Dolor de talón lateral (talalgia): conoce si es fascitis plantar o espolón calcáneo
El dolor de talón, en el lateral del mismo, es una afección común de millones de personas de todas las edades y con variados niveles de actividad, desde deportistas hasta aquellos que permanecen sentados gran parte del día. El término «talalgia» es una forma de definir la percepción del dolor localizado en el talón. Suele afectar al hueso calcáneo y a las partes blandas a su alrededor.
La región lateral interna del talón es la localización más frecuente de la talalgia. El nivel de molestia oscila entre la incomodidad y la incapacidad para caminar, afectando la calidad de vida.
Causas de dolor en el talón
La causa más habitual de talalgia es la fascitis plantar. Sin embargo, no es la única que puede manifestarse con dolor cerca del hueso calcáneo. El espolón es el otro padecimiento que reúne a varios pacientes.
Orígenes mecánicos, artríticos, infecciosos, neuropáticos y traumáticos son responsables del dolor en el talón. Si bien describiremos en detalle la fascitis plantar y el espolón calcáneo, las siguientes son otras situaciones que deberían considerarse:
- Lesiones traumáticas: esguinces, fracturas o contusiones.
- Uso de calzado inadecuado: la falta de buen soporte al caminar puede sobrecargar partes del pie.
- Tendinitis de Aquiles: es la inflamación del tendón de Aquiles, que conecta los músculos gemelos con el hueso del talón.
- Bursitis: implica la inflamación de una bolsa serosa que se encuentra en las articulaciones para generar amortiguación. La bursitis puede provocar rotura y salida de su líquido interno al espacio entre los huesos.
- Artritis y artrosis: condiciones como la artritis reumatoidea o la osteoartrosis pueden afectar las articulaciones en el talón. En general, la primera cursa con episodios de dolor agudo, acompañados de otros síntomas en lugares distantes. La segunda tiende a combinar el dolor con una rigidez extrema de los movimientos.
- Síndrome del túnel tarsiano: una afección en la cual el nervio tibial posterior se comprime, a medida que pasa a través de un túnel anatómico ubicado a través del tobillo y el talón. Causa dolor, sensación de ardor y hormigueo.
- Obesidad: el exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre los pies y contribuir a molestias en todas las articulaciones de los miembros inferiores.
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Fascitis plantar
La fascitis plantar es la causa más común de dolor en el lateral interno del talón, según refieren las estadísticas mundiales. Se caracteriza por inflamación crónica de la fascia plantar.
La fascia plantar es una banda de tejido conectivo que une al talón con los dedos, a través de la parte inferior del pie. Además, sostiene el arco del mismo, de manera que actúa como un amortiguador al correr o caminar.
Más allá del dolor agudo y punzante en el talón, otros síntomas son la rigidez y la dificultad para la movilización. Las señales son más evidentes al despertarse o tras largos períodos de inactividad.
Aunque no se conoce la causa específica de la fascitis plantar, se sabe que existen factores de riesgo asociados, como los siguientes:
- Presencia de un tendón de Aquiles acortado.
- Problemas biomecánicos del pie, como pie plano o cavo.
- Calzado inadecuado que no brinda suficiente soporte al arco.
- Uso excesivo de las extremidades debido a actividades físicas intensas o a trabajos que implican permanecer muchas horas de pie.
- Cambios en el peso corporal que ejercen presión adicional sobre la fascia plantar. Por dicha razón, es más frecuente en personas con sobrepeso u obesidad.
Espolón calcáneo
Un espolón calcáneo es una protuberancia ósea que se forma en el hueso calcáneo, específicamente en su parte inferior. Aunque su presencia puede asociarse a dolor, muchas personas lo tienen sin experimentar molestias.
A menudo, se desarrolla debido a la tensión continua en la fascia plantar. Dicha tensión puede provocar desgaste y pequeñas roturas en el hueso calcáneo. Luego, la reparación y cicatrización de dichas microrroturas se hace con una calcificación excesiva que crea una cuña de forma lanceolada o triangular.
Algunos de los factores de riesgo son los siguientes:
- Edad: son más comunes en personas de edad media y avanzada.
- Obesidad y sobrepeso: aumenta la presión en los pies y provoca tensiones adicionales en los tejidos.
