Vivir con hipertensión

Vivir con hipertensión puede ser difícil para algunos pacientes, en especial si se diagnostica a temprana edad. Pequeños cambios en el día a día hacen una diferencia importante para evitar complicaciones.
Vivir con hipertensión
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 29 junio, 2021

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), 1 de cada 4 hombres y 1 de cada 5 mujeres padece hipertensión arterial. Dado que se trata de una enfermedad que se considera factor de riesgo para complicaciones cardíacas y renales, los pacientes deben aprender a vivir con hipertensión para evitar un deterioro de la calidad de vida.

Cambios en la dieta, control de peso, actividad física y seguir el tratamiento indicado por el especialista ayudan a controlar la enfermedad. Aún cuando se aplique todo esto y no se desarrollen síntomas en el proceso, es muy importante continuar con visitas regulares al médico.

La emociones al vivir con hipertensión

Al igual que otro tipo de enfermedades crónicas, vivir con hipertensión arterial promueve una serie de cambios emocionales. Los pacientes diagnosticados pueden tener problemas psicológicos, como estrés, ansiedad o miedo.

Lo peor es que todo parece indicar que estos cambios podrían ser contraproducentes para el control de la enfermedad, a pesar de que se esté bajo una correcta pauta de medicación. Aunque hacen falta más estudios al respecto, algunas investigaciones sugieren que el estrés, la tensión, la ansiedad y la ira pueden ser desencadenantes de la hipertensión, en conjunto con otros catalizadores.

Por todo esto, los pacientes diagnosticados con tensión alta tienen que trabajar en el manejo de sus emociones para evitar que su estado se complique. Algunas de las recomendaciones sugeridas son las siguientes:

  • Hablar con familiares y amigos sobre los sentimientos que genera la condición.
  • Buscar apoyo psicológico en caso de necesitar la mediación de un profesional.
  • Minimizar los episodios que pueden desencadenar ira, frustración y demás alteraciones.
  • Practicar yoga, meditación y otras técnicas de relajación.
  • Realizar paseos por la naturaleza de manera recurrente.
  • Informarse en torno al pronóstico y características de la condición. Estar al tanto de la gravedad puede ser útil para aceptarla.
  • Evitar pensar todo el tiempo en ella. Los pacientes deben tratar de hacer su vida normal, dentro de los límites de las posibilidades.

Estas son solo algunas cosas que puedes hacer para el control de las emociones. Mayor control y actitud serena hacen la diferencia al vivir con hipertensión. Recuerda, después de todo, que se trata de una condición con la que deberás lidiar hasta el final de tus días.

Estrés que genera hipertensión.
El vínculo entre estrés e hipertensión arterial es conocido. Regular la ansiedad y la ira se vuelve indispensable.

Limitaciones físicas al vivir con hipertensión

De manera general, vivir con hipertensión no implica el desarrollo de limitaciones físicas, aunque todo depende de la gravedad del diagnóstico y la presencia de otras comorbilidades. Si existen limitaciones, el especialista puede recomendar evitar hacer fuerza en exceso o controlar la intensidad de una rutina de ejercicio.

La evidencia indica que la actividad física es beneficiosa para el control de la presión sanguínea. Estudios sugieren que los hipertensos deben hacer ejercicio cardiovascular al menos 3 veces a la semana durante 20-60 minutos. Esto ha reportado efectos positivos.

A pesar de que la actividad aeróbica es la mejor, se debe evitar que la frecuencia cardíaca se eleve demasiado durante las primeras semanas. También se debe procurar no hacer ejercicios cuando los valores de tensión se encuentren elevados.

Las disciplinas más recomendadas son las siguientes:

Si nunca antes has practicado actividad física, debes incluir el ejercicio de manera progresiva. Recuerda hacer sesiones de estiramiento y calentamiento para una mejor respuesta muscular.

La interacción social en pacientes con tensión arterial alta

Al igual que el caso anterior, vivir con hipertensión no debería suponer restricciones en las interacciones sociales con amigos. El médico puede recomendar dejar el tabaco o limitar el consumo de alcohol. Estos hábitos pueden condicionar algunas reuniones sociales mientras se hace el esfuerzo por dejarlos.

También se debe recordar que los hipertensos deben llevar una dieta especial. Debido a ello, algunas actividades entre amigos o colegas pueden comprometerse solo parcialmente cuando se acostumbra compartir alimentos con un gran porcentaje calórico o de sal.

Solo hace falta que el grupo social entienda el diagnóstico de la enfermedad y los nuevos hábitos que deben formar parte de tu vida para evitar el aislamiento. Compartir con amigos y colegas fuera del entorno familiar es útil para expandir más el círculo de apoyo, dejar de pensar siempre en la condición y tratar de llevar una vida corriente.

Reunión con amigos.
Las reuniones con amigos pueden facilitar la pérdida de los buenos hábitos dietéticos en un paciente hipertenso. Hay que aprender a lidiar con ello.

Consejos para vivir con hipertensión

Tan pronto el médico ha diagnosticado e iniciado el tratamiento, los pacientes deben modificar algunos aspectos de su día a día para vivir con hipertensión. Estos serán indicados por el especialista de manera puntual, aunque en términos generales podemos referir los siguientes:

  • Mantener un control de la presión arterial: a través de revisiones semanales, mensuales o anuales. Las puedes hacer en casa con un tensiómetro digital o recurriendo a la ayuda de asistencia médica cercana.
  • Implementar una rutina para las pastillas: crea recordatorios en tu móvil y lleva contigo el medicamento cuando sea necesario.
  • Presta atención a sus desencadenantes: los gatillos de los picos de tensión arterial pueden ser desde el estrés hasta la actividad física intensa. Haz un seguimiento sobre los hábitos y los alimentos que te llevan a subidas de presión.
  • Reduce la ingesta de sal: se ha demostrado que una ingesta elevada se sal está relacionada con el aumento de la presión sanguínea y con un mayor riesgo de sufrir ataques cerebrovasculares e hipertrofia ventricular izquierda.
  • Bebe abundante agua: un hábito que por sí solo no ayuda controlar la tensión, pero que sí contribuye a mantener un correcto funcionamiento de los riñones. Dada la relación que existe entre este órgano y la presión arterial, conviene que bebas al menos 2 litros de agua durante el día.
  • Mantén un peso saludable: múltiples estudios e investigaciones han dado cuenta de los beneficios de tener un peso saludable para el control de la enfermedad. Si padeces de sobrepeso u obesidad considera iniciar un plan guiado.

Vive con tu hipertensión y aprende sobre tu cuerpo

Si tienes en cuenta las recomendaciones que hemos dado en los apartados anteriores, entonces podrás vivir con hipertensión con menores repercusiones o limitaciones. Se trata de una condición con la que debes aprender a existir; algo que se logra con el paso del tiempo y con la mediación de tu médico de cabecera.



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