Ventajas y desventajas de quitarse las muelas del juicio

La mayoría de edad trae muchas cosas a tu vida, incluidos los terceros molares. ¿Es necesario quitarse las muelas del juicio? Descubre lo que dice la ciencia.
Ventajas y desventajas de quitarse las muelas del juicio
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 28 agosto, 2023

Para muchas personas, la salida de los últimos molares permanentes es un causante de molestos problemas de salud. De todos modos, debido a la desinformación y a los mitos populares, es habitual que surjan muchas preguntas respecto a estas piezas: ¿es necesario quitarse las muelas del juicio? ¿Cuáles son las ventajas de sacarlas? ¿Cuáles son los riesgos de la cirugía?

Ante tantas dudas, la última palabra para responder mejor a cada caso la tendrá el odontólogo. De todos modos, en este artículo exploraremos en detalle las ventajas y desventajas de las extracciones de las cordales. Entender mejor los beneficios y contras de esta cirugía te ayudará a tomar decisiones informadas sobre tu salud bucal.

Las muelas del juicio y sus complicaciones asociadas

Los terceros molares, también conocidos como cordales o muelas del juicio, son los últimos elementos dentarios permanentes en erupcionar. Lo hacen entre los 17 y los 21 años, en la parte más posterior de los maxilares, por detrás de los segundos molares. Su nombre se debe a la creencia popular de que estas piezas aparecen cuando las personas se vuelven adultas y empiezan a tener más juicio o sabiduría.

Debido a que estos elementos brotan en la parte más posterior de la boca y de manera tardía, muchas veces no disponen del espacio suficiente para su correcto posicionamiento, o se ubican en ángulos incorrectos. Por ello, algunas personas sufren complicaciones y molestias asociadas a estas muelas.

Según un estudio publicado en European Journal of Dentistry, es habitual que la falta de espacio provoque la impactación o semiimpactanción de esta pieza. Esto significa que la muela no logra erupcionar y queda retenida de forma parcial o total en el interior del hueso y la encía. Esta situación se asocia a complicaciones dentales como quistes foliculares, procesos inflamatorios, infecciones, alteraciones oclusales, patologías en los tejidos vecinos y neoplasias.

Otra situación habitual asociada a esta muela es la agenesia, es decir, la falta de desarrollo y ausencia de este elemento. Una revisión bibliográfica de University of the Pacific explica que las muelas del juicio son un vestigio de nuestros antepasados, y los cambios en la dieta humana han llevado a que estos elementos ya no sean necesarios y falten cada vez con más frecuencia.

Por último, otro de los problemas asociados a la aparición de las cordales es que, al estar ubicadas al final de la boca, son difíciles de limpiar. Esto predispone a la aparición de caries y al empaquetamiento de residuos que favorecen la inflamación y la infección de los tejidos circundantes.

Por estas razones, las extracciones de estas piezas son habituales. Pero, como te contaremos, no siempre son necesarias.



Los mitos más comunes sobre las muelas del juicio

En la salud dental, existen falsos mitos, malas costumbres y consejos erróneos que pueden llegar a ser muy dañinos. Las cordales no están ajenas a los dichos populares y es habitual escuchar conceptos equivocados y experiencias terribles relacionadas con estas muelas.

Estas son algunas de las creencias asociadas a estas muelas que pueden conducir a decisiones de salud desacertadas y a temores infundados:

  • Quitarse las muelas del juicio duele: como toda cirugía, la extracción de los terceros molares tiene sus complicaciones y requiere tiempo y cuidados para que el cuerpo se recupere. De todos modos, la intervención se realiza bajo anestesia y el paciente no siente dolor durante el procedimiento.
  • Al no quitarse las muelas del juicio, los demás dientes se desacomodan: una revisión publicada en Integrative Journal of Medical Sciences explica que la influencia del tercer molar en el apiñamiento anterior es controvertida y no existe una conexión clara. Las malposiciones de los elementos dentarios de la boca no se producen por la presión que ejercen las muelas del juicio.
  • Las muelas del juicio son las piezas más grandes de la boca: las cordales no son las piezas más grandes de la boca. De hecho, muchas veces son más pequeñas que el resto de las muelas o presentan raíces curvas, enanas o fusionadas. Como explica un artículo de la Revista de la Asociación Dental Mexicana, estas características anatómicas muchas veces dificultan las extracciones.
  • A todo el mundo le salen las muelas del juicio: no todas las personas desarrollan sus muelas de juicio. Un estudio publicado en American Journal of Human Biology indica que los terceros molares son los dientes faltantes congénitos más comunes.
  • Después de quitarse las muelas del juicio no hay que lavarse los dientes: sostener una adecuada  limpieza dental después de una cirugía oral ayuda a evitar infecciones y posibles complicaciones. El odontólogo indicará los cuidados a considerar.
  • Todas las muelas del juicio deben quitarse: no siempre está indicada la extracción de los terceros molares. Si las piezas están sanas, bien ubicadas y no generan molestias, pueden permanecer en la boca.

¿Cuándo es necesario quitarse las muelas del juicio?

A pesar de que muchas personas consideran que las muelas del juicio siempre deben quitarse, lo cierto es que solo está indicada su extracción en situaciones puntuales.

Como indica una investigación de Australian Dental Journal «existen indicaciones bien establecidas para la extracción de terceros molares sintomáticos. Sin embargo, todavía existe cierta controversia y debate sobre la extracción rutinaria de los terceros molares asintomáticos y libres de patología».

