Tipos de antidepresivos: características, usos y efectos
Los fármacos empleados para tratar la depresión se denominan antidepresivos. Estos medicamentos intervienen en la acción de algunos neurotransmisores y ayudan a aliviar la sintomatología. En la actualidad existen diversos tipos de antidepresivos, por lo que aquí te presentamos sus características, usos y efectos.
La depresión es un trastorno mental grave que afecta a millones de personas alrededor del mundo sin hacer distinciones. La causa de esta afección puede ser difícil de identificar en la mayoría de los casos, por lo que el mejor tratamiento disponible es la combinación de fármacos con terapia psicológica.
La efectividad de los diferentes tipos de antidepresivos está comprobada. Estudios demuestran que el 67 % de los pacientes refieren una remisión de los síntomas después de 4 ciclos consecutivos. Todos los psicofármacos de esta categoría tienen una efectividad similar, sin embargo, algunos cuentan con menos efectos secundarios.
¿Cuáles son los tipos de antidepresivos?
El descubrimiento del primer antidepresivo se realizó por accidente en 1957 mientras se buscaba un tratamiento contra una enfermedad llamada tuberculosis. Desde este primer hallazgo se han realizado avances en el área y hoy en día existen hasta 5 tipos de antidepresivos diferentes.
En términos generales, todos intervienen en la acción y en el metabolismo de un neurotransmisor llamado serotonina, el que está relacionado con el equilibrio del estado de ánimo. Sin embargo, algunos compuestos también influyen en la acción de otros, como la noradrenalina y la dopamina.
1. Inhibidores de la mono amino oxidasa (IMAO)
Estos fueron los iniciales fármacos antidepresivos descubiertos, siendo la iproniacida el primero de todos. Este grupo de compuestos se encarga de inhibir la acción de la enzima mono amino oxidasa en el organismo.
La función principal de la enzima en cuestión es eliminar el exceso de aminas; estas sustancias son la serotonina, la noradrenalina y la dopamina. La mono amino oxidasa convierte a estos neurotransmisores en ácido carboxílico, por lo que ya no pueden ejercer su función.
Todos los antidepresivos pertenecientes al grupo de los IMAO tienen el mismo mecanismo de acción. Se unen de forma irreversible a las dos formas existentes de la enzima, tanto en el encéfalo como en otras partes del organismo.
La inhibición general de la enzima ocasiona múltiples efectos secundarios, como crisis hipertensivas y problemas gastrointestinales. Esto motivó a que el uso de estos compuestos disminuyera con el pasar de los años, por lo que solo se utilizan en aquellos casos en los que otros no han sido efectivos.
2. Tricíclicos y tetracíclicos
Estos fármacos también se descubrieron por accidente cuando se investigaban los neurolépticos. El nombre de los mismos proviene de su estructura en forma de anillos. El consumo de estos tipos de antidepresivos ha disminuido con el pasar de los años, sin embargo, eran recetados hasta en el 26 % de los casos de depresión en el 2004.
El mecanismo de acción de los tricíclicos y de los tetracíclicos se basa en inhibir la recaptación de las monoaminas en el organismo, por lo que causa menos efectos secundarios que los IMAOs. Este tipo de fármacos bloquean los receptores encargados de reabsorber las aminas, como la serotonina y la noradrenalina.
Una de las principales desventajas de estos compuestos es que también bloquean a los receptores de otros neurotransmisores, como la histamina y la acetilcolina. Esto genera la aparición de muchos efectos secundarios en la mayoría de los casos, entre los que destacan la sequedad en la boca, el estreñimiento y la pérdida de agudeza visual.
3. Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS)
Estos son los tipos de antidepresivos más utilizados en la actualidad, debido a los pocos efectos secundarios que poseen. Dentro de este grupo se encuentran la sertralina y la paroxetina, los que aumentan la concentración de serotonina en el encéfalo sin intervenir en la acción de otros neurotransmisores.
El mecanismo de acción de los ISRS se basa en inhibir la reabsorción de serotonina por parte de las neuronas presinápticas. Para lograr su cometido, el fármaco se unirá a los receptores específicos de serotonina (SERT).
De esta manera, los receptores serán incapaces de cumplir su función, por lo que la concentración de serotonina aumentará. Estos compuestos influyen en la recaptación de noradrenalina cuando se consumen en dosis elevadas, así que su administración debe realizarse bajo estricta prescripción médica.
En términos generales, los ISRS son los antidepresivos con mayor índice de seguridad y con menos efectos adversos. Además, también son útiles en el tratamiento de otras patologías, como el trastorno obsesivo compulsivo y algunos tipos de ansiedad.
4. Inhibidores selectivos de la recaptación de noradrenalina (ISRN)
Estos compuestos son muy parecidos a los ISRS, sin embargo, su efecto lo ejercen en otro neurotransmisor llamado noradrenalina. Esta sustancia tiene múltiples funciones en el organismo, entre las que destaca el mantenimiento de los niveles de energía y la regulación de emociones.
La noradrenalina ha sido relacionada con la depresión, por lo que aumentar su concentración ayuda a disminuir los síntomas de la enfermedad. Los ISRN bloquean los transportadores del neurotransmisor en cuestión (NAT) ubicados en la membrana celular de las neuronas.
De esta manera, aumenta la concentración sináptica de noradrenalina, la que será degradada a menor velocidad, por lo que se prolonga su efecto en el organismo. A pesar de todo, su uso como antidepresivo aún es controversial y se reserva para el abordaje del trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
5. Inhibidores duales de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IDRSN)
El mecanismo de acción de estos medicamentos es muy similar al utilizado por los 2 tipos de antidepresivos descritos anteriormente. Los IDRSN se caracterizan por intervenir en la acción de la serotonina y de la noradrenalina, sin involucrar a otros neurotransmisores.
Estos compuestos inhiben tanto el receptor específico de serotonina (SERT) como el transportador de noradrenalina (NAT), aumentando así la concentración sináptica de ambas. Además, estudios demuestran que los mismos incrementan las concentraciones de una sustancia llamada dopamina en la corteza prefrontal.
Es importante destacar que estos medicamentos tienen el mismo efecto que los fármacos tricíclicos, sin embargo, carecen de gran parte de los efectos secundarios, por lo que son uno de los mejores sustitutos.
Todos los tipos de antidepresivos son eficaces
Hoy en día existen múltiples fármacos disponibles para tratar la depresión. Además, estos compuestos también pueden emplearse en el abordaje de otras enfermedades mentales. Es importante destacar que ningún medicamento es mejor que otro, ya que el empleo de los mismos dependerá de la situación de cada paciente.
Algunos tipos de antidepresivos han dejado de utilizarse debido a la gran cantidad de efectos adversos que poseen. Un ejemplo de ello son los IMAOs. Para garantizar la efectividad es importante seguir las instrucciones dadas por el especialista y notificarle ante la presencia de alguna reacción desfavorable.
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