¿Qué son las pápulas perladas?
Las pápulas perladas, también conocidas como pápulas del pene, son pequeñas lesiones benignas que se desarrollan en la corona del glande. Se describieron por primera vez en 1700 por Littré y Morgagni y desde entonces se han denominado de diferente manera. Papilomatosis corona del pene, corona capillitii y papiloma hirsutoide son solo algunos de sus nombres paralelos.
El término pápulas perladas se utilizó por primera vez en 1964 de la mano de Johnson y Baxter. Aunque pueden ocasionar incomodidades estéticas, lo cierto es que estas manifestaciones son completamente benignas. Se pueden confundir con facilidad con otras condiciones, como por ejemplo infecciones de transmisión sexual. Te explicamos en las líneas siguientes todo sobre ellas.
Características de las pápulas perladas
Se estima que las pápulas del pene están presentes hasta en el 48 % de los hombres, aunque el porcentaje real varía de acuerdo con la región. Se caracterizan por pequeñas masas filiformes o con diseño de cúpula que miden entre 1-2 milímetros de diámetros y 1-4 milímetros de altura. Están orientadas siempre alrededor de la corona del glande, y lo pueden hacer en una o dos filas.
Pueden rodear el glande por completo, aunque también pueden aparecer en solo una sección de él. A pesar de que se han reportado pápulas perladas ectópicas, en realidad estos casos son muy raros. También es poco frecuente su aparición en niños prepuberales, ya que casi todos los episodios se desarrollan o bien al final de la pubertad o bien durante la adultez temprana.
Existe evidencia de que las pápulas disminuyen e incluso desaparecen con la edad, en especial luego de los 50 años. Son menos frecuentes en los hombres circuncidados, probablemente porque la abrasión de la corona expuesta hace que estas retrocedan al momento de manifestarse. Su presencia a menudo genera incomodidad, vergüenza e incluso miedo de una posible infección.
No es infrecuente que las pápulas generen también insatisfacción sexual o sospechas de infidelidad (cuando se relacionan con enfermedades de transmisión sexual). Reiteramos que son completamente benignas, de manera que los pacientes que las desarrollan no deben tener alguna preocupación al respecto. No son un síntoma de un proceso infeccioso, una enfermedad o alguna complicación de este tipo.
Causas de las pápulas perladas del pene
Los científicos no están seguros de las causas de las pápulas perladas del pene. Se cree que son un registro vestigial, ya que pápulas similares se pueden apreciar en otros mamíferos. En concreto, se asemejan a las espinas del pene que se encuentran en el mismo lugar en primates. También las encontramos en animales como koalas, hienas, gatos, murciélagos y algunas especies de roedores.
Desde el punto de vista médico las pápulas se consideran un tipo de angiofibroma. Al igual que sucede con las glándulas de Fordyce, pueden secretar aceites para mantener el pene en buenas condiciones. En algunos hombres estos aceites pueden producirse en exceso y, en combinación con células muertas y la humedad, pueden dar lugar a la presencia de esmegma en cantidades elevadas.
Opciones de tratamiento
Aunque las pápulas son completamente benignas y no se relacionan con complicaciones de salud, muchos de los hombres que las manifiestan desean eliminarlas. Las pápulas no se pueden prevenir, pero la circuncisión temprana puede reducir significativamente su desarrollo por los motivos ya expuestos. Existen varias alternativas para aquellos que desean eliminarlas por estética.
Lo primero que debemos apuntar es que las pápulas no se pueden extirpar desde casa. Esto puede dar lugar a procesos infecciosos o cicatrices irreversibles. Tampoco se deben usar pomadas o ungüentos destinados a tratar verrugas, ya que estos productos no están diseñados para ellas. Pueden causar irritación, reacciones adversas y no ayudan a disminuir su tamaño o grosor.
Los investigadores han encontrado varias maneras de deshacerse de las pápulas perladas de forma segura. La crioterapia, la electrodesecación, el curetaje y la terapia con láser son algunas de las opciones disponibles con resultados seguros. No dejan cicatrices, son relativamente asequibles y no se relacionan con complicaciones a largo plazo.
En función de la edad, las pápulas pueden aparecer de nuevo luego de un par de años y algunas alternativas pueden ser más dolorosas que otras. El paciente debe avaluar los pros y contras de cada intervención de la mano del especialista, y hacerlo siempre en centros médicos que cuenten con la respectiva acreditación. A pesar de esto, se perfilan como opciones seguras para quienes no se sienten cómodos con ellas.
Diagnóstico diferencial de las pápulas perladas
Aunque las pápulas son benignas y no son un síntoma de una enfermedad o infección mayor, algunas veces la manifestación puede confundirse con una afección diferente. Entre los diagnósticos diferenciales más comunes destacamos molusco contagioso, hiperplasia sebácea del pene, verrugas genitales y liquen nítido. Solo un profesional cualificado puede determinar estos diagnóstico paralelos.
Las pápulas no se acompañan de síntomas, de manera que no deben ocasionar picor o irritación. Si sospechas que se corresponden con alguna de las afecciones citadas, consulta con un especialista para un diagnóstico seguro. En caso de que desees eliminar las pápulas, explora la alternativa que se ajuste mejor a tu bolsillo, pero que al mismo tiempo se asocie con mayores beneficios.
- Agha K, Alderson S, Samraj S, Cottam A, Merry C, Lee V, Patel R. Pearly penile papules regress in older patients and with circumcision. Int J STD AIDS. 2009 Nov;20(11):768-70.
- Honigman, A. D., Dubin, D. P., Chu, J., & Lin, M. J. (2020). Management of Pearly Penile Papules: A Review of the Literature. Journal of cutaneous medicine and surgery. 2020; 24(1): 79-85.
- JOHNSON BL Jr, BAXTER DL. PEARLY PENILE PAPULES. Arch Dermatol. 1964 Aug;90:166-7.
- Neri I, Bardazzi F, Raone B, Negosanti M, Patrizi A. Ectopic pearly penile papules: a paediatric case. Genitourin Med. 1997 Apr;73(2):136.
- Sonnex C, Dockerty WG. Pearly penile papules: a common cause of concern. Int J STD AIDS. 1999 Nov;10(11):726-7.