¿Qué es la dislexia? Síntomas y causas
La dislexia es un trastorno de carácter persistente y específico que afecta al aprendizaje. La lectura, la escritura y la decodificación de cualquier símbolo del lenguaje se ven afectadas, dificultando la comprensión de lo que los individuos están leyendo.
En consonancia, no solo son las dificultades de la dislexia, sino que también se deriva en otra serie de problemas que pueden afectar la vida personal y académica, sumándose la laboral en la adultez.
No todas las personas presentan la misma gravedad de dislexia, ya que además puede tener un componente hereditario. De cualquier manera, la evaluación y el diagnóstico es fundamental para prevenir otros problemas relacionados con el aprendizaje y el desarrollo, sobre todo de los niños en etapa escolar.
¿Qué es la dislexia?
No existe en la actualidad ningún concepto que defina con exactitud la dislexia. En términos generales, podría decirse que es la dificultad en el aprendizaje de la lectura y de la escritura, a pesar de que los niños reciban una educación normal, posean un nivel de inteligencia acorde y cuenten con un nivel socioeconómico óptimo.
La Asociación Internacional de la Dislexia la concibe como la dificultad específica del aprendizaje, siendo su base neurológica. En esta definición se engloban las dificultades de precisión y fluidez de lectura y los problemas de decodificación y deletreo.
La dislexia en niños
La dislexia suele ser notoria en edades de preescolar. Puede permanecer durante toda la vida adulta, siendo necesario el trabajo temprano para el reconocimiento y aceptación. Por tanto, instaurar pautas de aprendizaje para un correcto funcionamiento en la vida adulta es algo fundamental.
Los niños que padecen dislexia suelen hablar más tarde que otros. Además, su nivel de comprensión oral y su fluidez verbal son menores. Las palabras que fonéticamente son similares se confunden (por ejemplo la p con la b), intercambiándose también en la escritura de palabras que son similares (por ejemplo, la b con la d).
Características y síntomas de la dislexia
La dislexia puede manifestarse de diversas formas, difiriendo entre unas personas y otras. Aún así, algunas de las características y síntomas más generales son los siguientes.
Lenguaje y comunicación
Los individuos con dislexia puede presentar dificultades para comprender las instrucciones, siendo difícil el seguimiento de reglas. Además, el lenguaje con doble sentido (las bromas) no se entiende. Presentan dificultades a la hora de expresar una idea o adquirir nuevos conceptos.
El hecho de presentar problemas en el lenguaje y la comunicación se traslada a la interacción social. Esto deriva en aislamiento y otros trastornos relacionados con el estado de ánimo.
Lectura y escritura
En lo que respecta a la lectura, los pacientes con dislexia pueden tener problemas a la hora de decodificar signos lingüísticos. Confunden la pronunciación de las palabras, afectando la fluidez lectora. El deletreo suele ser trabado. La caligrafía es algo errática: letras poco legibles, excesivamente grandes o pequeñas.
La discalculia es otro problema frecuente asociado. Hay dificultades en la decodificación de símbolos matemáticos, mostrando en la etapa escolar problemas con las matemáticas.
Funciones ejecutivas
Las funciones ejecutivas se definen como el conjunto de habilidades cognitivas responsables de la organización y planificación de tareas. Pueden estar afectadas en los individuos con dislexia. Esto significa que las tareas en las que se hace necesaria la planificación y estructuración de pasos tienen obstáculos.
Se ven afectadas, además, la coordinación motora y espacial. Las personas con dislexia pueden tener problemas para distinguir izquierda de derecha, aquí de allí, arriba de abajo, delante y detrás. Suelen ser más torpes que otros niños en tareas que impliquen movimiento motor, como el ejercicio físico o las actividades deportivas.
Origen de la dislexia
En los estudios biológicos destaca el análisis de deficiencias de estructura y funcionamiento cerebral y el análisis de los componentes genéticos, ya que la dislexia puede ser hereditaria.
Los estudios cognitivos han lanzado a la luz dos hipótesis: la de déficit visual y la de déficit auditivo. En lo que respecta a la primera, se concibe como una especie de ceguera para las palabras, siendo el sistema del procesamiento visual el responsable de las dificultades de percepción y memoria.
En paralelo, se menciona también una posible carencia a nivel auditivo, responsable de las dificultades en la segmentación de palabras y en la memoria verbal a corto plazo.
Esto implica que los individuos con dislexia pueda experimentar problemas atencionales. En algunos casos se confunde con otros trastornos que son comunes de observar en el aula, como es el caso del trastorno de déficit de atención con hiperactividad (TDAH).
Tipos de dislexia
Se suelen diferenciar los siguientes tipos de dislexia:
- Adquirida: tras un trastorno o lesión en algunas de las áreas cerebrales responsables de la adquisición de las habilidades lectoescritoras.
- Fonológica: la persona muestra dificultades de decodificación del mecanismo grafema-morfema, empleando la lectura léxica. Es decir, no suele haber problema en la lectura de palabras familiares, pero sí a la hora de las pseudopalabras o palabras desconocidas.
- Superficial: suele emplearse la ruta fonológica, por lo que son incapaces de reconocer la palabra como un todo.
- Mixta: dificultades en las dos rutas de procesamiento de la lectura: la fonológica y la visual.
¿Cuál es el tratamiento de la dislexia?
La dislexia es un trastorno crónico que necesita ser detectado en la mayor brevedad posible para instaurar habilidades que puedan corregir el proceso. Los programas de intervención personalizados ayudan a instaurar estrategias de pensamiento alternativo para adaptarse al sistema de aprendizaje.
Es muy frecuente la interrelación entre la dislexia y el TDAH, siendo muy importante una evaluación exhaustiva para un correcto diagnóstico, pues de lo contrario no se abordará el caso de forma correcta. Deben de tenerse en cuenta para su tratamiento los problemas de concentración.
No obstante, a pesar de la gran fuente de recursos y de investigación dedicados a la dislexia, se ve necesaria la instauración de protocolos en las aulas para una correcta intervención. Un diagnóstico erróneo que no cubra las necesidades individuales implica que no se aborden las necesidades del niño en el entorno educativo, cayendo en la imposición de etiquetas como “es un vago”. Esto deja de tener en cuenta los problemas de atención y concentración asociados.
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