Vivir con síndrome del intestino irritable
El síndrome del intestino irritable es una patología crónica que genera cambios en los hábitos intestinales, por lo que vivir con ella es una tarea desafiante. Los síntomas de la enfermedad son impredecibles en algunos casos, pudiendo aparecer brotes agudos sin ninguna causa aparente.
Lo primero que debes saber es que no estás solo, el síndrome del intestino irritable o colon irritable es una afección frecuente alrededor del mundo. De hecho, estudios demuestran que su prevalencia a nivel mundial oscila entre el 7 y el 21 % de la población, siendo uno de los mayores motivos de consulta en el área de gastroenterología.
Las personas diagnosticadas con esta patología deben realizar cambios importantes en su estilo de vida, sobre todo en la dieta. La idea es evitar la aparición de los síntomas o el empeoramiento de los mismos. No obstante, vivir con el síndrome del intestino irritable y lidiar con estos cambios no siempre resulta sencillo, por lo que existen recomendaciones que resultan útiles en estos casos.
1. Buscar apoyo emocional
Las personas pueden presentar síntomas severos de colon irritable hasta por 6 meses de forma continua, lo que puede resultar agotador física y emocionalmente. En este sentido, muchas personas desarrollan sentimientos de culpa y aumentan su estrés psicológico al sentir que no son capaces de cumplir con sus actividades diarias.
Es importante que las personas que padezcan la enfermedad se tomen un momento para calmarse y reducir el estrés padecido. Este síndrome tienen un factor psicológico importante, por lo que el estrés, la ansiedad y la depresión pueden empeorar los síntomas.
El apoyo físico y emocional por parte de los seres queridos resulta reconfortante en la mayoría de los casos. Los familiares deben estar al tanto de la enfermedad y tratar de ayudar en las situaciones que se puedan presentar. Una buena técnica es solicitar ayuda con las actividades cotidianas cuando los síntomas intestinales sean un impedimento,lo que puede ayudar a disminuir la presión padecida.
La ayuda psicológica también puede ser necesaria y útil en algunas ocasiones. Debes tener en cuenta que no existe una cura definitiva para el síndrome del intestino irritable, por lo que un psicólogo puede prepararte para lidiar con la enfermedad el resto de tu vida.
2. Adaptar la alimentación
Los principales síntomas de esta enfermedad van desde dolor y distensión abdominal hasta cambios en los hábitos intestinales como diarrea y estreñimiento. La aparición de los mismos está ligada a la ingesta de ciertos alimentos, por lo que es necesario cambiar la dieta y el estilo de vida para vivir con el síndrome del intestino irritable.
En términos generales, se recomienda que las personas adopten un estilo de vida más activo y saludable, manteniendo una dieta balanceada y aumentando la actividad física. Los cambios en la alimentación son fundamentales, por lo que forman parte del tratamiento y de la prevención de la sintomatología.
Lo ideal es evitar los alimentos que desencadenen los síntomas, esta técnica se conoce como dieta de restricción. Múltiples investigaciones realizadas en personas con la enfermedad destacan la importancia de identificar los alimentos desencadenantes y de elegir opciones más saludables.
3. Aprender a sobrellevar los síntomas
La sintomatología de la enfermedad puede resultar realmente incómoda, por lo que es importante que las personas con la enfermedad aprendan a sobrellevar las manifestaciones clínicas. Los síntomas más molestos resultan ser el dolor, la diarrea y el estreñimiento, por lo que el control de los mismos en fundamental.
En caso de presentar estreñimiento, una idea útil es ingerir ciertas frutas y alimentos, sobre todo aquellos ricos en fibra para aumentar el peristaltismo intestinal. También debe tratar de mantener un horario regular con las comidas para acostumbrar al intestino a un ritmo determinado. Además, realizar un programa de reeducación intestinal puede ayudar en los casos de estreñimiento grave.
La diarrea es un síntoma con el cual es difícil lidiar, por lo que no hay muchas medidas para evitarla además de la dieta de restricción. Las personas pueden tratar de comer porciones pequeñas de forma seguida, de manera de mantener una motilidad intestinal constante. Otra técnica que puede resultar útil es reducir el estrés y tratar de mantener al organismo en calma.
Por último, vivir con el dolor que genera el síndrome del intestino irritable es posible. En estos casos, el médico puede indicar la ingesta de ciertos fármacos que ayuden en el alivio. El té de hierbas, el aceite de menta y colocar compresas calientes en el abdomen pueden ser de utilidad cuando se presenten fuertes calambres o espasmos.
4. Mantener una vida social y sentimental saludable
Los amigos y las parejas son fundamentales a la hora de lidiar con una enfermedad crónica, ya que los mismos pueden representar un apoyo incondicional. No obstante, los síntomas del colon irritable pueden interferir con estos vínculos, sobre todo si no conocen que se padece de la enfermedad.
Lo más recomendable es compartir el diagnóstico con sus amigos más cercanos, siempre y cuando se encuentre listo para hacerlo. Esto le permitirá organizar mejor las reuniones y salidas, al buscar bebidas y alimentos que no empeoren la sintomatología de su enfermedad. Además, sus amigos podrán comprender mejor cuando la enfermedad le impida asistir a alguna actividad.
Por su parte, el síndrome del intestino irritable también puede interferir con la vida amorosa de las personas. En algunos casos, los síntomas pueden generar un mal humor inexplicable en quienes los padecen, por lo que la pareja sentimental debe estar al tanto de la situación. Los mismos también pueden interferir en la vida sexual, siendo la comunicación algo fundamental para evitar conflictos en este aspecto.
5. Organizar cada día con base en los síntomas
Muchas veces realizar las actividades diarias como ir al supermercado o al trabajo es difícil cuando se debe vivir con el síndrome del intestino irritable. Los síntomas suelen empeorar en un momento específico del día en la mayoría de los casos y están relacionados con el estrés, por lo que organizar el día con base en ello resulta beneficioso para muchos.
En este sentido, si tus síntomas son peores en la mañana, debes hacer todo lo posible por realizar tus actividades en la tarde o cuando los síntomas sean más tolerables. Si padeces de diarrea y debes salir de tu casa, siempre es recomendable saber donde se encuentran los baños del establecimiento y estar preparado para cualquier eventualidad.
El síndrome del intestino irritable también está relacionado con el estrés laboral. De hecho, estudios demuestran que existe una alta prevalencia en los profesionales con alto grado de estrés como los médicos especialistas. Lo ideal es que converses con tu jefe acerca de la afección, además, debes informarle que la patología puede ser una posible causa de ausentismo laboral.
La prevención de los brotes agudos es la mejor opción
Vivir con el síndrome del intestino irritable puede resultar un verdadero desafío para algunas personas, sobre todo por lo impredecible que pueden ser los síntomas. No obstante, es posible sobrellevar la enfermedad y reducir su repercusión en la vida diaria al seguir las recomendaciones brindadas con anterioridad.
La mejor recomendación es evitar los brotes agudos al eliminar los alimentos desencadenantes. Estas comidas pueden variar de una persona a otra, por lo que es importante llevar un registro de las mismas. De igual forma, no olvides consultar con el especialista ante cualquier duda, solo el mismo estará en la capacidad de dar las mejores indicaciones para sobrellevar la enfermedad.
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