¿Qué es una ileostomía?
Una ileostomía es un procedimiento quirúrgico en el que la luz del íleon (esto es, la tercera y última parte del intestino delgado) se conecta con la pared abdominal. No se debe confundir con una colostomía, procedimiento similar en el que se conecta el colon y no el íleon a dicha pared. Te enseñamos las características de la ileostomía, con énfasis en sus aplicaciones y riesgos asociados.
Se trata de un tipo de estoma, y puede ser temporal o permanente. Todo depende de la naturaleza por la cual se realiza, de modo que la persona puede lidiar con ella durante un par de meses o de por vida. Para que el procedimiento sea el exitoso, se deben realizar ciertos cambios en los hábitos de vida, los cuales aceleran la recuperación y promueven su funcionalidad.
¿Para qué se hace una ileostomía?
El procedimiento se realiza cuando por diversos motivos (enfermedades, inflamaciones, infecciones y demás) el intestino grueso está limitado para procesar los alimentos adecuadamente.
Dado que el organismo no puede destinar los desechos por la vía convencional, se opta por conectar el intestino delgado con la pared abdominal para que se canalicen los residuos. Veamos los contextos en los que se puede hacer una ileostomía:
- Enfermedad de Crohn.
- Cáncer colorrectal.
- Cirugía de diverticulitis, colitis ulcerosa o poliposis adenomatosa familiar.
- Disfunción de la motilidad colónica.
- Daño, rotura u obstrucción del intestino grueso.
- Enfermedad de Hirschprung.
Dado que las condiciones anteriores impiden parcial o totalmente el drenaje de los materiales de desecho, se deben buscar alternativas para canalizar la materia fecal. Se opta entonces por una ileostomía, la cual permite obviar las posibles complicaciones en el colon y destinar entonces los residuos de la digestión hacia el exterior.
¿Cómo se hace una ileostomía?
El procedimiento se realiza bajo anestesia general. El cirujano realiza una pequeña incisión en la pared abdominal, localiza la parte final del intestino delgado y lo conecta con el estoma. La parte del íleon se vuelve al revés, de manera que queda expuesto en la superficie. Puede sobresalir un poco sobre esta o por el contrario mantenerse al mismo nivel de la pared abdominal.
El revestimiento tiene una apariencia suave y rosa, muy similar al interior de las mejillas. No cuenta con terminaciones nerviosas, de modo que en sí mismo no es una fuente de dolor y de mayores malestares.
Este puede encogerse un poco inmediatamente después de la cirugía. Por lo general el estoma es redondo u ovalado y no cuenta con una válvula o esfínter de cierre como ocurre con el ano.
De acuerdo con la condición subyacente, durante el procedimiento se puede extirpar el colon o en todo caso coserlo para que descanse durante el tiempo en que se extiende el proceso.
Para que el procedimiento sea exitoso se le sugerirá al paciente bajar de peso (si procede), dejar de fumar dos semanas antes de la cirugía, no comer nada las 12 previas a la intervención y regular la ingesta de ciertos medicamentos (el especialista indicará cuáles).
Tipos de ileostomía
La ileostomía se puede dividir en temporal o permanente en función del tiempo que se espera que se prolongue el estoma. En el primer caso el procedimiento es reversible, de modo que en un par de semanas o meses se realiza una intervención para conectar el intestino delgado con el colon. En el segundo es irreversible y el paciente debe habituarse a derivar sus desechos por el estoma.
También se puede distinguir la ileostomía estándar y la ileostomía continente. En el procedimiento estándar no hay manera de controlar la derivación de los desechos, mientras que en el segundo media una válvula para regular el momento en que estos salen al exterior. El primero se conoce también como ileostomía de Brooke y el segundo como ileostomía de Kock.
Complicaciones y riesgos
De acuerdo con los investigadores, hasta el 20 % de los pacientes desarrollan complicaciones durante o después de la intervención. Las más comunes son las siguientes:
- Infecciones o abscesos.
- Retracciones o prolapsos.
- Formación de fístulas.
- Irritaciones de la piel.
- Insuficiencia renal.
- Desequilibrio de electrolitos.
- Hernias paraestomales.
- Isquemia o necrosis.
- Estenosis.
- Procesos de obstrucción.
Téngase en cuenta que la ileostomía puede ser la única alternativa posible, de modo que se apelará a ella a pesar de las posibles complicaciones. El especialista orientará al paciente sobre los cambios en los hábitos de vida que debe hacer para reducir los posible riesgos. Estos cambios incluyen, aunque no se limitan, a lo siguiente:
- Beber abundante líquido durante el día.
- Restringir la ingesta de alimentos que pueden causar gases.
- Masticar adecuadamente la comida.
- Optar por la ingesta de porciones pequeñas en intervalos regulares.
- Reducir el consumo de alcohol y cafeína, también la interacción con el cigarrillo.
- Evitar la goma de mascar.
A pesar de que habrá limitaciones, el paciente puede participar en una variedad de actividades como asistir a lugares públicos, hacer deporte, viajar, comer en restaurantes y demás. Sin embargo, debe consultar con el especialista qué puede y qué no puede hacer para evitar posibles complicaciones. La recuperación inicial es lenta, y casi siempre se hace en el hospital.
La ileostomía puede salvar vidas, y el cuidado de esta y los cambios en los hábitos de vida contribuyen a lidiar con ella. Es muy importante que el paciente se informe adecuadamente de cómo gestionarla, también de los motivos y el tiempo durante el cual debe tolerarla. No dudes en consultar tus dudas con los especialistas, las enfermeras y los grupos de apoyo para que estés al tanto de la situación.
- Rajaretnam, N., & Lieske, B. Ileostomy. 2018.