Según una revisión del Journal of Clinical and Experimental Dentistry , estas son algunas de las situaciones habituales que llevan a los odontólogos a extraer las muelas de juicio:

  • Quistes
  • Tumores
  • Fracturas
  • Infecciones
  • Caries irrecuperables
  • Pericoronaritis a repetición
  • Daños en los tejidos vecinos
  • Erupción en una posición incorrecta
  • Enfermedad periodontal que no revierte con tratamiento

En el caso de los terceros molares libres de patología, la exodoncia debe basarse en los riesgos y beneficios de las extracciones, así como en las consecuencias de su retención en la boca. Los expertos sugieren que en pacientes sanos y con una adecuada higiene oral, la permanencia y el control periódico de las muelas del juicio asintomáticas es lo más conveniente.

Ventajas de quitarse las muelas del juicio

Quitarse las muelas del juicio cuando es necesario aporta múltiples beneficios al paciente. Desde eliminar molestias y síntomas evidentes hasta prevenir complicaciones a futuro. A continuación mencionamos algunas de las ventajas de la extracción de las cordales:

  • Eliminar el dolor: las infecciones, las caries y la pericoronaritis —un proceso infeccioso e inflamatorio en las mucosas de alrededor de las muelas de juicio— provocan dolor e incomodidad. Al quitar el molar problemático, se elimina el síntoma.
  • Prevención de patologías futuras: al quitar la muela del juicio se previenen patologías futuras asociadas a esta pieza dentaria: caries, infecciones, quistes, reabsorción de las raíces de las piezas vecinas, neoplasias, entre otras.
  • Mejorar el cuidado de la boca: debido al posicionamiento posterior de estas muelas, su cuidado suele ser dificultoso. Retirar estas piezas facilita el mantenimiento de la higiene bucodental.

Desventajas de la extracción de las cordales

Extraer las cordales cuando es necesario aporta beneficios para la salud de las personas. De todos modos, como en todas cirugías, existen algunas complicaciones y molestias asociadas que es preciso conocer.

Debido al posicionamiento posterior de estas piezas, a las curvaturas de las raíces, las malposiciones en la arcada o a que permanecen retenidas en el hueso, las extracciones de los terceros molares resultan más dificultosas en comparación a las exodoncias de otras piezas dentarias.

Como concluye una revisión en Odontología Vital, un minucioso diagnóstico y estudio del caso clínico es fundamental para prevenir complicaciones. Los cuidados posoperatorios también son fundamentales.

Complicaciones durante la cirugía

Tal y como advierte una revisión de la literatura publicada en la Revista San Gregorio, en algunas situaciones pueden desarrollarse complicaciones durante la intervención quirúrgica. La cercanía de las muelas al nervio dentario inferior puede provocar afecciones en la sensibilidad de la boca. También pueden ocurrir laceraciones de los tejidos blandos, daños óseos y alteraciones en la articulación temporomandibular.

Inconvenientes posquirúrgicos

Una vez finalizada la intervención, también pueden surgir complicaciones. Si bien durante la cirugía el paciente está anestesiado y no siente molestias, luego de que pasen los efectos puede aparecer dolor. El odontólogo suele indicar algún analgésico para tener un posoperatorio tolerable.

Cuando la extracción de la muela del juicio es muy dificultosa y requiere la eliminación de ciertas partes del hueso maxilar, la cara y la boca pueden hincharse por algunos días. Esta molestia puede mejorarse aplicando hielo de manera intermitente sobre la zona o tomando antiinflamatorios.

Los hematomas en la cara también son frecuentes cuando las exodoncias son dificultosas. Los mismos desaparecen por sí solos al cabo de 2 o 3 días.

Tras la intervención, también pueden producirse alveolitis e infecciones que deben tratarse de manera oportuna por el dentista. Asimismo, el trismus o la imposibilidad de abrir la boca también está asociado a estas intervenciones.



Cuidados a considerar después de sacarse las muelas de juicio

Una vez finalizada la cirugía, el odontólogo indica algunos cuidados a tener en cuenta para mejorar el posoperatorio, disminuir las complicaciones y promover la cicatrización de los tejidos. Estas son algunas prácticas convenientes:

  • Mantener una buena higiene bucal. Para mantener la boca limpia y evitar el cepillado directo sobre la zona intervenida, el dentista puede sugerir hacer enjuagues con agua tibia y sal o usar algún antiséptico. En el resto de la boca se sebe sostener un cepillado suave y cuidadoso.
  • Cuidar la alimentación. Durante los primeros días se recomienda optar por una dieta blanda y fría que evite la necesidad de masticar con fuerza y ayude a desinflamar. Las sopas frescas, los batidos, los yogures y los purés son buenas opciones.
  • Descansar y evitar las actividades físicas intensas. Con el fin de evitar las hemorragias y promover la cicatrización, se debe evitar la actividad física durante los primeros días. Se pueden usar algunas almohadas para descansar mejor y mantener la cabeza en una posición más elevada.
  • Evitar la succión. No se deben usar sorbetes ni hacer enjuagues bucales ya que pueden desprender el coágulo de sangre necesario para una correcta cicatrización.
  • No fumar.
  • Tomar la medicación indicada por el dentista.
  • Aplicar hielo en la parte externa de la mejilla para disminuir la inflamación y el dolor.

Una decisión con fundamento

La decisión de quitarse las muelas del juicio debe tomarse con la guía de un odontólogo calificado que estudie en detalle el caso clínico. Aunque sea un procedimiento común, no es necesario en todos los casos.

Si el dentista recomienda conservar las muelas del juicio en la boca, deberás comprometerte a mantenerlas limpias y sanas. También deberás cumplir con los controles pautados por el profesional.

En cambio, si el profesional recomienda la intervención, asegúrate de discutir tus temores, preocupaciones y necesidades. Aunque se trate de una cirugía con algunos riesgos y existan relatos populares que acrecienten tus dudas, confía en el criterio de tu dentista. Un minucioso estudio de tu caso y los cuidados posteriores adecuados ayudarán a prevenir complicaciones.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.