Bulimia: características, síntomas y tratamiento
La bulimia es un trastorno de la conducta alimentaria grave que se caracteriza por episodios de atracones de comida recurrentes, seguidos por períodos de conductas compensatorias.
Entre estas conductas compensatorias estarían: inducirse el vómito, emplear enemas y laxantes, ejercicio físico excesivo y ayuno prolongado para compensar el exceso de ingesta de alimentos.
Bulimia: generalidades
La bulimia nerviosa, más conocida como bulimia, es un trastorno alimentario que no sigue un patrón alimentario regular, presentándose episodios de ingesta excesiva y desproporcional. Se caracteriza principalmente por distanciarse de la comida saludable y consumir comida en exceso por medio de atracones.
Después del episodio le sigue un período de culpabilidad que conduce al paciente a eliminar toda la comida que haya ingerido por medio de vómitos u otras sustancias, así como con ayunos o ejercicios físicos. Estas conductas son realizadas con la finalidad de perder o, al menos, no ganar más peso corporal.
Las personas que tienen este trastorno comparten cuatro puntos en común:
- No poseen un control adecuado en cuanto a la proporción de la comida y los episodios bulímicos
- Manifiestan conductas compensatorias para mantener su peso o lograr un peso corporal inferior al normal
- Tienen pensamientos obsesivos por la imagen física y el peso
- Tienen consciencia de enfermedad, a diferencia de la anorexia nerviosa
Uno de los resultados inmediatos de vomitar es que desaparece la sensación de malestar físico. Por lo tanto, disminuye el miedo a engordar. En cierta manera, las personas que padecen de bulimia , generan un patrón alimentario constante, que se caracteriza por:
- Abstenerse de comer alimentos dentro de las primeras horas de la mañana
- Comer en exceso a medida que llega la tarde-noche
- Conductas de purga. A la mañana siguiente estos sentimientos de culpabilidad los conducen a fortificar la abstinencia de alimentos, lo que desencadena una serie de repeticiones antes mencionadas.
Bulimia: causas
Entre los factores que predisponen al desarrollo de la bulimia se encuentra el factor genético. Por ejemplo, si tiene algún familiar con bulimia. También se ha demostrado que existe una disminución de serotonina, lo que genera una falta de saciedad y problemas con el estado de ánimo.
En el ámbito familiar, podemos encontrar familias conflictivas, desestructuradas. También puede haber padres que se sienten disconformes con su imagen, lo que les lleva a seguir diferentes dietas rigurosas.
Además, pueden manifestarles a sus hijos su disconformidad con el físico, haciéndolos participes de sus dietas. Por otra parte, son las mismas familias las que muestran actitudes de hostilidad frente a las necesidades emocionales de las personas que padecen este trastorno.
Otro factor importante es el cultural, desde los medios se transmiten mensajes de felicidad y éxito por un cuerpo delgado. Este hecho puede persuadir a algunas personas a realizar cambios drásticos en sus hábitos alimenticios para ajustar su imagen a los estándares del momento.
Bulimia: síntomas clínicos
Las personas que padecen bulimia tienen una mayor tendencia hacia la depresión, propensión al abuso de sustancias, irritabilidad, síntomas de estrés, por el constante deseo de bajar de peso, y baja autoestima.
Las complicaciones más significativas de este tipo de trastorno engloban alteraciones en el sistema digestivo, cardiovascular, respiratorio, renal, hormonal, neurológico, muscular. Además de períodos de menstruación irregulares, ansiedad, depresión, infección urinaria, alteraciones dentales y trastornos del sueño.
Criterios diagnósticos de la bulimia
El DSM-5 establece cinco criterios para el diagnóstico de bulimia:
A. Episodios recurrentes de atracones de comida. Un episodio de atracón se caracteriza por:
- Comer en un período discreto de tiempo (por ejemplo, en un período de dos horas) una cantidad de alimento que es excesiva para lo que la mayor parte de la gente comería en ese período de tiempo y bajo circunstancias similares.
- Una sensación de falta de control sobre el comer durante el episodio (por ejemplo, una sensación de que uno no puede dejar de comer o controlar qué o cuánto está comiendo).
B. Conductas compensatorias recurrentes inapropiadas con el fin de prevenir el aumento de peso, tales como: provocarse el vómito, mal uso de laxantes y diuréticos u otros medicamentos, y hacer ayuno o ejercicio excesivo.
C. Tanto la ingesta voraz como las conductas compensatorias inapropiadas ocurren, como media, al menos una vez a la semana durante tres meses.
D. La autoevaluación está excesivamente influida por el peso y por la forma del cuerpo.
E. El trastorno no ocurre exclusivamente durante los episodios de anorexia.
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Tratamiento de la bulimia
A continuación, presentaremos el tratamiento de la bulimia. Para facilitar su comprensión, lo dividiremos en secciones:
1. Tratamiento de la bulimia: objetivos principales
Según la American Psychiatric Association (2006) los objetivos del tratamiento de la bulimia incluyen:
- Reducir o eliminar los atracones y purgas
- Tratar cualquier tipo de complicación física
- Motivar al paciente a participar en la restauración de patrones de conducta alimentaria sanos
- Proporcionar educación psicológica sobre nutrición y alimentación
- Identificar pensamientos disfuncionales, estados de ánimo y conflictos asociados con la alimentación
- Proporcionar psicoterapia para tratar estos temas
- Obtener apoyo familiar y realizar terapia familiar, en caso necesario
- Evitar la recaída
2. Tratamiento médico-nutricional de la bulimia
En la evaluación inicial de un paciente con bulimia, es necesario identificar complicaciones médicas derivadas de las purgas como la debilidad muscular, arritmias cardiacas, deshidratación y desequilibrio electrolítico. Así como problemas gastrointestinales que afectan a estómago o esófago.
De igual manera, puede haber condiciones que contribuyan a las purgas, como el reflujo gastroesofáfico.
Un importante objetivo en el tratamiento es normalizar el patrón alimentario y la anulación del ciclo atracón/purga. Se emplea una rutina de tres alimentos con uno a tres bocadillos al día para romper el patrón de alimentación alterada.
3. Tratamiento psicológico y psiquiátrico de la bulimia
En el tratamiento de este trastorno han sido útiles la terapia cognitivo-conductual y el empleo de medicamentos antidepresivos como los ISRS. Los enfoques cognitivo-conductual también han servido para ayudar a las personas con bulimia y trastorno por atracón a desarrollar un sentido de autocontrol.
Los componentes comunes de los planes de tratamiento cognitivo-conductual animan el consumo de tres o más comidas equilibradas al día, la reducción de normas alimentarias rígidas y preocupaciones de imagen corporal, y el desarrollo de estrategias de supervivencia.
Bulimia: consideraciones finales
En conclusión, la bulimia supone un desajuste grave de los patrones de alimentación en el paciente. De hecho, estos desequilibrios llevan aparejados otras graves complicaciones físicas.
Por lo tanto, el tratamiento de la bulimia ha de ser multidisciplinar. De esta manera se abordará el trastorno desde todos los frentes: psicológico, psiquiátrico, médico y nutricional. Por último, se debe estar dispuesto para una terapia compleja y, posiblemente, de al menos un año de duración.
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