¿Cómo afecta la fibromialgia al sueño?
Cuando disfrutamos de una buena noche de sueño, despertamos con la sensación de que nos hemos “renovado”. Tenemos energía, nos sentimos descansados y animados, nos movemos sin dificultad y, en general, conseguimos ponernos “en marcha” pronto para cualquier cosa que nos propongamos. Sin embargo, esto no es común cuando se sufre de fibromialgia.
La relación entre fibromialgia y sueño es difícil. El descanso nocturno no siempre se logra y esto puede tanto desencadenar como agravar diversos síntomas. Por ello mismo, cuidar el sueño es un punto clave en el tratamiento de esta enfermedad.
El sueño en la fibromialgia
A la hora de abordar lo que ocurre entre fibromialgia y sueño hay que tener en cuenta que todos los factores están relacionados entre sí. Véamoslo con mayor detalle a través de un ejemplo.
Después de que hacemos ejercicio, es normal que nos sintamos cansados y que de vez en cuando notemos agujetas. Aún así, luego colocamos la cabeza en la almohada y conseguimos disfrutar de unas 7-8 o más horas consecutivas de sueño reparador.
Al día siguiente, aún cuando las agujetas nos recuerden que nos ejercitamos, no tendremos mayores molestias ni se nos hará cuesta arriba hacer actividades tan sencillas como prepararnos un café, ir a trabajar o pasar la aspiradora. O puede que sí molesten un poco, pero en general no supondrán una molestia demasiado difícil de sobrellevar.
Sin embargo, una persona con fibromialgia siente dolor constantemente. A menudo, siente como “si la hubiese atropellado un camión”. Le duele todo y cada movimiento es un recordatorio de ello.
Ese dolor crónico es una molestia que está presente en todo el cuerpo y que supone una forma de desgaste para el cuerpo y la mente. Y ese dolor, ese malestar está ahí, día y noche. Por ello mismo, a la hora de irse a la cama, pueden surgir diversos problemas.
Puede ser que la persona se sienta tan adolorida que no consiga relajarse fácilmente y dormirse. O puede que tenga sueño y se duerma, pero se despierte una y otra vez a lo largo de la noche, y a la mañana siguiente se levante con mal cuerpo porque pasó más tiempo levantándose y volviendo a la cama, que durmiendo como tal.
Otro escenario muy común en pacientes con fibromialgia es que aún durmiendo unas 7-8 o más horas, se despiertan igualmente cansados. Esto último hace que la fatiga, los dolores musculares, la irritabilidad y las dificultades cognitivas estén a la orden del día, con mayor intensidad.
La calidad del sueño en la fibromialgia tiende a ser baja, dada su ligereza y los despertares frecuentes. Esto se considera tanto una causa como una consecuencia de la enfermedad.
Impacto de la falta de sueño reparador
La falta de un buen descanso hace que los pacientes con fibromialgia tengan que enfrentarse a:
- Fatiga.
- Fibroniebla (dificultad para concentrarse, propia de esta enfermedad).
- Irritabilidad.
- Rendimiento bajo.
- Mayor hipersensibilidad.
- Rigidez y mayor dolor por la mañana.
- Mayor tendencia a la ansiedad y la depresión.
En cuanto a las ramificaciones que todo lo anterior puede tener, de acuerdo con la Guía del paciente con síndrome de fatiga crónica y fibromialgia tenemos que:
“Además de los problemas de sueño debidos al síndrome de fatiga crónica y la fibromialgia, la mayoría de las personas con las dos afecciones experimentan trastornos del sueño como la apnea del sueño y el síndrome de piernas inquietas”.
Tratamiento
De acuerdo con la fuente anteriormente citada y otras fuentes, es importante abordar la relación entre fibromialgia y sueño para disfrutar de una buena calidad de vida. En este sentido, los profesionales concuerdan en que es necesario brindar las siguientes recomendaciones a los pacientes:
- Establecer una rutina y respetarla: levantarse e irse a dormir a la misma hora.
- Cuidar el ambiente de descanso: iluminación, temperatura, sonido, colchón, almohada, etc. Es importante conseguir el mejor ambiente posible para poder propiciar el descanso.
- Autoprocurarse un ritual de sueño adecuado, que ayude a relajarse con antelación. Empezar a bajar las luces un par de horas antes de ir a dormir, poner en práctica técnicas de relajación o mindfulness, tomar un baño relajante, y realizar otros sencillos gestos de este estilo pueden contribuir con el descanso nocturno.
- Limitar las siestas diurnas (en caso de que estén interfiriendo con el descanso nocturno).
- Evitar el consumo de cafeína, té, alcohol y tabaco en general, pero especialmente a horas de la tarde-noche.
- Tomar una infusión de manzanilla o valeriana, que tienen propiedades sedantes y analgésicas, podría ser un buen complemento a las medidas anteriores.
- Se recomienda consultar con el médico sobre el uso de suplementos de hierbas para dormir y melatonina. En especial, si se sigue un tratamiento farmacológico continuo.
Aunque todas estas medidas, en combinación con un estilo de vida saludable, pueden brindar muy buenos resultados, hay casos en los que es necesario combinarlos con otras estrategias de orden farmacológico. Este suele ser el caso de los pacientes con fibromialgia que también sufren de apnea del sueño o síndrome de las piernas inquietas.
- Fibromialgia. American College of Rheumatology. Accessed June 7, 2021. https://www.rheumatology.org/I-Am-A/Patient-Caregiver/Enfermedades-y-Condiciones/Fibromialgia
- La Guía del Paciente para el Síndrome de Fatiga Crónica & Fibromialgia. ME/CFS & Fibromyalgia Self-Help. Accessed June 18, 2021. http://www.cfsselfhelp.org/library/solutions-sleep
- Protocolo de Diagnóstico, Tratamiento y Derivación de Los Pacientes Con Fibromialgia.; 2004. Accessed June 18, 2021. https://www.sergas.es/Docs/xap_vigo/publicacions/DocumentacionTecnica/Protocolo de fibromialgia.pdf
- Sociedad Española de Reumatología. Aprendiendo a Convivir Con La Fibromialgia Información Para El Paciente.; 2020. Accessed June 18, 2021. https://www.ser.es/wp-content/uploads/2020/11/Informacion-pacientes_FM_WEB.pdf