Ciática: síntomas, causas, prevención y tratamiento

La ciática encuentra su causa en una hernia discal en 9 de cada 10 pacientes, pero no todos los cuadros responden a esta enfermedad subyacente. Se trata de una enfermedad con varias causas.
Ciática: síntomas, causas, prevención y tratamiento
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 18 mayo, 2021

El término ciática hace referencia a un conjunto de síntomas que, ante todo, se caracterizan por dolor, debilidad y entumecimiento en el territorio de recorrido de la espalda del nervio ciático. Este malestar punzante se hace mucho más evidente cuando el paciente se gira, se agacha o tose.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), unos 1710 millones de personas tienen trastornos musculoesqueléticos en todo el mundo. El dolor lumbar es el más frecuente de todos ellos, pues se estima que afecta a unos 568 millones de pacientes. Te sorprenderá saber que, de todos ellos, hasta un 10 % tienen dolor lumbar de tipo ciática.

El dolor lumbar —sea ciática o de otro origen— es la causa más frecuente de discapacidad en 160 países, ya que se estima que hasta el 80 % de la población mundial sufrirá algún episodio de lumbalgia a lo largo de su vida. Como ves, los trastornos musculoesqueléticos son mucho más graves a nivel social de lo que parecen. Si quieres saber más sobre la ciática, sigue leyendo.

¿Qué es la ciática?

La ciática y el dolor.
Este tipo de dolor puede extenderse por toda la pierna.

Vamos a utilizar el término ciática con fines divulgativos, pero tal y como indica el portal BJGP Open, lo que mejor describe esta sintomatología es el dolor radicular lumbar (LRP, por su traducción al inglés Lumbar Radicular Pain). Dependiendo de la definición que adopte la condición, se estima que de un 1 al 40 % de la población tiene ciática a lo largo de su vida.

Esta condición se considera inhabilitante, pues los pacientes que la presentan requieren más atención médica que aquellos que tienen un dolor lumbar normal. La mayoría de los que la sufren pueden ser tratados con abordajes primarios, pero un pequeño porcentaje de los enfermos requiere ingreso hospitalario e, incluso, una intervención quirúrgica.

A pesar de las discordancias terminológicas, la ciática se puede describir como un dolor punzante que va desde la pierna a la espalda baja. Suele presentarse solo en una de las 2 extremidades y es común que los pacientes también sientan debilidad y hormigueos en la pierna afectada.

Datos epidemiológicos

Dependiendo de la definición del término, se estima que de uno a 4 por cada 10 habitantes presentará ciática en algún momento de su vida. La revista médica StatPearls nos otorga algunos datos muy interesantes en lo referente a la epidemiología de esta condición. No te los pierdas:

  • No existe una predominancia de género clara. Excepto ciertas series no concordantes, se generaliza que la ciática afecta tanto a hombres como a mujeres.
  • El pico de incidencia sucede en la cuarta década de vida, es decir, a partir de los 40 años de edad. Rara vez ocurre antes de los 20 años, a menos que aparezca fruto de un traumatismo físico.
  • La incidencia anual se encuentra entre el 10 y el 40 % de la población general. Al año, la ciática se presenta en hasta 5 de cada 100 habitantes (5 %).
  • No se ha asociado la presencia de ciática con la altura del paciente, al menos hasta los 50-60 años de edad.
  • La actividad física promueve la manifestación de ciática en aquellas personas que ya tenían síntomas antes. Por otro lado, hacer ejercicio disminuye las probabilidades de que una persona sana tenga ciática en primera instancia.
  • Este cuadro sintomático es eminentemente ocupacional. Se ha asociado su aparición a ciertos trabajadores, como camioneros, operadores de maquinaria, obreros y otros puestos en trabajos en los que las personas deban someterse a posiciones extrañas de forma repetida.

Así pues, el perfil típico de un paciente con ciática es aquel bien entrado en la edad adulta, cuya ocupación se trata de un trabajo muy demandante a nivel físico.

Según la Revista Colombiana de Reumatología, hasta el 74 % de las personas que realizan un trabajo manual tienen algún tipo de dolor osteoarticular, además de otros problemas tanto físicos como emocionales.