- Actividades de carga repetitiva: correr o practicar deportes de alto impacto aumenta el riesgo de desarrollar espolones calcáneos.
- Fascitis plantar: la inflamación crónica de la fascia plantar se asocia con la formación del espolón, como una complicación de su evolución.
Evaluación y diagnóstico de la talalgia
Para llegar al diagnóstico de la causa del dolor en el lateral interno del talón, hay que ser evaluado por un médico. El profesional confeccionará la historia clínica, realizará un examen físico y, en ocasiones, pedirá pruebas adicionales:
- Radiografías: visualizan los huesos del pie y pueden ayudar a identificar espolones calcáneos u otras anomalías óseas.
- Ecografía o resonancia magnética: proporcionan información detallada sobre los tejidos blandos, como la fascia plantar y los tendones. En este caso, contribuyen a diagnosticar la fascitis plantar.
- Estudio de la marcha: se analiza cómo los pies se mueven durante ciertas actividades, como caminar. Puede revelar problemas en la forma de desplazarse o en la distribución del peso sobre los puntos de apoyo.
Los análisis de sangre no son esenciales. Si se sospecha una causa inflamatoria, se pueden realizar para buscar signos de artritis reumatoidea, por ejemplo.
Tratamiento del dolor en el lateral interno del talón
El abordaje dependerá de la causa subyacente. Ya que en la mayor parte de los casos suele ser la fascitis plantar la culpable, se suele proponer un tratamiento para dicha enfermedad, aun si no hay una confirmación diagnóstica.
En concreto, a la mayoría de los pacientes se les indica lo siguiente:
- Terapia física y de rehabilitación: con un fisioterapeuta para realizar ejercicios específicos que fortalezcan los músculos de la pierna y mejoren la flexibilidad.
- Reposo y reducción de la actividad: con dolor agudo o incapacitante, se debe procurar un descanso. En especial, reduciendo actividades de alto impacto, como correr. Tras la resolución, es posible retomar la actividad deportiva.
- Medicamentos antiinflamatorios: los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), como el ibuprofeno o el diclofenaco, pueden ayudar al control del dolor y de la inflamación. Se emplean por tiempo limitado, al inicio de los síntomas.
- Uso de soportes ortopédicos y calzado adecuado: las plantillas ortopédicas y los soportes para el arco del pie proporcionan una mejor distribución de la presión. De todas maneras, solo resultan útiles cuando se elaboran con base en un estudio biomecánico de la pisada y responden a una necesidad puntual, como el pie plano.
Alternativas más invasivas se reservan para casos graves o resistentes al abordaje conservador. Se pueden indicar inyecciones de corticosteroides intraarticulares o algunas técnicas quirúrgicas para liberación de la tensión en la fascia.
¿Cómo tratar el espolón calcáneo?
El tratamiento para el dolor en el talón asociado con un espolón calcáneo, a menudo se centra en aliviar la inflamación y reducir la presión en el área afectada. Esto puede incluir medidas generales, como reposo, aplicación de hielo, fisioterapia o uso de calzado especial.
Para los casos más graves se puede considerar la cirugía. De todos modos, no es la primera opción y se intenta evitar a toda costa, ya que sus complicaciones y efectos adversos a mediano plazo no son alentadores.
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¿Cuándo debo consultar al médico?
En el caso de experimentar dolor en el lateral interno del talón, que persiste durante varias semanas o que interfiere con tus actividades diarias, lo recomendable es consultar a un médico. Además, se recomienda buscar atención en caso de experimentar lo siguiente:
- Fiebre.
- Imposibilidad para caminar o debilidad severa para mantenerse de pie.
- Cambios en la apariencia del talón, con hinchazón, enrojecimiento o deformidad.
La prevención sirve
Para prevenir el dolor en el talón y mantener la salud de tus pies, se recomienda usar un calzado adecuado y cómodo, con buen soporte para el arco y amortiguación. Antes de practicar actividad física, realiza ejercicios de calentamiento, así como debes hacer estiramientos al finalizar. Intenta mantener un peso corporal acorde para reducir la carga sobre las extremidades.
El cuidado a largo plazo de tus pies es crucial para prevenir la recurrencia del dolor en el talón cuando se presentó una vez. Si lo experimentas, busca atención médica, aunque consideres que es algo banal. La detección temprana y el tratamiento oportuno mejorarán tu calidad de vida.
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