Las 8 enfermedades degenerativas más comunes
Muchas de las enfermedades que sufrimos los seres humanos cursan con un cuadro agudo que se resuelve en cosa de días o semanas. Además, debido al avance de la medicina y el conocimiento científico, diversas patologías que antes se consideraban peligrosas a día de hoy se muestran autolimitadas con el tratamiento adecuado. Aun así, siguen existiendo enfermedades degenerativas comunes sin cura.
El término enfermedad degenerativa es bastante genérico, pues el límite entre los daños producidos de forma “natural” y las infecciones se muestra difuso. ¿Es el VIH una patología degenerativa porque va a peor con el tiempo? ¿Acaso únicamente “degeneran” aquellas condiciones que implican al sistema nervioso? Sigue leyendo, pues respondemos a estas cuestiones y te mostramos 8 enfermedades degenerativas.
¿Cuáles son las enfermedades degenerativas más comunes?
Según el National Cancer Institute (NIH), una enfermedad degenerativa es toda aquella condición en la que la función de los órganos o tejidos implicados evoluciona a peor con el tiempo. Por definición, una patología degenerativa es crónica (con una duración de más de 3 meses), pero no todas las enfermedades crónicas degeneran de la misma forma.
Aunque la terminología pueda parecer compleja, podemos esclarecer que ninguna enfermedad degenerativa va a ser a su vez infecciosa. Una infección bacteriana suele empeorar con el tiempo, pero la acción es provocada por microorganismos nocivos, no por un mecanismo intrínseco del paciente. Además, las enfermedades infecciosas tienen cura general, algo que no se cumple en las degenerativas.
Así pues, es fácil llegar a la conclusión de que una enfermedad infecciosa como el VIH no es degenerativa por mucho que empeore con el tiempo sin tratamiento. Tampoco lo son un lesión o una diabetes, ya que se espera que vayan a peor si no se abordan, pero no provocan por sí solos en todo los casos el empeoramiento de un sistema u órgano de forma lenta e inexorable.
Por arcaico que resulte el término a nivel médico, este sigue siendo de relativo interés a la hora de clasificar ciertas patologías crónicas con una serie de síntomas característicos. Sigue leyendo, pues en las siguientes líneas tratamos las 8 enfermedades degenerativas más comunes asociadas al sistema nervioso y muscular.
Las enfermedades degenerativas suelen asociarse al empeoramiento de las habilidades nerviosas y motoras del paciente a largo plazo.
1. Artritis
Sin duda, la artritis es una de las enfermedades degenerativas más comunes en la población general. Este término engloba a todas aquellas condiciones que afectan a las articulaciones, provocando en ellas signos clínicos como rigidez, dolor articular, hinchazón, enrojecimiento y reducción en el rango de movimiento de las extremidades afectadas.
Este conjunto de patologías siempre se asocia a la edad. Tal y como indica la CDC, el 49,6 % de la población estadounidense mayor de 65 años reporta una artritis diagnosticada, aunque la cifra de casos reales seguramente sea más alta. A continuación, te presentamos algunos de los cuadros artríticos más comunes en la sociedad general.
1.1 Osteoartritis (OA)
La osteoartritis es un tipo de artritis que se caracteriza por el desgaste del cartílago articular y el rozamiento entre huesos. Sus síntomas más comunes son el dolor de las articulaciones tras realizar ejercicio, la hinchazón de las zonas afectadas, la disminución del rango de movimiento, la debilidad y el entumecimiento de las extremidades.
Además de ser el tipo de artritis más común, la OA es el trastorno de las articulaciones más prevalente en las regiones de alto ingreso. Según el NCBI, el 10 % de los hombres y el 13 % de las mujeres estadounidenses mayores de 60 años desarrollan síntomas de osteoartritis en las rodillas. El desarrollo de la OA puede estar muy relacionado con la alta incidencia de la obesidad en ciertos países.
Cuanto más peso deban soportar las piernas, más se aumenta el estrés mecánico del cartílago de las rodillas. Por ello, las personas obesas son más propensas a desarrollar OA en las extremidades inferiores.
1.2 Artritis reumatoide (AR)
La artritis reumatoide puede confundirse con la osteoartritis por su sintomatología, pero su origen es diferente. Mientras que la OA se asocia al estrés mecánico y el paso del tiempo, este cuadro clínico tiene un origen autoinmunitario. Las células encargadas de proteger al cuerpo de infecciones atacan al tejido sano de las articulaciones, lo cual resulta en una inflamación crónica.
La prevalencia de la AR autodiagnosticada es de un 1,6 % de la población adulta. De todas formas, solo el 25 % de los pacientes que creen tenerla la padecen de verdad, por lo que se estima su carga epidemiológica en un 0,5 %. Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Articulaciones sensibles, hinchadas y calientes al tacto.
