los procesos malignos o neoplásicos también cuentan con características similares cuando afectan al sistema en cuestión. De esta forma, los ganglios linfáticos pueden encontrarse de la siguiente manera:

  • Consistencia dura.
  • No dolorosos al tacto.
  • Bordes bien definidos.
  • Inmóviles.

El caso de los linfomas es particular, ya que las características de los ganglios inflamados serán muy similares a aquellas observadas en los procesos infecciosos. No obstante, la principal diferencia es que los ganglios afectados por un linfoma no serán dolorosos.

Tratamiento para los ganglios linfáticos inflamados

El mejor método para tratar la inflamación de los ganglios linfáticos siempre será eliminar la patología de base. En este sentido, los mismos suelen volver a su tamaño regular algunos días después de que se resolvió el proceso infeccioso.

En el caso de las neoplasias malignas y los linfomas, el tratamiento es más complejo y suele ser necesaria la extracción quirúrgica del ganglio. A su vez, la aplicación de ciclos de quimioterapia y radioterapia puede ayudar a eliminar las células cancerígenas remanentes.

Por otro lado, también se pueden tomar ciertas medidas que, aunque no curen la enfermedad de base, ayudarán a reducir la sintomatología ganglionar. En este sentido, la aplicación de compresas tibias en la zona ayuda a reducir la inflamación.

La ingesta de analgésicos de venta libre puede ayudar a reducir el dolor presentado en los procesos infecciosos, no obstante, siempre se deberá consultar con un médico antes de ingerir cualquier fármaco.

Por último, guardar reposo ayuda en la recuperación de muchas enfermedades, por lo que se deben evitar las actividades físicas extenuantes.

Consideraciones generales

La inflamación de los ganglios linfáticos puede deberse a diferentes patologías, siendo las infecciones la principal causa. De esta manera, fortalecer el sistema inmune puede ser una manera efectiva de prevenir la aparición de este problema de salud.

Este hallazgo clínico puede evidenciarse en algunas neoplasias malignas, por lo que es un signo que no debe ser menospreciado. Por desgracia, no existe un tratamiento específico para los ganglios linfáticos inflamados, por lo que la mejor solución será eliminar la patología de base.



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