Diferencias entre lumbago y ciática

El lumbago y la ciática son trastornos musculoesqueléticos que están muy relacionados, pero su etiología no es exactamente la misma. Aquí descubrirás por qué.
Diferencias entre lumbago y ciática
Samuel Antonio Sánchez Amador

Revisado y aprobado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 21 octubre, 2021

Los trastornos musculoesqueléticos son extremadamente comunes en la sociedad general. El dolor de espalda bajo, lumbago o lumbalgia es el más usual de todos, pues se estima que hasta el 80 % de la población adulta lo padece en algún momento de su vida. Es esencial conocer las diferencias entre lumbago y ciática, pues a pesar de compartir sintomatología hasta cierto punto, no son lo mismo.

El dolor de espalda suele ser agudo y se resuelve por sí solo en unos días o semanas, algo que también ocurre con la ciática si se aborda de la manera adecuada. De todas formas, su etiología y abordaje clínico son algo diferentes. Aprende con nosotros las distinciones entre estos trastornos y cómo percibirlos antes de que se cronifiquen.

Lumbago, ciática y otros trastornos

En primer lugar, es necesario destacar que tanto lumbago como ciática se engloban en el grupo de los trastornos musculoesqueléticos. Estos representan a un grupo de lesiones o dolor en las articulaciones, los ligamentos, los músculos, los nervios, los tendones y las estructuras que soportan a tronco y extremidades (huesos).

Los trastornos musculoesqueléticos surgen de la interacción entre órganos o tejidos con factores ergonómicos, psicológicos, sociales y ocupacionales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) nos muestra algunas cifras reveladoras acerca de este grupo patológico:

  • Los trastornos musculoesqueléticos se pueden expresar en forma de más de 150 patologías que afectan al sistema locomotor. Abarcan desde lesiones leves (como contracturas) hasta enfermedades congénitas degenerativas de índole muscular, como la distrofia de Duchenne
  • Aproximadamente 1700 millones de personas tienen un trastorno musculoesquelético en todo el mundo. El lumbago o dolor lumbar es el más común de todos, ya que afecta a 568 millones de adultos en total.
  • Estos trastornos representan la primera causa de discapacidad en todo el mundo. El dolor lumbar vuelve a liderar la lista en este frente, ya que es el primer motivo de jubilaciones anticipadas, menores niveles de bienestar y pérdida de autonomía en 160 países.
  • La discapacidad provocada por las enfermedades musculoesqueléticas cada vez va más en aumento. En parte, esto se debe a que la población mundial cada vez es más vieja.

El lumbago o dolor lumbar lidera las estadísticas en este campo, pero la ciática, las miopatías, la artritis, la artrosis y otros muchos trastornos están muy presentes en la sociedad general. Además, la mayoría de ellos cursan con malestar crónico y persistente, por lo que son bastante difíciles de tratar en general.

El dolor lumbar es el principal trastorno musculoesquelético, aunque existen más de 150 entidades clínicas en este grupo.

Las diferencias entre lumbago y ciática

A pesar de que ambos cuadros se encuentren en el mismo grupo patológico, es necesario destacar que no son exactamente lo mismo. En las siguientes líneas te mostramos en qué difieren por apartados. ¡No te lo pierdas!

1. Cuadros clínicos diferentes, pero complementarios

Las diferencias entre lumbago y ciática incluyen sus manifestaciones clínicas
Tanto el lumbago como la ciatalgia comparten características clínicas, y en ocasiones pueden solaparse.

Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el lumbago es un dolor que se siente en la región lumbar (entre las vértebras L1 y L5). Dicho de forma práctica, el malestar se percibe en la zona baja de la espalda, situada entre las últimas costillas y la zona glútea. Puede afectar a ligamentos, músculos, discos vertebrales y vértebras.

El lumbago no es una enfermedad específica, sino un síntoma o queja que puede ser causado por ciertos cuadros de gravedad variable. La mayoría de casos no tienen una causa concreta, pero se suele atribuir a una distensión o un desgarro muscular. Esto puede estar propiciado a su vez por estrés, obesidad, ejercicio físico y otros muchos factores extrínsecos.

Por otro lado, la Clínica Mayo define la ciática como ‘un dolor que irradia a lo largo del trayecto del nervio ciático, el cual se ramifica desde la espalda hacia la parte interna de cada pierna’. Esta condición afecta casi siempre a un lado del cuerpo y el 90 % de los cuadros surgen a causa de una hernia discal.

La primera de las diferencias entre lumbago y ciática es muy fácil de comprender: el lumbago es un dolor de naturaleza más muscular, mientras que la ciática se caracteriza por un malestar mucho más dominante a nivel nervioso. De todas formas, cabe destacar que ambos dolores pueden presentarse a la vez, dando lugar a la entidad clínica conocida como lumbociática.

