¿Qué es el cloasma gestacional?

El cloasma gestacional es más común de lo que se cree, aunque se trata de una condición benigna. Te contamos todo sobre ella.
¿Qué es el cloasma gestacional?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 05 febrero, 2022

El cloasma gestacional, también conocido como melasma o máscara del embarazo, es una condición que afecta entre el 50 % y el 70 % de las mujeres embarazadas (de acuerdo con la evidencia). A pesar de ello, la mayoría de las mujeres ignora o desconoce este cambio durante la gestación. No debe despertar mayores alarmas, aunque es natural que cause impresión, miedo e incluso preocupación.

Esta condición destaca por la hiperpigmentación de la piel, en especial concentrada en el área del rostro. Puede aparecer en mujeres que no están en gestación, así como también en hombres; aunque la mayoría de los casos se reportan durante el embarazo. Si bien se desconoce su desencadenante exacto, se piensa que los cambios hormonales están detrás. Te contamos más al respecto.

Características del cloasma gestacional

El cloasma gestacional es una afección que se distingue por el desarrollo de una hiperpigmentación de la piel que afecta diferentes áreas del cuerpo, aunque es más frecuente en el rostro. A veces se denomina como melasma, y de manera popular también como máscara del embarazo. Se trata de una condición que puede generar incomodidades cosméticas, pero no supone un riesgo para la madre o el feto.

Este trastorno ocasiona que las células productoras de pigmento (melanocitos) generen una cantidad excesiva, lo que se traduce en una hiperpigmentación en áreas específicas. Téngase en cuenta que el color de la piel está determinado por la cantidad de melanina que producen estas células. Pocas de estas son de tonos claros; muchas son oscuras.

La condición se considera un trastorno pigmentario, uno que por supuesto se puede desarrollar en sujetos no gestantes. De acuerdo con los expertos, el melasma es uno de los cambios pigmentarios fisiológicos más frecuente en las embarazadas, y no se relacionan con procesos malignos. Aunque pueden ocasionar preocupaciones cosméticas, las embarazadas deben saber que no repercuten negativamente en el desarrollo de la gestación.

Síntomas del cloasma gestacional

El cloasma gestacional suele provocar pocos síntomas
El cloasma representa principalmente un problema estético transitorio. Son escasos los síntomas que pueden afectar la calidad de vida de las afectadas.

El cloasma puede aparecer en cualquier momento del embarazo, aunque como advierten los expertos es más común a partir del sexto mes. Los signos que permiten identificar esta afección son los siguientes:

  • Parches o manchas cutáneas de forma irregular (principalmente en el rostro).
  • El tono de las manchas puede variar, aunque por lo general son de marrón oscuro.
  • Cuando se desarrollan en el rostro se distribuyen por las mejillas y la frente. También pueden aparecer en la nariz, el mentón y el labio superior.
  • Las manchas se hacen más grandes, más irregulares o más intensas a medida que avanza el embarazo o se exponen al sol.
  • Los parches no producen picazón, ardor o irritación (a veces pueden picar un poco con la exposición al sol).
  • El tamaño de las manchas puede variar considerablemente: desde 1 hasta 10 centímetros.

Estos son los principales síntomas del cloasma gestacional. Salvo una leve picazón al exponerse al sol (muchas veces psicológica), no suelen ocasionar mayores problemas. Cuando así lo hacen lo más probable es que su desencadenante sea otro, de manera que se debe consultar con un especialista para determinar qué tipo de afección es.

Causas del cloasma gestacional

Aún se desconocen las causas precisas del cloasma gestacional. Los investigadores sospechan que el principal desencadenante lo encontramos en los cambios hormonales. En efecto, el incremento de los valores de estrógeno, progesterona y otras hormonas causan alteraciones que se sienten en casi todos los procesos del cuerpo. Los cambios en la piel son frecuentes, y no se manifiestan solo con melasma.

Por ejemplo, las piernas y los pies azulados, la picazón en las palmas, el sarpullido y el oscurecimiento de la piel no son trastornos infrecuentes durante la gestación. La exposición continua al sol se puede combinar con este desencadenante, ya que los rayos UV estimulan a las células de la capa dérmica y las hace producir más melanina.

La predisposición genética también puede unirse a los elementos anteriores para condicionar el desarrollo de esta hiperpigmentación. El uso de ciertos tratamientos para el cuidado de la piel (cremas, lociones y demás), a la par de la apuesta por las terapias hormonales antes del embarazo (pastillas anticonceptivas, por ejemplo), también pueden jugar en contra al momento de manifestar melasma gestacional.

Opciones de tratamiento

El cloasma gestacional puede tratarse
Si se busca atenuar las lesiones, es conveniente consultar con un dermatólogo para evaluar distintas opciones terapéuticas.

Aunque no supone un peligro para la madre o el feto, sí es un problema que puede ocasionar incomodidades estéticas. De hecho, y siguiendo a los expertos, hasta el 65 % de las mujeres manifiestan molestias, frustración y vergüenza en relación con el cloasma gestacional. No es infrecuente que este derive en inseguridades, baja autoestima, problemas de autoconfianza e incluso una leve depresión.

El diagnóstico del melasma por lo general no supone mayor problema, tanto así que un dermatólogo lo puede hacer con ayuda de una lámpara de Wood. Si existen dudas se pueden hacer biopsias de piel y otros exámenes complementarios para descartar cualquier tipo de patología que responda a los síntomas.

No existe un tratamiento estándar para la máscara del embarazo. Muchos de los casos presentan una resistencia a las terapias, de manera que los resultados son limitados. La evidencia señala que el uso de ácido azelaico en administración tópica puede tener efectos positivos en un par de semanas. Otros tipo de terapias dermatológicas también pueden usarse como complemento.

Los suplementos dietéticos también son una opción, así como pequeños cambios en los hábitos diarios (como reducir la exposición al sol). Aunque la terapia combinada por lo general es más efectiva, también suele derivar en efectos adversos. Al no percibir los resultados que se esperaban puede generarse una dependencia o abuso, lo cual produce de por medio irritación, picazón e inflamación de las áreas tratadas.

La mayoría de los casos desaparecen por sí mismos después del parto, aunque no suelen hacerlo inmediatamente. Pueden pasar semanas o meses para que la hiperpigmentación desaparezca sin mediación de algún tratamiento. No es infrecuente que regrese más adelante, en especial en presencia de alteraciones hormonales o exposición prolongada a la luz solar.



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