Antivirales: ¿qué son y cómo funcionan?
Existe una gran cantidad de patologías producidas por virus. Esto trae como consecuencia que exista la necesidad de crear fármacos para combatirlas. De esta manera surgen los antivirales.
El cuerpo humano es capaz de eliminar por sí solo diversas infecciones causadas por virus. Sin embargo, existen variantes y tipos de estas partículas que tienen mecanismos de defensa para evadir al sistema inmune.
Uno de los mecanismos de defensa es el mimetismo, mediante el que se camuflan dentro de las estructuras celulares, eludiendo a los glóbulos blancos. Este es uno de los métodos aplicados por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), lo que dificulta su tratamiento.
¿Qué son los antivirales?
En términos generales, los antivirales son fármacos creados con la finalidad de inhibir la replicación de los virus dentro del cuerpo. Los virus son intracelulares, es decir, necesitan invadir las células de un huésped para multiplicarse, lo que dificulta su abordaje.
Es importante destacar que estos fármacos no son capaces de eliminar al agente causal, tal y como lo hacen los antibióticos con las bacterias. En este sentido, los estudios han demostrado que si se suspenden las tomas o las aplicaciones, la enfermedad podría reaparecer.
A pesar de que los antivirales no representan la cura total, son capaces de reducir la sintomatología. Esto sucede debido a que los fármacos impiden que aumente la cantidad de virus en el organismo, reduciendo la gravedad del cuadro clínico.
Estos medicamentos solían tener diversos efectos secundarios en los pacientes debido a su toxicidad, sin embargo se han realizado avances y son cada vez más seguros. Entre las enfermedades que se pueden tratar con antivirales destacan las siguientes:
Mecanismo de acción de los antivirales
Los virus realizan diversos ciclos dentro de las células del cuerpo humano. El resultado final de todas estas reacciones será la replicación del ADN o ARN viral, lo que causará un aumento en la carga y un agravamiento de la infección.
Los antivirales más eficaces inhiben ciertas reacciones que permiten la multiplicación vírica o bien inhiben la replicación del mismo. En este sentido, estos fármacos poseen diversos mecanismos de acción.
Impedir la entrada a la célula
Todos los virus necesitan entrar a la célula para poder cumplir con su ciclo, por lo que primero se deben adherir a la membrana plasmática y después penetrarla. En este sentido, algunos fármacos son capaces de impedir cualquiera de estos dos procesos induciendo pequeños cambios en la célula.
Entre las modificaciones más notables destacan la creación de receptores falsos o la síntesis de anticuerpos contra los receptores virales. De esta manera, el virus no podrá ingresar y será eliminado por el sistema inmune.
Bloquear la pérdida de la cubierta
Los virus deben perder una membrana llamada cápside al entrar a la célula para que ocurra su replicación. Ciertos antivirales impiden la disolución de la misma, por lo que no serán capaces de liberar su material genético.
Los medicamentos puede inhibir los canales de calcio que permiten la liberación del ADN y del ARN. Además, también pueden actuar como estabilizadores de membrana, impidiendo su destrucción.
Inhibición de la transcripción del genoma
El genoma es la parte del virus que contiene la información genética (ADN o ARN) y permite la multiplicación de los mismos. El objetivo de los virus es lograr la transcripción, es decir, la replicación de este material para reproducirse.
Este proceso de transcripción se lleva a cabo a través de diversas enzimas, las que pueden ser inactivadas por algunos fármacos. Algunas de las enzimas que intervienen en este proceso son la polimerasa de ADN vírico, la polimerasa de ARN y la transcriptasa inversa.
Alteración de las proteínas víricas
Los virus ARN crean un compuesto llamado ARN mensajero, el que será capaz de sintetizar proteínas víricas usando la estructura de la célula afectada. Todas estas proteínas son necesarias para que el virus pueda continuar con su ciclo. Algunos antivirales tienen la capacidad de destruir o inutilizar estas proteínas a través de su interacción con ellas.
Inhibición de la liberación
Una vez que existe una nueva carga viral, la misma es liberada al torrente sanguíneo y es capaz de infectar a otra célula. Esta liberación puede ser impedida, por lo que el sistema inmune será capaz de destruir la célula afectada y los virus que se encuentran en ella.
Clasificación de los antivirales
Para facilitar su estudio, los investigadores han dividido a varios de los antivirales existentes en 3 grandes categorías, dependiendo de las enfermedades que pueden tratar. En este sentido, entre los principales grupos destacan los siguientes.
Fármacos para virus herpéticos
La infección por el virus del herpes simple la causan dos tipos de virus ADN: el VHS-1 y el VHS-2. En este sentido, el primer fármaco aprobado para tratar la enfermedad fue la vidarabina, no obstante, ya no se encuentra disponible. En la actualidad el tratamiento de elección es el aciclovir.
El aciclovir es un fármaco que bloquea la síntesis del ADN vírico y su administración intravenosa tiene pocos efectos secundarios. Diversos estudios exponen que la duración de las lesiones bucales se redujo cuando fue administrado.
Otros antivirales que se administran ante infecciones por el virus del herpes son los siguientes:
- Cidofovir.
- Doconasol.
- Fanciclovir.
- Penciclovir.
Fármacos para la influenza
Todos los virus que provocan gripe o influenza son virus ARN, por lo que se utilizan otros fármacos distintos a los mencionados antes. Es importante mencionar que los medicamentos usados en estos casos también sirven para tratar las infecciones por virus sincitial respiratorio.
Los más usados en estos casos son la amantadina y la rimantadina. Ambas reaccionan en gran medida con el virus de la influenza A, aunque estudios revelan que la rimantadina es hasta 10 veces más eficaz. Inhiben la replicación temprana del virus al impedir la pérdida de la cápsula.
Fármacos usados para tratar la hepatitis
Para finalizar, el último grupo de fármacos está conformado por aquellos utilizados para tratar la hepatitis B y C. En este caso, el fármaco de elección es el adenofovir, el que impedirá la transcripción del ADN vírico al inhibir las enzimas involucradas en el proceso.
Además, también se pueden usar interferones, los que son compuestos que funcionan como comunicadores intercelulares. Harán que las células sinteticen proteínas que aumentan la resistencia vírica de la misma.
Consideraciones generales sobre los antivirales
Los antivirales son medicamentos utilizados en aquellas infecciones producidas por virus que el sistema inmune no puede combatir por sí mismo. Su principal función es inhibir la multiplicación del agente infeccioso y no la eliminación. En este sentido, el virus puede quedar latente dentro del organismo.
En la actualidad, estos compuestos tienen pocos efectos secundarios, por lo que su administración es segura en la mayoría de los casos. No obstante, el consumo de los mismos debe hacerse bajo estricta supervisión médica.
No incluimos en el artículo a los antirretrovirales, ya que constituyen una categoría en sí mismos. Son aquellos que se emplean de manera prioritaria para el tratamiento de la infección por VIH y la enfermedad del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
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