Causas de la ciática

Tal y como indica el British Medical Journalel 90 % de los casos de ciática se asocian a una hernia del disco vertebral. Este cuadro aparece cuando, de una forma u otra, se pinza o daña el nervio ciático. Este es el nervio más largo y voluminoso en humanos, pues comienza en la pelvis y se extiende hasta el muslo, donde se bifurca en el nervio tibial y peroneo común.

La presión en el nervio ciático no asegura que el cuadro de ciática aparezca en todos los casos, ya que se puede presentar en pacientes asintomáticos. Diversas patologías pueden provocar esta compresión nerviosa a largo plazo y, a continuación, contamos las más importantes.

1. Hernia del disco

La hernia del disco ocurre cuando una parte de un disco intervertebral —o todo entero—, que se encuentra entre las vértebras, se desplaza hacia la raíz nerviosa. Esta presión provoca hipoxia local, lo que se traduce en lesiones derivadas del pinzamiento. Cuando este deslizamiento del disco intervertebral pinza uno de los nervios lumbares o sacros, se produce la ciática.

Esta es la causa del 90 %  de los cuadros clínicos. La hernia discal —y la consecuente ciática— es más común entre los 40-50 años de edad, fruto de la actividad sinérgica entre el desgaste natural de huesos y vértebras y esfuerzos fuertes. La mayoría de hernias del disco ocurren durante episodios de carga intensa, y los síntomas disminuyen cuando el paciente se tumba.

El 2 % de los pacientes que acuden a consulta por un dolor de espalda tienen una hernia discal.

2. Estenosis raquídea

En este caso, se produce un estrechamiento de la columna vertebral. La reducción del diámetro del canal espinal provoca presión sobre la médula espinal y estrechamiento en los agujeros intervertebrales, lugar que utilizan los nervios raquídeos para comunicarse con las extremidades.

La mayoría de casos de estenosis raquídea suceden con el envejecimiento natural, pero de forma excepcional, algunas personas nacen con un diámetro menor del canal espinal. Esta es la causa más común de ciática a partir de los 50 años de edad, y puede verse fomentada por artritis de la columna, enfermedades óseas, tumores o defectos del crecimiento, entre otros.

La estenosis espinal provoca un pinzamiento de los nervios que se comunican con la médula espinal, lo que da lugar a cuadros de tipo ciática.

3. Síndrome piriforme

Según la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, el síndrome piriforme ocurre cuando el músculo piriforme —situado en la parte profunda de la región glútea— presiona el nervio ciático. Cuando esta estructura muscular sufre espasmos y se inflama provocará daños al nervio ciático, dando lugar al cuadro clínico que aquí nos atañe.

El síndrome piriforme es un cuadro clínico poco frecuente y de larga evolución. Es más frecuente en el sexo femenino (ratio 6:1), pero en la actualidad, se pone en duda su propia existencia.

4. Otras causas

Existen muchas otras causas que pueden provocar el pinzamiento del nervio ciático, como malas posturas, el embarazo o tumores que comprometan estructuras específicas. Recordamos que la ciática es multifactorial, pero en casi todos los casos, el motivo de su aparición es una hernia discal.

Síntomas de la ciática

En este punto, ya sospecharás que el síntoma principal de esta afección es un dolor que se extiende desde la parte baja de la columna vertebral a los glúteos. Este malestar se puede experimentar como un hormigueo leve, dolor sordo o una sensación muy evidente de ardor. En casi todos los casos este signo clínico es unilateral.

Es común que los pacientes manifiesten parestesia, o lo que es lo mismo, un conjunto de sensaciones anormales de cosquilleo, calor o frío que se experimentan en la zona afectada de forma superficial. A menudo, este conjunto se signos se describen como si el paciente tuviese «la pierna un poco muerta».

Diagnóstico de la ciática

La ciática tiene diagnóstico médico.
El diagnóstico suele ser clínico.

La ciática es una entidad clínica propia y, como tal, requiere de una exploración física profunda y una serie de pruebas para ser diagnosticada de forma adecuada. Las radiografías, resonancias magnéticas, tomografías computarizadas y electromiografías son de gran utilidad para diagnosticar una hernia discal, la causa más importante de ciática a nivel global.