El lumbago y la ciática son dolores complementarios, pues ambos aparecen de forma simultánea en muchos casos cuando aparece una hernia discal.

2. La fisiopatología del lumbago suele ser muscular, mientras que la de la ciática es nerviosa

Hemos visto que ambos cuadros tienen una naturaleza un poco diferente, pero vemos de interés detenernos un poco más en las estructuras implicadas en cada uno de ellos. En el lumbago se ven afectadas en mayor o menor medida las vértebras lumbares (L1 a L5), el hueso sacro, los discos fibrocartilaginosos intervertebrales o varios músculos (multífidos, erector de la columna y otros).

La mayoría de cuadros de lumbalgia se suelen explicar por agarrotamientos o distensiones de los músculos lumbares, lo cual puede afectar también a huesos, tendones y nervios adyacentes. El dolor ocurre por la transmisión de señales eléctricas originadas en los ganglios espinales, un grupo de nódulos situados en las raíces dorsales o posteriores de los nervios espinales.

Tal y como indica el portal médico Statpearls, el dolor de la ciática es bastante más específico. Esta suele ser causada por la compresión directa de los nervios lumbares L4-L5 o los nervios sacros S1-S2-S3. Estas raíces nerviosas se unen en la cavidad pélvica para crear el nervio ciático, el cual se ramifica desde la parte inferior de la espalda a través de las caderas y los glúteos y hacia abajo de cada pierna.

La ciática ocurre cuando cualquiera de los nervios que desembocan en el ciático o el propio nervio ciático se ven dañados en cualquier parte de su recorrido. La edad, la obesidad y la profesión pueden aumentar el riesgo de padecer un cuadro de ciática a lo largo de la vida. De nuevo, queda vigente que la lumbalgia tiene una mayor carga muscular que la ciática (aunque también implique receptores nerviosos).

3. La ciática casi siempre es causada por una hernia, pero el lumbago es más difuso

Tal y como indican clínicas médicas, el 90 % de los casos de lumbago son idiopáticos, es decir, no tienen una causa concreta. De todas formas, los cuadros se pueden englobar en alguna de las siguientes categorías:

  • Mecánica: en la mayoría de casos el motivo subyacente del lumbago es mecánico, es decir, debido a una lesión o daño en la espina dorsal, los discos intervertebrales o los tejidos blandos (músculos). Casi siempre se trata de una tensión en el músculo cuadrado lumbar o en los músculos paraespinales.
  • Degenerativa: la osteoartritis y otros procesos degenerativos asociados con la edad pueden provocar que los tendones y ligamentos se resientan con el tiempo, lo cual provoca el rozamiento entre huesos (en este caso entre vértebras). Por esta razón, el lumbago es más común en las personas adultas que en los jóvenes.
  • Inflamatoria: algunos procesos autoinmunitarios atacan a las estructuras de la espina dorsal, tal y como podría ocurrir en la espondilitis anquilosante (asociada al antígeno HLA-B27). Esto provoca dolor e inflamación crónicos que se manifiestan en forma de lumbago, entre otros signos clínicos.
  • Oncológica: las lesiones tumorales primarias o metastásicas pueden provocar dolor en la espalda baja. Es una causa de lumbago muy poco común.
  • Infecciosa: la infección de las vértebras, los discos intervertebrales, los músculos y varios tipos de abscesos generan dolor en la zona lumbar.

Como muestra el portal Spine Health, las causas de la ciática son bastante más concretas y se puede poner la “etiqueta” patológica en la mayoría de ellas. Destacamos las siguientes:

  • Hernia discal lumbar: esta condición es la responsable del 90 % de los cuadros de ciática. En este cuadro, parte de un disco intervertebral se desplaza hacia la raíz nerviosa, la presiona y produce lesiones neurológicas de gravedad variable. Suele ocurrir al realizar esfuerzos físicos muy demandantes, por lo que es típica de deportistas y de personas que trabajan en la construcción.
  • Estenosis del canal lumbar: en este cuadro se produce un estrechamiento de los espacios dentro de la columna vertebral, lo cual puede ejercer presión sobre los nervios que se extienden por la columna. A veces es asintomática, pero en otros casos se presenta con sintomatología de tipo ciática.
  • Discartrosis: la discartrosis es el desgaste avanzado del disco que amortigua entre vértebra y vértebra. Se trata de una de las condiciones degenerativas que también se manifiesta con lumbalgia.
  • Embarazo: la ciática puede ocurrir durante el embarazo, sobre todo cuando el feto es tan grande que presiona el nervio ciático en alguna de las partes de su recorrido.

Las diferencias entre lumbago y ciática en este frente son más que claras. Aunque ambas condiciones compartan etiología, el lumbago casi siempre es mecánico y ocurre por una microlesión a nivel muscular. Por otro lado, la ciática suele ser provocada por una hernia discal lumbar, una condición algo más seria. Esta requiere atención médica en todos los casos.

