¿Qué es la satiromanía?

La satiromanía es el término popular con el cual se conoce el trastorno del comportamiento sexual compulsivo en los hombres. Veamos qué se sabe al respecto.
¿Qué es la satiromanía?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 septiembre, 2021

La satiromanía se define como la ‘conducta sexual descontrolada por parte de los hombres’. Se trata del concepto opuesto al de ninfomanía, y al igual que este tiene su origen en la Antigua Grecia. Los sátiros, en la mitología, son criaturas semisalvajes que deambulan por el bosque; son amantes del vino y el placer. Tal y como sucede con el concepto de ninfomanía, solo se usa en conceptos informales.

En efecto, en la literatura médica se acostumbra a evitar este tipo de términos por considerarlos inapropiados. En este sentido, se prefiere el de conducta sexual compulsiva e incluye tanto a hombres como mujeres. Más adelante te enseñamos todo lo que debes saber sobre él: características, síntomas, diagnóstico y opciones de tratamiento.

Características de la satiromanía

La satiromanía se relaciona con una probable adicción al sexo
En ocasiones, los síntomas de la satiromanía no se alivian inclusive al practicar relaciones sexuales con frecuencia. Esto suele ser una fuente de ansiedad y frustración.

La satiromanía se caracteriza por un comportamiento sexual descontrolado. Es decir, por un deseo insaciable de practicar el coito. No se relaciona con las parafilias, ya que no tiene que existir una desviación del comportamiento normal para que se considere como tal.

Este término no se usa en la literatura médica, ya que se prefiere describirlo como trastorno del comportamiento sexual compulsivo. Así se incluye en la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE). En ocasiones, también se conoce como hipersexualidad y con menos frecuencia adicción al sexo.

El uso de este último término no deja de ser polémico. Aunque algunos investigadores destacan su similitud con patrones de adicciones, en realidad se prefiere utilizar el nombre recogido en la CIE. Sea como fuere, por satiromanía se entiende, en contextos populares, al deseo incontrolable de tener sexo por parte de los hombres. Se le considera entonces un trastorno de la sexualidad.

Los comportamientos sexuales de este tipo deben ser tratados por un especialista. La evidencia sugiere que quienes lo padecen se arriesgan a contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS), entre las cuales destacan sífilis, clamidia, gonorrea y VIH. Dada la vehemencia por consumar el acto, muchas veces se omite el protocolo para practicar un sexo seguro.

Síntomas de la satiromanía

No todos los episodios de satiromanía son iguales. Además, ten en cuenta que no todos los hombres que experimenten una etapa con libido alto se les cataloga dentro del trastorno. La edad, los cambios hormonales y otros factores hacen que la libido oscile a lo largo de la vida, de manera que presenta momentos de mayor intensidad sin que se relacionen con la satiromanía.

Una vez aclarado esto, el principal síntoma del trastorno es que la conducta sexual se manifiesta de forma repetitiva. Tal y como señalan los investigadores, existe una incapacidad para regular este comportamiento sexual, lo que deriva en un deseo incontrolable por satisfacer el acto sexual. Veamos algunos de los signos de alerta:

  • Impulsos sexuales repetitivos e intensos que solo se sacian al practicar sexo (en ocasiones la masturbación puede aliviar el impulso, pero no de la misma manera que el coito).
  • Descuido de la salud, el trabajo y las relaciones sociales por buscar maneras de satisfacer el comportamiento.
  • Esfuerzos infructuosos al momento de reducir la frecuencia con la cual se practica el sexo (a pesar de las consecuencias adversas).
  • Cuadros de angustia, ansiedad y tensión al no poder satisfacer la conducta a través del sexo.

Es muy importante que estos cuatro criterios se presenten para confirmar que se está en presencia de un episodio de satiromanía. El impulso sexual por sí mismo no es suficiente, debe estar acompañado de un deterioro de varios aspectos de la vida, de angustia y de ansiedad sexual al no poder consumar el acto, y de repetitivos esfuerzos inefectivos al momento de detener la conducta.

Diagnóstico de la satiromanía

Dada la facilidad con la cual se puede autodiagnosticar de manera errónea la satiromanía, el proceso siempre lo debe hacer un profesional. La suma de todos los criterios anteriores en el contexto del paciente ayudarán a orientar el diagnóstico del trastorno por parte del especialista.

Algunos estudios han propuesto una escala para facilitar la identificación de este tipo de conductas sexuales. Se basa en un modelo de puntuación que tiene como referencia los criterios de control, prominencia, recaída, insatisfacción y consecuencia negativas. Si el paciente obtiene determinada puntuación durante la prueba, es un indicio de que puede ser diagnosticado con el trastorno.

También es importarte recordar en este punto que la satiromanía puede aparecer como consecuencia de un trastorno mayor. Por ejemplo, existe evidencia que relaciona al trastorno bipolar con las adicciones conductuales, entre las cuales se encuentra el comportamiento sexual compulsivo. A su vez, los investigadores señalan que esta conducta puede ser una manifestación del trastorno obsesivo compulsivo.

Es por todo esto que siempre se requiere la mediación de un profesional para hacer el diagnóstico de la satiromanía. Puede ser una señal de un trastorno mayor o presentarse solo como una etapa de mayor libido sin más consecuencias en la vida de la persona.

Opciones de tratamiento

La satiromanía tiene tratamiento farmacológico
En conjunto con la psicoterapia, el uso de algunos medicamentos ha demostrado cierta utilidad para tratar los síntomas de la satiromanía. Es el caso de los antidepresivos.

Las alternativas de tratamiento de la satiromanía varían de acuerdo con cada caso. No existen dos iguales, y la intensidad de los episodios en los pacientes nunca es la misma. Para contrastar los impulsos, los estudios y las investigaciones avalan el uso de un tratamiento farmacológico combinado con un enfoque terapéutico.

Las opciones farmacológicas utilizadas son naltrexona e ISRS (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina), aunque estas no están aprobadas en todos los países.

De acuerdo con el contexto, también se pueden utilizar estabilizadores del estado de ánimo como lo son el ácido valproico y el litio. También se pueden usar diferentes medicamentos antidepresivos y antiandrógenos.

En cuanto al enfoque terapéutico, se suele utilizar el proceso de facilitación de los 12 pasos, atención plena, terapia cognitiva conductual y terapia psicodinámica. La elección la hace el especialista de acuerdo con las características del caso y la disposición que tenga el paciente. La terapia familiar y la terapia de pareja también pueden ser útiles como complemento.

En síntesis, este trastorno de la conducta sexual es un problema real que puede deteriorar la calidad de vida de quien lo padece. Existen varias alternativas al momento de tratarlo, las cuales se pueden abordar desde diferentes enfoques.

Si crees que padeces de este trastorno no dudes en buscar asistencia médica. Evita a toda costa optar por la automedicación o los comportamiento ortodoxos para detener los impulsos.



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