Tramadol: historia y generalidades
El tramadol (nombre de la Denominación Común Internacional, es decir, el genérico) es un principio activo utilizado para reducir el dolor. Para ello, aunque lo veremos más adelante y más detalladamente, actúa en las células nerviosas específicas de la médula espinal y del cerebro.
En concreto, el tramadol es un analgésico efectivo para el tratamiendo del dolor grave, como el postoperatorio. Una única dosis de 100 mg de este fármaco equivale a 1 g de paracetamol.
Se trata de un analgésico de la familia de los opioides, como lo es la morfina. Sin embargo, el tramadol presenta un comportamiento atípico si lo comparamos con el representante de los fármacos opiáceos.
Además de su utilidad para reducir el dolor, se ha investigado también su uso como antidepresivo y contra el trastorno obsesivo compulsivo, ya que actúa aumentando la liberación de serotonina. No obstante, no hay estudios de sus efectos como antidepresivo a largo plazo.
Historia del tramadol
Este fármaco se sintentizó por primera vez por un químico alemán llamado Kurt Flick que trabajaba en la farmacéutica Grünenthal. Este químico estaba buscando un supresor de la tos modificando la estructura química de la codeína, un principio activo que se obtiene de la amapola.
Kurt quería sintetizar un fármaco que no tuviese los efectos negativos de los opioides. El problema surgió con la crisis de la talidomida, otro fármaco comercializado por la misma empresa farmacéutica. Esta crisis paralizó la investigación del alemán durante 15 años.
Fue Ernst-Günter Schenck quien retomó la investigación que, finalmente, comercializó y popularizó el tramadol en el año 1977. “Nunca habría pensado que se haría tan popular”, dice Flick ahora.
¿Qué son los fármacos opiáceos?
Hemos dicho que el tramadol es un fármaco de la familia de los opioides pero, ¿qué es un opioide? La familia de los opioides consiste en una serie de principios activos altamente analgésicos que actúan en unos receptores que se encuentran, principalmente, en el sistema nervioso central y en el tracto gastrointestinal.
Aunque el término opiáceo se utiliza normalmente para referirse a todas las drogas similares al opio, es más apropiado limitar su alcance a los alcaloides naturales del opio y sus derivados semisintéticos. Hay tres grandes clases de sustancias opiáceas:
- Alcaloides del opio: morfina y codeína
- Opioides semisintéticos: heroína y oxicodona
- Opioides sintéticos: tramadol
A lo largo del artículo hablaremos de los siguientes aspectos relacionado con el tramadol:
- Mecanismo de acción.
- Farmacocinética.
- Indicaciones y posología.
- Reacciones adversas y contraindicaciones.
- La adicción al tramadol.
Mecanismo de acción del tramadol
El mecanismo de acción de este fármaco es dual. Llevará a cabo su acción analgésica gracias a que actúa de dos formas diferentes en el organismo.
Por un lado, tiene una actividad agonista sobre los receptores opiáceos centrales del tipo μ. Los receptores son unas estructuras de las membranas celulares que, al interaccionar con una molécula (tanto sintéticas como del propio organismo), desencadenan una serie de reacciones químicas en el organismo provocando un efecto.
Además de su agonismo con los receptores opiáceos, el efecto analgésico del tramadol también se debe a que es capaz de bloquear la recaptación de las aminas sinápticas. Inhibie la recaptación de la norepinefrina y de la serotonina en el sistema nervioso central. De ahí que se hayan querido investigar otras indicaciones de este fármaco.
Al inhibir la recaptación de estas sustancias, impide la transmisión del dolor a través de la médula. Estos efectos son bastante significativos en el efecto analgésico global del tramadol.
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Farmacocinética
Dentro de la farmacocinética del tramadol hablaremos de cuatro aspectos: absorción, distribución, metabolismo y eliminación.
Absorción
La absorción de un fármaco es el proceso por el cual éste pasa al torrente sanguíneo. En este sentido, el tramadol se absorbe de formar rápida y casi en su totalidad después de una administración oral. Podemos decir que la biodisponibilidad de una dosis oral de 50-100 mg está comprendida entre 70 y el 90%.
La biodisponibilidad es la velocidad y la cantidad a la cual el principio activo es absorbido y está disponible para llevar a cabo la acción.
Distribución
El tramadol se une a las proteínas del plasma en un 20%, siendo la proporción no unida o libre la que va a ejercer la acción. Esta unión parece ser independiente de la concentración.
