Pogonofilia: la atracción por los hombres con barba
Las modas cambian con rapidez. Lo que hoy está en boga, mañana dejará de estarlo, cumpliendo un ciclo sin fin. Una moda que ha persistido durante varias décadas es la de la barba masculina. Esto ha dado origen a lo que se conoce como pogonofilia.
Pogonofilia es un término que se compone del griego pogon (barba) y philos (amante o amado). Alude a la atracción, a menudo intensa, que se siente por las barbas masculinas. Una atracción que se manifiesta en el plano erótico, emocional y sexual. Es lo contrario a la pogonofobia, que hace referencia al temor por los hombres barbudos.
Características de la pogonofilia
Aunque la pogonofilia es una palabra que se ha hecho conocida en los últimos años, en realidad la idea a la que alude es muy antigua. Diversas civilizaciones han asociado la barba masculina con cierto atractivo físico o con poder, autoridad y superioridad.
Internet y las modas del presente siglo han hecho que las personas hayan encontrado que su atracción por la barba masculina es cosa compartida. El movimiento lubersexual, por ejemplo, aprovecha la moda y las redes para pregonar más y más el atractivo por los hombres con barba.
Sea como fuere, este atractivo se manifiesta de forma diferente. Puede ser solo un interés pasajero, una atracción intensa e incluso despertar excitación y placer. De ser este último caso, la pogonofilia estaría más cerca de una parafilia.
La pogonofilia puede condicionar la manera en que hombres y mujeres gestionan sus relaciones sociales. Por ejemplo, pueden llegar a establecer relaciones románticas y sexuales solo con hombres con barbas y simpatizar con grupos de amigos que se dejan crecer el vello facial. En sí misma no es una tendencia perjudicial, pero sí interesante desde el punto de vista científico.
¿Cómo se explica la pogonofilia?
Existen muchas teorías de por qué algunas personas sienten atracción hacia la barba masculina. Aunque se desarrolla con diferentes grados de interés, la mayoría de los casos se asocian con sentimientos de gran intensidad. Es decir, la atracción es desmedida, incontrolable e incluso puede derivar en obsesión.
Este comportamiento se puede explicar de diferentes maneras, como a través de trastornos. Pero hoy tendremos en cuenta la forma en la que el vello facial masculino se puede relacionar con el erotismo, la belleza y la salud.
La barba como símbolo de dominio
Un estudio publicado en 2017 en Adaptative Human Behavior and Physiology comparó las opiniones subjetivas de un grupo de participantes al evaluar rostros afeitados, con barba incipiente y con barba completa. El consenso fue asociar la barba completa con un mayor dominio social explícito.
Es decir, los hombres con barba son considerados más dominantes, más poderosos, fuertes y con opiniones de autoridad. Esto se puede traducir, en el caso de pogonofilia, en mayor protección y seguridad al momento de entablar una relación o mayor placer en el plano sexual. También se podría asociar con la hibristofilia.
Masculinidad, salud y belleza
Una investigación publicada en Evolution and Human Behavior en 2013 indagó sobre las percepciones subjetivas de un grupo de personas sobre la barba en relación con la masculinidad, la salud y la belleza. Los resultados fueron los siguientes:
- Las mujeres asocian un valor más atractivo a la barba incipiente.
- Los hombres califican a la barba completa o abundante como más atractiva.
- La barba completa se valora por hombres y mujeres como una mayor capacidad de crianza y mejor estado de salud.
- Se relaciona un mayor grado de masculinidad a medida que la barba es más poblada.
Por tanto, el vello facial masculino sería un predictor social de masculinidad, belleza y salud. Otro estudio encontró que la barba masculina se valora por muchas personas cuando existen intenciones de establecer una relación a largo plazo. Cuando es a corto plazo, el interés por ella es mucho menor.
La barba como mediadora del interés sexual
Un estudio publicado en 2015 en Archives of Sexual Behavior exploró el papel de la distribución del vello corporal y facial en su relación con el interés sexual de las mujeres. Encontró que los hombres con vello facial uniforme eran percibidos con mayor interés sexual que aquellos que tenían una barba irregular.
Otro estudio realizado 2 años después, en 2017, evaluó el interés sexual por parte de mujeres heterosexuales y hombres homosexuales con respecto al vello facial y corporal. En general, a mayor vello, mayor interés sexual. De manera que la pogonofilia puede explicarse también a través de estos resultados.
La atracción por el vello no tiene por qué ser obsesiva
A veces no hay una aparente causa de esta atracción y no siempre está asociada a comportamientos o expectativas sexuales. Puede resultarte llamativo el vello sexual masculino porque está de moda, te parece estético o sin una razón aparente. No es una atracción negativa, pero sí curiosa desde el punto de vista del comportamiento humano.
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