- Rigidez articular. Este signo clínico es diferencial, pues suele presentarse sobre todo cuando el paciente se levanta.
- Cansancio, febrícula y pérdida de apetito.
Más allá de las articulaciones, el 40 % de los pacientes con AR experimentan síntomas en otras zonas del cuerpo. Por ejemplo, en los ojos se puede presentar una escleritis (inflamación de la esclerótica) y se ha registrado cierta proclividad a desarrollar aterosclerosis con el tiempo. Como toda enfermedad degenerativa típica, la artritis reumatoide no tiene cura.
1.3 Gota
La gota es un tipo de artritis inflamatoria caracterizada por ataques de inflamación en las articulaciones. El dolor llega rápido y alcanza su pico de instauración antes de las 12 horas, acompañándose de síntomas como enrojecimiento de la zona, calor al tacto y dificultad de movimiento del área afectada. En la mitad de los casos, el cuadro se instaura en la articulación del dedo gordo del pie.
A nivel mundial, la prevalencia de la gota va de un 0,1 a un 10 %, aunque la media en los países de alto ingreso se encuentra en un 1 % de los habitantes. En este caso, la causa subyacente es clara: la acumulación de cristales de urato en la articulación afectada. Por esta razón, hasta el 10 % de los pacientes con hiperuricemia desarrollarán gota en algún momento de su vida.
La concentración alta de ácido úrico en sangre promueve que aparezca la gota en el dedo gordo del pie antes o después.
1.4 Espondilitis anquilosante (AS)
En la espondilitis anquilosante se produce una inflamación crónica de las articulaciones localizadas en la espina dorsal. Aunque se desconocen las causas de este cuadro clínico, la genética parece jugar un rol esencial: tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, la mayoría de personas con AS tienen un resultado positivo para el gen HLA-B27.
La sintomatología de esta condición se instaura de forma gradual, con un claro pico de malestar entre los 20 y 30 años de edad. El síntoma más común es un dolor constante en la espalda baja o en la región glútea combinado con una rigidez del tronco. No existe un tratamiento que pueda solucionar la espondilitis anquilosante, pero sí es posible mantenerla a raya con medicación y cirugía.
El 85 % de los pacientes con espondilitis anquilosante son positivos para el genotipo HLA-B27.
2. Cáncer
Con las artritis, hemos descrito 4 de las enfermedades degenerativas más comunes en la sociedad general. Cambiamos de tercio completamente, pues toca destacar al cáncer, el grupo de patologías degenerativas más temido y preocupante a nivel médico.
Un cáncer se caracteriza por el crecimiento descontrolado de una estirpe celular que, por desgracia, ha mutado para no responder a los procesos de senescencia y división normales. Así pues, las células proliferan de forma exacerbada y no mueren cuando les toca, fomentando la aparición de un tumor que puede expandirse a otras partes del cuerpo. Este último evento se conoce como metástasis.
El cáncer es degenerativo por definición, ya que si no se trata (casi) siempre va a acabar expandiéndose por todo el organismo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos brinda algunos datos de interés sobre la situación epidemiológica de estas neoplasias malignas. Te los resumimos en la siguiente lista:
- El cáncer es una de las causas principales de muerte en todo el mundo. En el año 2020, este grupo de enfermedades fueron responsables de más de 10 millones de muertes.
- Los tipos más comunes son: cáncer de mama (2,26 millones de casos), de pulmón (2,21 millones de muertes), colorrectal (1,93 millones de casos) y de próstata (1,41 millones de casos).
- La tasa de supervivencia es muy variable según el tipo de cáncer. El 95 % de las personas con cáncer testicular se recuperan sin problema con tratamiento, mientras que, en todas sus etapas combinadas, el cáncer de pulmón tiene una tasa de supervivencia del 25 % 5 años después del diagnóstico.
Curiosamente, se estima que del 80 al 90 % de los cánceres son prevenibles. Solo con no fumar ya se disminuye muchísimo las probabilidades de desarrollar una neoplasia, pues hasta la mitad de las personas adictas al tabaco mueren por efectos directos derivados de su consumo. Llevar un estilo de vida adecuado siempre es la mejor profilaxis.
3. Esclerosis múltiple (EM)
La esclerosis múltiple es una enfermedad autoinmunitaria y degenerativa que afecta al cerebro y al sistema nervioso central. En este cuadro clínico, el propio cuerpo del paciente destruye las vainas de mielina que recubren a las neuronas, dejándolas así desprotegidas. Con el tiempo, los impulsos nerviosos a diferentes partes del organismo disminuyen o se detienen.
