Cómo evitar un corte de digestión
El corte de digestión es el término popular con el que se describe al síndrome de hidrocución. El síndrome de hidrocución es una serie de reacciones en el organismo como consecuencia de una diferencia brusca de la temperatura. Las reacciones pueden ser tan intensas que puede exponer a los nadadores al ahogamiento. En vista de ello, repasamos 7 consejos básicos para evitar el corte de digestión.
Los síntomas inmediatos del corte de digestión son calambres en las extremidades, fatiga, dolores de cabeza, incomodidades auditivas, visuales y palpitaciones. En casos extremos puede ocurrir pérdida de la consciencia, el principal catalizador del ahogamiento en este síndrome. Dadas las consecuencias potencialmente mortales, te presentamos algunas recomendaciones para evitar un corte de digestión.
7 consejos para evitar un corte de digestión
El síndrome de hidrocución es un fenómeno muy complejo. Omitiendo muchos detalles, ocurre debido a la vasoconstricción producida por el contacto con el agua fría. Como consecuencia sucede un aumento de la resistencia vascular periférica, lo que a su vez genera hipertensión arterial y disminución del retorno venoso. El corazón y el cerebro se resienten especialmente, lo que da como resultado los síntomas descritos.
El síncope y el paro cardíaco pueden ocurrir en determinadas circunstancias, en especial en personas con su sistema cardiovascular comprometido. Se describió por primera vez por G. Lartigue en 1954. Utilizó el término como un homólogo de la electrocución, solo que esta vez aplicado por el contacto con el agua. Dado que la analogía no es clínicamente correcta, muchos prefieren denominarlo en el presente como shock termodiferencial.
Contrario a lo que se piensa, evitar un corte de digestión no pasa por cohibirse de comer antes de nadar. Esto es un mito que ha tenido una gran aceptación popular, pero como bien nos recuerda la Federación Internacional de Salvamento Acuático, carece de fundamento científico. Veamos qué cosas sí pueden ser efectivas para evitarlo.
1. No entres al agua fría de manera brusca
El corte de digestión ocurre debido al contacto repentino con el agua fría. Cuando ocurre esto, el organismo desencadena una vasoconstricción inmediata, en especial cuando se ingresa de manera brusca a un cuerpo de agua. Por todo esto, una de las mejores formas de evitar el corte de digestión es ingresar al agua de manera lenta.
En lugar de ingresar todo tu cuerpo a la masa de agua, hazlo primero bañando tus piernas, tus brazos, tu cuello y tu cabeza. Hazlo especialmente durante los días más calurosos, ya que en estos contextos el organismo pone en marcha la vasodilatación. Frente a ella, el cambio fisiológico por entrar al agua fría puede ser más perjudicial. Es por esto que el corte de digestión es más frecuente durante el verano.
2. Date una ducha previa con agua templada antes de nadar
Otra forma de evitar el corte de digestión es dándote una ducha con agua templada antes de ingresar al agua. Así logras temperar la superficie de la piel, lo que a su vez reduce las probabilidades de un shock termodiferencial. Nunca debes darte una ducha con agua fría, ya que los síntomas pueden aparecer con la misma intensidad en estos contextos. Opta siempre por agua templada, tanto antes como después de nadar.
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3. Evita pasar mucho tiempo bajo el sol o hacer ejercicio justo antes de nadar
Muchas personas ingresan al agua justo después de hacer ejercicio y cuando han pasado varios minutos debajo de la luz directa del sol. Hacer esto no hace más que aumentar tu temperatura corporal y fomentar la vasodilatación, dos elementos que, como hemos visto, pueden aumentar la probabilidad de manifestar el síndrome de hidrocución al entrar en contacto con el agua. Mejor, espera unos minutos bajo la sombra o descansa si has hecho algún tipo de actividad.
4. Evita nadar en aguas con una temperatura inferior a los 20 °C
El corte de digestión se puede presentar también por encima de esta temperatura, pero lo cierto es que la mayoría de los episodios ocurren en masas de agua inferiores a 20 °C. Es verdad que quienes están habituados a nadar en estas circunstancias desarrollan una mayor tolerancia, pero incluso así debes ser precavido. Los niños y los adultos mayores son los principales grupos de riesgo que deben evitar nadar en aguas inferiores a dicha temperatura.
5. No saltes al agua desde lugares muy altos
Esto es importante, en especial si lo haces para ingresar por primera vez al agua. De igual modo, evita empujar a alguien más de manera imprevista desde sitios elevados. La entrada brusca al agua puede derivar en un shock, pérdida del estado de consciencia e incluso paro cardíaco. Sin importar el conocimiento que tengas de la técnica, saltar desde un lugar muy alto se ha relacionado con varios riesgos para tu integridad.
6. Nunca nades en un lugar profundo sin supervisión
Este es otro consejo que debes seguir al margen de tu técnica o lo cómodo que te sientas al nadar. Incluso teniendo en cuenta todas estas recomendaciones, siempre existe un margen en el que el corte de digestión se puede manifestar. En estos casos disponer de ayuda puede hacer la diferencia para evitar el ahogamiento, de manera que debes evitar los sitios completamente aislados.
7. No bebas alcohol si vas a nadar
En promedio, los investigadores han encontrado que entre el 49,46 % y el 34,87 % de los ahogamientos fatales y no fatales, respectivamente, se relacionan con la ingesta de alcohol. Beber alcohol no es un desencadenante directo del síndrome de hidrocución, pero sí puede entorpecer la reacción del sujeto cuando se presenten los síntomas. Esto es, pedir ayuda, trasladarse a la orilla o intentar nadar.
Recuerda que todos los consejos que hemos presentado son pertinentes cuando se trata de interactuar con agua fría. En agua templada el riesgo de corte de digestión es muy bajo, aunque no completamente nulo. Los consejos son muy fáciles de implementar y de la mano de ellos evitas experiencias desagradables que en algunos casos pueden ser incluso mortales.
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