Cómo cuidar la piel con urticaria crónica en verano

Los síntomas de la urticaria crónica pueden exacerbarse durante el verano. Te enseñamos qué puedes hacer para evitarlo.
Cómo cuidar la piel con urticaria crónica en verano
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 17 abril, 2023

La urticaria crónica se caracteriza por la aparición recurrente de ronchas con o sin angioedema que se prolongan durante más de 6 semanas. Los expertos distinguen dos tipos: espontánea e inducida. En el primer caso no hay presencia de estímulos físicos identificables, mientras que en el segundo se manifiesta debido a catalizadores específicos. Veamos cómo cuidar la piel con urticaria crónica en verano.

No se conocen por completo las causas de este tipo de urticaria. La hipótesis más aceptada es que se trata de un trastorno autoinmunitario, uno que desencadena la liberación de histamina. Se estima que entre el 0,23 % y el 1,8 % de las personas la desarrollan, con una prevalencia dos veces mayor en mujeres que en hombres. Revisamos qué cosas puedes hacer para que los síntomas no se exacerben durante los meses más calurosos.

7 consejos para cuidar la piel con urticaria crónica en verano

En promedio, los especialistas estipulan que la duración de la urticaria crónica oscila entre dos y cinco años. A menudo las erupciones tienden a empeorar en presencia de algunos estímulos, como lo son la luz directa del sol, el calor, el sudor, el polen y otros agentes. Te dejamos con 7 recomendaciones para cuidar la piel con urticaria crónica durante los meses de verano.

1. Bebe abundante agua

Aunque pueda parecer un consejo trivial, beber abundante agua puede hacer una diferencia radical para cuidar la piel con urticaria en verano.

Durante los meses de verano tu organismo amerita más agua para compensar el aumento de la temperatura, y para mantener el equilibrio del agua que pierde (mediante el sudor, por ejemplo). No beber la suficiente puede entorpecer este equilibrio, y el estrés generado puede ocasionar erupciones en quienes son propensas a ellas.

No existe un mínimo de agua recomendado, aunque puedes partir de los dos litros de agua a lo largo de la jornada. Eleva la ingesta de acuerdo con tus necesidades y el tipo de actividades que haces durante la temporada. También puedes comer frutas hidratantes para conseguir el agua a través de los alimentos. Las sandías, las naranjas y las fresas son las mejores opciones.

2. Utiliza protector solar

La urticaria crónica en verano puede prevenirse con protección solar
La protección solar va mucho más allá de evitar desencadenar un eccema, ya que puede prevenir varias condiciones de la piel.

La urticaria por calor y la urticaria solar están bien definidas por los investigadores, y ambas pueden derivar en episodios crónicos. Incluso cuando no sea tu caso, el protector solar puede ser efectivo para controlar la manifestación de los síntomas.

Te aconsejamos el uso de productos hipoalergénicos, ya que en algunas personas con urticaria los ingredientes pueden derivar en erupciones.

El protector solar lo debes aplicar cada dos horas, y lo has de reponer con mayor frecuencia si nadas o sudas en exceso. Espera 10 minutos antes de salir al exterior luego de aplicarlo y asegúrate de que cubra todas las partes del cuerpo (y no solo las zonas donde se concentran siempre las erupciones). Ten en cuenta que el uso de protector solar es imprescindible para la salud de la piel, y durante los meses de verano debes ser más estricto al respecto.



3. Usa siempre ropa holgada

Otro de los imprescindibles para cuidar la piel con urticaria crónica en verano es utilizar ropa holgada. Usar ropa muy ajustada durante estos meses no hace más que concentrar el calor y motivar la sudoración.

Ambos elementos pueden exacerbar los síntomas de la urticaria crónica, de modo que debes apostar por aquellas prendas que te den mayor libertad de movimiento, menos fricción y más espacio o distancia con la piel.

4. Protege la piel lo más que puedas

Un consejo relacionado con el anterior, y que además se perfila como hábito que ayuda a cuidar tu piel en general. Los sombreros, las gorras, los lentes de sol, las camisas de manga larga y los pantalones largos son algunas formas de proteger tu piel de episodios de urticaria. Existe la tendencia de exponer más la piel durante los meses cálidos, pero dicha práctica en aquellos con urticaria puede ser cuanto menos contraproducente.

5. Evita a toda costa frotar las erupciones

Algo que debes tener en cuenta también durante todo el año, pero que puede ser más nocivo en las épocas con mayor calor. Como bien sabes, frotar o rascar las erupciones no hace más que empeorar los síntomas; y el alivio circunstancial se sustituye por una exacerbación que te causa más angustia. Evita frotar las erupciones de manera indirecta, algo que muchos hacen para evitar el sentimiento de culpa posterior.



6. Seca el exceso de sudor

La urticaria crónica en verano puede prevenirse secando el sudor
Si hace mucho calor, es importante secar el sudor con alguna toalla hipoalergénica.

Ya hemos establecido que el exceso de sudor puede facilitar el desarrollo de los signos de erupción. Una manera rápida y fácil de lidiar con él en el verano es secarlo suavemente con una toalla. Hazlo de manera suave y sin frotar, así evitas que al secarte aparezcan erupciones por la fricción. Lleva siempre una a la mano y evita la acumulación de este usándola siempre que sea necesario.

7. Usa tópicos de venta libre para la urticaria

Por último, también puedes comprar tópicos de venta libre para la urticaria. También puedes apelar por antihistamínicos orales, los cuales pueden controlar o revertir los episodios en la mayoría de los pacientes. Siempre conviene tener algunos de ellos a la mano en caso de que los hábitos anteriores no den los resultados que se esperan.

La urticaria crónica puede desaparecer tan pronto como se ha manifestado, aunque siempre debes consultar con un dermatólogo cuando detectes los síntomas. Este te prescribirá un tratamiento, el cual te ayudará a mantenerla controlada. Ante todo debes seguir sus indicaciones, pero bien puedes acoplarlas con lo que te hemos enseñado en las líneas anteriores.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.