Según estudios, la prevalencia de la EM se encuentra en aumento. Se producen unos 80-180 casos por año y es mucho más común en mujeres que en hombres, con un total de 2,5 millones de pacientes en todo el mundo. Los síntomas son en su mayoría motores, con un aumento de malestar característico en los ataques que disminuye ligeramente en las remisiones.
Hasta el momento, no se conoce una cura para la EM. De todas formas, se puede retrasar su progresión con ciertos medicamentos y terapias.
4. Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson es un tipo de trastorno del movimiento. Se trata de un desorden neurodegenerativo crónico del sistema nervioso central que se presenta, sobre todo, con síntomas motores. Los más comunes son el tremor, la rigidez corporal, la disminución de la velocidad en el movimiento del paciente y una clara dificultad para caminar.
Se trata de la segunda enfermedad degenerativa nerviosa más común en todo el mundo, solo superada por el Alzheimer. Afecta a unas 7 millones de personas en todo el planeta, lo cual equivale a un 0,3 % de la población en las regiones de alto ingreso. Es mucho más común en la gente anciana, ya que la prevalencia pasa de un 1 % a los 60 años a un 4 % a los 80.
Tal y como indica la Clínica Mayo, en esta patología algunas neuronas cerebrales se descomponen y mueren de forma lenta. Muchos de los síntomas corresponden a la pérdida de células que producen dopamina, un neurotransmisor implicado en la comunicación entre elementos del sistema nervioso. Como el resto de condiciones citadas (exceptuando el cáncer), no tiene cura.
5. Alzheimer
El Alzheimer es una de las enfermedades degenerativas más comunes, si no la más común en los países de alto ingreso. Estudios estiman que existen unos 47 millones de personas con demencia en todo el mundo y el Alzheimer es causante del 60-80 % de todos los cuadros. Aunque la edad es el principal predisponente de esta condición, no se trata de un rasgo normal del envejecimiento.
Esta condición comienza de forma lenta y corresponde a un mal funcionamiento del material proteico presente en el cerebro. Debido a diversos desajustes, la actividad neuronal no puede llevarse a cabo y las neuronas pierden la comunicación entre sí, se debilitan y mueren. Se cree que su aparición se ve propiciada por predisposición genética, condiciones ambientales y estilo de vida combinados.
Los síntomas de esta enfermedad neurodegenerativa son múltiples. Los agrupamos según la zona afectada y el momento de presentación:
- Pérdida de memoria: repetir la misma pregunta de forma repetida, olvidarse de eventos, colocar sistemáticamente objetos en lugares absurdos, perderse en lugares conocidos y olvidar el nombre de familiares.
- Problemas de razonamiento: dificultad para concentrarse y pensar, imposibilidad a la hora de controlar cuestiones numéricas y empeoramiento del desempeño al realizar tareas múltiples.
- Cambios en la personalidad: depresión, aislamiento social, apatía, irritabilidad, agresividad, desorientación, desinhibición y delirios.
A pesar de la dificultad generalizada para relacionarse con el entorno, los pacientes pueden presentar habilidades preservadas. Esto quiere decir que suelen llevar a cabo tareas complejas incluso cuando los síntomas empeoran mucho. Como la afectación cerebral va “por partes”, una persona con Alzheimer puede ser capaz de contar historias, hablar o cantar pero carecer de memoria.
Los fármacos como los inhibidores de la colinesterasa pueden retrasar la progresión de la enfermedad, pero no curarla.
Apuntes finales sobre las enfermedades degenerativas más comunes
En total, en esta oportunidad te hemos presentado 8 enfermedades degenerativas comunes, haciendo especial hincapié en la artritis y sus subtipos. Es esencial destacar a este grupo patológico, pues representa que no todas las condiciones de esta índole son neurológicas, como sí ocurre con el Alzheimer, el Parkinson o la esclerosis múltiple.
Sin ninguna duda, los cuadros artríticos y los cánceres representan las patologías degenerativas más comunes del mundo. Las neoplasias malignas son la primera preocupación a nivel social y médico, pues su alta prevalencia y su tasa de letalidad variable hacen de ellas un grupo patogénico de prioridad esencial.
- Definition of degenerative disease, NIH. Recogido a 21 de agosto en https://www.cancer.gov/publications/dictionaries/cancer-terms/def/degenerative-disease
- Arthritis-Related Statistics, CDC. Recogido a 21 de agosto en https://www.cdc.gov/arthritis/data_statistics/arthritis-related-stats.htm
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- Garre-Olmo, J. (2018). Epidemiología de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias. Rev Neurol, 66(11), 377-86.