Además de todas estas técnicas de imagen, también es de gran utilidad la exploración física y realización de pruebas de movilidad. En la consulta, el profesional médico puede buscar los siguientes signos en el paciente:

  1. Dificultad para doblar los pies hacia dentro o hacia abajo.
  2. Dolor al levantar la pierna estirada (la extremidad afectada) mientras el paciente está tumbado.
  3. Reflejos anormales, débiles o tardíos y pérdida de sensibilidad en el área superficial afectada.
  4. Dificultad al realizar movimientos específicos, como tratar de andar sobre las puntas de los pies o al tratar de agacharse hacia adelante y hacia atrás.

Todas estas anormalidades pueden evidenciar una compresión en el nervio ciático. Las pruebas físicas indicarán la existencia de un problema, y las técnicas de imagen se encargarán de dilucidar la causa exacta de la patología. Si te duele la espalda, la zona lumbar o una de las piernas de forma evidente y sostenida, no dudes en acudir al médico.

Tratamiento

La ciática no se trata por sí sola, ya que es una consecuencia de otra patología subyacente (hernia, un tumor, estenosis, síndrome piriforme o un traumatismo directo, entre otros). En algunos casos no se requiere un abordaje específico, pues fuentes ya citadas argumentan que hasta el 67 % de las hernias discales se reabsorben por sí solas.

A pesar de ello, la sintomatología en el paciente puede persistir. El tratamiento de primera línea en caso de signos persistentes son los analgésicos de venta libre, como el ibuprofeno y el paracetamol, entre otros. Se recomienda que el paciente siga una serie de cuidados detallados en el hogar. Entre ellos, destacamos los siguientes:

  1. Usar paquetes calientes y fríos: esto ayudará a reducir la inflamación local de las zonas afectadas. Por consiguiente, se pueden aliviar un poco los síntomas.
  2. Evitar estar mucho rato de pie y sentado. En los casos de hernias discales, el reposo tumbado y el ejercicio pausado (como caminar) ayudan mucho a reducir el dolor.
  3. Practicar una postura correcta y realizar ejercicio de forma continuada, leve pero sostenida.
  4. Utilizar técnicas adecuadas para levantar objetos y evitar que la hernia empeore, si es que esta es la causa principal.

Si nada de esto funciona, se acuden a medicamentos un poco más fuertes, que necesitan receta médica para ser prescritos. En este grupo se encuentran los fármacos opioides, relajantes musculares, anticonvulsivos (para el dolor neuropático), corticosteroides orales, inyecciones de corticosteroides y otros compuestos químicos, según cada caso.

De todas formas, algunos de estos medicamentos tienen efectos secundarios nada desdeñables y otros pueden causar adicción. Lo mejor siempre es intentar solucionar la condición con cambios en los hábitos y solo acudir a medicamentos más intensos en los cuadros en los que todo lo demás falle.

Cirugía

Tal y como indica el portal Spine Healthse concibe una cirugía de ciática cuando ninguno de los tratamientos citados con anterioridad ha funcionado en un intervalo de 6 a 12 semanas y el dolor en el paciente es inhabilitante. Según la causa del dolor ciático y su duración, se conciben 2 procedimientos: microdiscectomía y descompresión abierta.

En la microdiscectomía, se aborda una hernia discal, extrayendo la parte del disco intervertebral que está pinzando al nervio ciático. Por otro lado, la laminectomía (descompresión abierta) es el camino a seguir cuando la causa es una estenosis raquídea. Estos abordajes no son infalibles, pero el 80 % de los pacientes notan algún tipo de mejoría tras ellos.

Consejo final: no te quedes postrado

Ante una ciática o cualquier tipo de dolor lumbar, solo se recomienda el reposo absoluto, como mucho, durante un día o 48  horas. Si sientes que el dolor es insoportable, acude a urgencias y busca atención médica, pero no te quedes postrado en la cama. Si dejas pasar el tiempo sin moverte, solo conseguirás que tus músculos se debiliten y el cuadro empeore.

Para sobrellevar una ciática, lo mejor es ponerse en manos de profesionales, consumir analgésicos de venta libre cuando sea necesario y mantener un estilo de vida activo. Los pacientes con ciática pueden pasear y realizar ejercicios poco demandantes, así que no te dejes vencer por la enfermedad y trata de disfrutar la vida al máximo.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.