¿Por qué han aumentado los trastornos de la conducta alimentaria?

El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria de los últimos años es preocupante. Analizamos algunas de sus posibles causas.
¿Por qué han aumentado los trastornos de la conducta alimentaria?
Laura Ruiz Mitjana

Revisado y aprobado por la psicóloga Laura Ruiz Mitjana.

Última actualización: 20 febrero, 2023

Los trastornos de la conducta alimentaria agrupan a una serie de desórdenes que se caracterizan por una alteración en los patrones de ingesta de alimentos. Estimaciones recientes han encontrado que su prevalencia en la sociedad pasó de un 3,5 % para el período 2000-2006 al 7,8 % para el período 2013-2018. ¿Cuáles son las causas de este aumento de los trastornos de la conducta alimentaria? Los analizamos de la mano de los expertos.

3 razones del aumento de los trastornos de la conducta alimentaria

La más reciente edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V) clasifica a los trastornos de este tipo en 8 categorías:

Todos estos se caracterizan por comportamientos alimentarios desordenados, persistentes y que interfieren con el funcionamiento social y psicológico.

Son más comunes entre los adolescentes y las mujeres, aunque los últimos años hemos visto cómo los episodios entre los adultos y los hombres se han disparado. Veamos 3 posibles causas del aumento de los trastornos de conducta alimentaria.

1. Idealización por una figura perfecta

El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria es preocupante
Los estándares de belleza actuales son tan altos que pueden ocasionar trastornos de la conducta alimentaria.

Una revisión sistemática publicada en Brazilian Journal of Psychiatry en 2020 encontró que las burlas relacionadas con la apariencia física se cuentan entre las principales causas de los trastornos de la alimentación.

No en vano algunos expertos han sugerido que los trastornos de este tipo están ligados a la cultura, en principio por el culto a la idea de un cuerpo perfecto y a la belleza de las sociedades occidentales.

La campañas publicitarias, la industria de la moda, las películas, los medios de comunicación y, quizá más importante, las redes sociales han establecido un ideal de belleza universal. Quien no se apegue a dicho canon de belleza no solo no se considera bello, sino que es apartado, victimizado y discriminado.

Redes sociales como Instagram han llevado el culto a la belleza al extremo, ya que tener, mostrar y presumir un cuerpo perfecto por esta y otras redes se traduce en una recompensa inmediata (atención, comentarios, popularidad).

Estudios recientes han confirmado que el uso excesivo de redes sociales se asocia con un mayor riesgo de conductas alimentarias desordenadas.

El aumento de los trastornos del comportamiento alimentario se puede conectar así con otros problemas como lo es la adicción a las nuevas tecnologías, a Internet y a los móviles. Mientras más tiempo se pasa admirando los cuerpos perfectos en plataformas y redes sociales, más deseos habrá de tenerlo bajo cualquier método.

2. Deterioro psicosocial y laboral

También se ha relacionado el deterioro psicosocial y laboral entre los principales catalizadores del aumento de los trastornos del comportamiento alimentario.

Aunque por supuesto las alteraciones de la ingesta de alimento pueden ocurrir en cualquier grupo socioeconómico, los expertos alertan que las personas de clase baja y media suelen manifestarlo con mayor frecuencia. De igual modo, se sabe que la presencia de trastornos psiquiátricos como la ansiedad y la depresión pueden conducir a ellos.

Las nuevas generaciones viven en la actualidad una época de gran incertidumbre a nivel económico. Las dificultades para encontrar un trabajo estable y un sueldo que cubra sus necesidades y aspiraciones son cada vez mayores. Todo esto se traduce en una carga de estrés, angustia, tensión y frustración tal que explica el aumento de los trastornos de la conducta alimentaria.

3. Restricciones en la vida social

El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria durante la pandemia
La escasa interacción social es un factor que puede derivar en problemas psicológicos.

El mejor ejemplo de las restricciones en la vida social es el aislamiento provocado por la pandemia del coronavirus. Un trabajo publicado en Journal of Adolescent Health en 2021 alertó sobre el aumento entre jóvenes y adultos de los trastornos de este tipo durante la pandemia.

Aunque es cierto que se le sumaron otras variables (como por ejemplo la incertidumbre financiera, el miedo a morir y demás) el aislamiento fue un gran impulsor para las alteraciones en la conducta alimentaria.

Pero esto no es todo. Podemos sumar otra variable como lo es el aislamiento inducido por la predilección por los encuentros virtuales. Esto es, conversar por redes sociales y redes de mensajería en lugar de hacerlo de manera presencial.

Cuando alguien no interactúa de manera regular con personas de manera física es propenso a desarrollar alteraciones del comportamiento ya que no hay un mirada que los juzgue.

Es por todo esto que los investigadores han asociado a la soledad con un mayor riesgo de desarrollar conductas alimentarias de este tipo. De igual modo, el deterioro de las relaciones interpersonales puede tener el mismo efecto. En síntesis, el aislamiento voluntario o forzado puede estar detrás del aumento de los trastornos de la conducta alimentaria.

Es muy importante tener en cuenta que los trastornos de la alimentación derivan en problemas en la salud psicológica y física muy graves. Por ejemplo, pensamientos y acciones suicidas, depresión, ansiedad, diabetes, desnutrición, obesidad, hipertensión y mucho más. Existen varias maneras de abordarlos, de manera que se debe acudir a un profesional cuanto antes para evitar complicaciones fatales.



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