Es importante tener en cuenta que el tramadol es capaz de llegar hasta el cerebro, ya que atraviesa la barrera hematoencefálica. Además, también es capaz de atravesar la placenta, por lo que las mujeres embarazadas han de tener especial precaución con este fármaco porque el feto puede verse afectado.
Metabolismo
Se entiende por metabolismo a las reacciones químicas que sufre el fármaco en el organismo para transformarse en una sustancia más fácil de eliminar. Las moléculas resultantes de estas biotransformaciones se conocen como metabolitos.
El tramadol se metaboliza principalmente en el hígado. Hasta ahora, se han identificado 11 diferentes metabolitos del tramadol en la orina.
De todos ellos, los estudios realizados en animales han demostrado que el metabolito O-desmetiltramadol es entre 2 y 4 veces más potente que la molécula de origen.
Eliminación
Tanto el tramadol como sus respectivos metabolitos se eliminan casi completamente por la orina. Si los pacientes padecen disfunción renal y hepática, el tiempo de eliminación del fármaco se puede ver ligeramente aumentado. En este caso, se podría tener que ajustar la dosis en estos paciente.
Indicaciones y posología
Como hemos dicho, el tramadol es un fármaco indicado para el tratamiento del dolor de intensidad moderada a severa. La dosis a administrar debe ajustarse a la intensidad del dolor y a la sensibilidad individual de cada paciente. No obstante, siempre se debe administrar la mínima dosis posible que haga efecto, con el fin de evitar los efectos adversos.
Hay ciertos grupos de población en los que el ajuste de dosis debe ser más minucioso:
- Adultos y adolescentes mayores de 12 años: la dosis inicial es de 50-100 mg (1 ó 2 cápsulas) seguida de otros 50-100 mg cada 6-8 horas. Nunca deben sobrepasar una dosis diaria de 400 mg, es decir, lo que corresponde a 8 cápsulas. En el caso en el que la gravedad de la afección sea muy grave y precise un tratamiento prolongado de tramadol, se deberá llevar a cabo un seguimiento riguroso del tratamiento por parte del especialista.
- Pacientes de edad avanzada: no suele ser necesario un ajuste de dosis hasta los 75 años sin insuficiencia renal o hepática que cursen con síntomas. A mayor edad, se suelen alargar los intervalos de dosificación.
- Pacientes con insuficiencia renal e insuficiencia hepática: estas personas eliminan el fármaco más lentamente. Por ello, el médico suele prolongar los intervalos de dosificación según las necesidades clínicas de cada paciente.
Reacciones adversas y contraindicaciones
Entre las reacciones adversas más frecuentes encontramos las náuseas y los vértigos. Sin embargo, también pueden producir otros síntomas en diferentes funciones del organismo como:
- Alteraciones psiquiátricas: dependencia
- En el sistema nervioso central y periférico
- Modificaciones en la visión
- Alteraciones gastrointestinales
- Otras
Por otra parte, el tramadol está contraindicado en las siguientes situaciones:
- Hipersensibilidad al fármaco conocida
- Intoxicaciones agudas por alcohol, hipnóticos, analgésicos y opioides
- Pacientes bajo tratamiento con iMAOS
- Insuficiencia respiratoria grave
- Epilepsia no controlada
- Insuficiencia renal o hepática grave
Adicción al tramadol
Como hemos visto, un efecto adverso del tramadol es la dependencia. Se trata de un efecto adverso característico de los fármacos opiodies.
Durante los últimos años, los problemas de adicción que los opioides están causando en muchos países desarrollados se han convertido en un tema a tratar diariamente. Aunque el tramadol se comercialice en España bajo prescripción médica, al igual que los demás opioides, hay países en los que su venta no está controlada.
Por ejemplo, una investigación de la Journal of Forensics and Legal Medicine señalaba que entre 1996 y 2012, el número de muertes por sobredosis asociadas a este fármacos en Irlanda del Norte habían aumentado desde un 9% a un 14%.
El problema de ello es la falta de regulación sobre estos medicamentos en esos países. Por suerte, en España el tramadol, como hemos mencionado, se suministra bajo receta médica, por lo que es un medicamento controlado por las autoridades.
Además, su prescripción ha disminuido durante los últimos años por sus potentes efectos. Se suele recurrir a él en los casos de dolor muy agudo o accidente.
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