El lumbago casi nunca tiene una causa concreta, pero la ciática es provocada por varias patologías.

4. El lumbago es mucho más común que la ciática

Las diferencias entre lumbago y ciática incluyen sus causas
El lumbago es mucho más común que la ciática y suele asociarse a posiciones poco ergonómicas durante las jornadas laborales.

Tal y como hemos dicho en líneas previas, el lumbago afecta hasta al 80 % de la población en los países occidentales. Durante el intervalo temporal de 6 meses, la probabilidad de padecer dolor de espalda en la población adulta en países como España es del 44,8 %. Dicho de otro modo, casi todo el mundo tiene lumbalgia en algún momento (y en general más de una sola vez).

El dolor en la zona lumbar es más común en los pacientes entre 40 y 80 años de edad y las probabilidades de padecerlo tienden a aumentar con cada década de vida. Por otro lado, no se tiene muy claro si afecta más a hombres o mujeres.

Por otro lado, la ciática muestra unos patrones epidemiológicos algo más complejos. Te los resumimos en la siguiente lista:

  1. La predominancia de este cuadro clínico ocurre en la cuarta década de vida (40 años). La mayoría de los casos antes de los 50 años se deben a una hernia discal.
  2. La incidencia total a lo largo de la vida oscila del 10 al 40 %.
  3. La incidencia anual es de 1 a 5 %.
  4. Rara vez ocurre antes de los 20 años, exceptuando los casos en los que se debe a un traumatismo directo.
  5. Existe una clara predisposición ocupacional, sobre todo en aquellas personas que se dedican a mover objetos, camioneros y operarios de maquinaria.
  6. No hay una asociación entre género de los pacientes y prevalencia.

Las diferencias entre lumbago y ciática en el ámbito epidemiológico también son bastante evidentes. El lumbago es bastante más común y universal, pues también puede ocurrir en la población juvenil (si bien es menos común). A pesar de ello, ambas condiciones son unos de los trastornos musculoesqueléticos más comunes a nivel global.

5. La sintomatología es diferente en cada condición

Todos los puntos citados nos llevan hasta esta distinción. Al final del día, lo que más le importa a toda persona es poder distinguir ambos cuadros desde casa para saber cuándo acudir al médico. De todas formas, te recomendamos que busques ayuda profesional ante cualquier síntoma de trastorno musculoesquelético, pues siempre es mejor prevenir que curar.

Los síntomas del lumbago se pueden resumir en la siguiente lista:

  • Dificultad para moverse. Puede ser lo suficientemente grave como para que el paciente no sea capaz de levantarse.
  • Dolor localizado en la zona lumbar, generalmente sordo y no irradiado.
  • Espasmos musculares, que van de leves a graves.
  • Área localizada que es dolorosa con la palpación.
  • Hormigueo o ardor sordos en la zona lumbar.

Los síntomas principales de la ciática son los siguientes:

  • Dolor que se extiende desde la parte baja de la columna vertebral. Este malestar llega hasta los glúteos hacia abajo de la parte posterior de la pierna.
  • Dolor agudo y punzante, como si estuviesen clavando en el nervio una aguja cada cierto tiempo. Suele describirse como una descarga eléctrica de intensidad variable, aunque la experiencia difiere en cada paciente.
  • Malestar que puede llegar hasta los pies de la extremidad afectada. 
  • Dolor que aumenta al toser, al estornudar o al permanecer sentado en una posición por mucho tiempo.

Las diferencias en este frente también son muy claras. El lumbago suele afectar de forma bilateral al tronco (solo a la región lumbar), es algo más difuso y se manifiesta de manera “sorda”. Por otro lado, la ciática afecta a una de las piernas y a los glúteos, causa un malestar mucho más notorio y puede extenderse hasta los pies, algo que nunca ocurre en la lumbalgia típica.

De todas formas, cabe destacar que a veces el lumbago se presenta junto con la ciática. En estos casos existe un marcado dolor lumbar que se extiende hasta la pierna y los glúteos. Se conoce como lumbociática. 

Diferencias entre lumbago y ciática: cuadros distintos, pero complementarios

Las diferencias entre lumbago y ciática son múltiples, pero no excluyentes. Una persona puede tener dolor en la zona lumbar y a su vez que este se irradie hasta la pierna, pues las vértebras y las estructuras del nervio ciático están muy próximas entre ellas. Por ello, en muchos casos ambos términos se usan en conjunto y designan a la lumbociática.

Sientas lumbago o ciática, el reposo absoluto nunca es una opción, ya que solo hará que la recuperación sea aún más difícil en el futuro. Acude al médico y no lo dejes pasar: aunque seguramente no sea nada grave, lo mejor es tener ayuda para tratar el cuadro desde casa de la forma más efectiva.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.