Causas del síndrome del intestino irritable
Los trastornos gastrointestinales son un grupo de síndromes muy incómodos que afectan la vida de las personas a cualquier edad. Por desgracia, los mismos no poseen un origen preciso en la mayoría de los casos y se deben a la interacción de múltiples factores. ¿Deseas saber cuáles son las causas del síndrome del intestino irritable?
El síndrome del intestino irritable es un trastorno funcional crónico y recurrente que se caracteriza por dolor y distensión abdominal en quienes lo padecen. Este es uno de los motivos de consulta más frecuente en el área de gastroenterología e investigaciones afirman que afecta entre el 9 y el 23 % de la población mundial.
Esta patología digestiva es una afección con una causa multifactorial, por lo que no posee un único agente desencadenante. En este sentido, deben estar presentes diversos factores para que se pueda desarrollar.
Causas comunes del síndrome del intestino irritable
Los investigadores han logrado identificar diferentes procesos fisiopatológicos que están presentes en las personas con esta afección y que pueden explicar la aparición del síndrome. No obstante, ninguno de ellos representa una causa absoluta.
Alteraciones en la motilidad intestinal
El tracto gastrointestinal cuenta con una serie de movimientos fisiológicos que le permiten digerir los alimentos y absorber los nutrientes de forma adecuada, que se conocen como peristaltismo. El peristaltismo intestinal puede variar de una persona a otra, siendo más rápido o más lento.
Algunos estudios demuestran que las personas con el síndrome del intestino irritable poseen alteraciones con disminución en la actividad eléctrica neuronal intestinal y respuestas motoras exageradas a ciertos estímulos. En este sentido, pueden presentar contracciones más prolongadas en intensas ante la ingesta de alimentos o en situaciones de estrés.
Por su parte, la frecuencia en las contracciones también está alterada en las personas con este síndrome. En este sentido, puede existir un peristaltismo acelerado en aquellas personas cuyo síntoma predominante sea la diarrea. Mientras que estará enlentecido en los pacientes cuyo principal síntoma sea el estreñimiento.
Infecciones y activación del sistema inmunitario
Una de las causas más exactas del síndrome del intestino irritable son las infecciones gastrointestinales y la consecuente activación del sistema inmunitario. Muchas infecciones entéricas generan la aparición de síntomas persistentes, aunque la duración de los mismos dependerá del organismo infectante.
La exposición a los agentes infecciosos genera la activación del sistema inmunitario, lo que lleva a un proceso inflamatorio leve al nivel del intestino. Múltiples estudios demuestran que la respuesta inmunitaria es mayor en los pacientes con la patología.
Existen diversas condiciones que aumentan la probabilidad de aparición del síndrome del intestino irritable posterior a una infección entérica. Una de las más importantes es la duración de la enfermedad inicial, aunque la toxicidad de la cepa infectante también tiene gran relevancia.
Sobrecrecimiento bacteriano
El intestino cuenta con una serie de microorganismos que viven en su interior, conocidos como microbiota. Favorecen la digestión de los alimentos y ayudan a prevenir patologías. Las bacterias y los otros microorganismos que habitan allí deben encontrarse en un número determinado.
Un sobrecrecimiento bacteriano podría explicar la aparición de múltiples síntomas del síndrome del intestino irritable. El número elevado de bacterias gastrointestinales aumenta la producción de gases, lo que genera distensión abdominal y dolor. De hecho, estudios demuestran una prevalencia de 65 % en niños diagnosticados con el cuadro.
Alteraciones en la conexión cerebro-intestino
El sistema nervioso es el encargado de controlar diversas funciones en el sistema gastrointestinal, como el peristaltismo y la secreción. En este sentido, se han descrito múltiples alteraciones neurológicas en los pacientes con la afección.
Una de las principales es la hipersensibilidad. Los pacientes con el síndrome del intestino irritable presentan un umbral de dolor más bajo.
Este fenómeno hace que el intestino sea más sensible a la distensión, lo que explicaría el dolor. Por su parte, la corteza cerebral también presenta dificultades para activar las áreas de inhibición en estos pacientes.
La concentración de algunos neurotransmisores, como la serotonina, también se encuentra alterada a nivel plasmático e intestinal. Dicha sustancia está relacionada con el peristaltismo al actuar en los receptores 5HT-3 y 5HT-4.
Muchos pacientes con el síndrome del intestino irritable presentan afecciones psiquiátricas, por lo que las mismas pueden ser causas. De esta manera, los síntomas gastrointestinales presentados podrían ser secundarios a ansiedad o depresión.
Predisposición genética
Algunas investigaciones sugieren que existe una predisposición genética para padecer la enfermedad. Se cree que la misma es una patología de herencia multifactorial, es decir, que debe existir una interacción entre factores genéticos y ambientales para que se desarrolle.
En un estudio realizado por la Asociación Americana de Gastroenterología (AGA) se demostró que el 2,2 % de los pacientes tiene una alteración en el gen SCN5A. Dicha mutación altera la función de algunos canales de sodio dependientes de voltaje, lo que podría explicar muchas de las alteraciones en la motilidad.
Factores de riesgo del síndrome del intestino irritable
Además de las causas descritas, existen factores de riesgo relacionados con la aparición del síndrome del intestino irritable. Muchos de ellos están vinculados con el estilo de vida, por lo que pueden eliminarse.
El estrés es uno de los factores que más predisponen a la aparición de la enfermedad, debido a los cambios que genera. Disminuye el umbral al dolor y deprime al sistema inmunitario, lo que incrementa la probabilidad de padecer gastroenteritis.
La exposición a situaciones traumáticas, como el abuso sexual, sobre todo durante la infancia, también representa un factor de riesgo para el desarrollo del síndrome del intestino irritable. En este sentido, es importante buscar ayuda profesional después de un evento de esta índole.
Por otro lado, una dieta inadecuada puede generar la aparición de brotes agudos o la exacerbación de los síntomas de la enfermedad. La ingesta de alcohol, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo pueden empeorar el dolor y la distensión.
Es posible reducir la repercusión de la enfermedad
Las causas que generan la aparición del intestino irritable aún no están del todo descritas, por lo que el tratamiento es un verdadero reto. No obstante, es posible controlar la sintomatología y reducir la repercusión en la vida diaria. Para ello es fundamental mantener un control constante con el médico.
Algunas medidas, como una dieta balanceada rica en fibras, pueden funcionar para muchas personas. El síndrome del intestino irritable es una patología crónica que varía en cada paciente. Lo más recomendable es mantener la calma y conversar con el especialista.
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