Tratamiento del aborto diferido
El aborto es una de las complicaciones más comunes del embarazo y afecta a millones de mujeres en todo el mundo. El plan terapéutico de esta afección depende de la forma de presentación y la gravedad del cuadro clínico. ¿Te interesa conocer cuál es el tratamiento del aborto diferido? A continuación te contamos.
Cuando hablamos de aborto, nos referimos a la pérdida del producto de la concepción antes de que el mismo sea capaz de sobrevivir fuera del seno materno. Estudios estiman que más del 80 % de los abortos ocurren durante las primeras 12 semanas de gestación, y de estos, más de la mitad se deben a anormalidades cromosómicas.
El aborto diferido o retenido se presenta cuando el feto no se expulsa espontáneamente después de su fallecimiento. En este sentido, el mismo puede continuar en el interior de la madre durante semanas luego de la muerte. La conducta terapéutica puede ser expectante, médica o quirúrgica.
1. Conducta expectante
El manejo expectante del aborto se basa en permitir que el útero expulse los restos del feto o embrión sin ningún tipo de intervención. En este sentido, el médico tratante se encargará de estabilizar a la embarazada y se mantendrá a la espera de la expulsión natural.
Algunas investigaciones sugieren que la conducta expectante muestra una tasa de éxito baja que ronda el 39 % en comparación con el tratamiento médico o quirúrgico. De igual forma, esta opción terapéutica puede aumentar el riesgo de infección, sangrado continuo y la necesidad de evacuación quirúrgica.
2. Abordaje médico
El tratamiento médico tiene como objetivo la administración de medicamentos vía vaginal u oral con el fin de estimular la expulsión del feto y la placenta. Esta técnica suele ser muy utilizada en el manejo de diferentes formas de aborto, incluido el tratamiento del aborto diferido y el aborto espontáneo.
Los fármacos empleados para este procedimiento son los análogos de la prostaglandina E1. El misoprostol es el principal representante de este grupo de medicamentos. Los mismos actúan como uterotónicos estimulando la contracción de la musculatura lisa uterina y la salida de los restos del aborto.
Estudios afirman que el misoprostol ha mostrado una eficacia superior al 90 % en el tratamiento del aborto retenido con menos de 12 semanas de gestación. Por lo general, se emplean entre 200 a 400 microgramos (µg) vía vaginal u oral en una sola dosis. El control ecográfico posterior es necesario para certificar la evacuación uterina.
Este medicamento puede ser administrado solo o en combinación con mifepristona, un antiprogestágeno útil en el tratamiento seguro del aborto. La terapia combinada incluye 200 miligramos (mg) de mifepristona vía oral por un día, seguido de 400 microgramos (µg) de misoprostol luego de 1 a 2 días.
Las embarazadas deben tener en cuenta que una vez iniciado el procedimiento, la expulsión de los restos puede ocurrir en las horas e incluso días subsiguientes. De igual forma, es posible que la expulsión de sangre sea superior a la de la menstruación típica durante 3 días. Además, se pueden presentar los siguientes efectos adversos:
- Dolor abdominal persistente.
- Flatulencias y diarrea.
- Náuseas y vómitos.
- Dolor de cabeza.
- Fiebre.
Por otro lado, las mujeres pueden presentar reacciones severas por alergia a los medicamentos. En raras ocasiones, la pérdida de sangre puede ser masiva con pérdida de la conciencia y necesidad de transfusión sanguínea.
3. Tratamiento quirúrgico
El tratamiento quirúrgico del aborto diferido es un procedimiento invasivo mediante el cual se extraen los restos fetales y placentarios directamente de la cavidad uterina. A pesar de su eficacia y rapidez en la resolución del cuadro, el mismo se asocia son un mayor riesgo de lesión cervico-uterina e infección.
Las opciones quirúrgicas incluyen la aspiración manual endouterina (AMEU) y el legrado uterino instrumental (LUI). El uso de ambos depende de la gravedad del cuadro y el tiempo de embarazo. El AMEU suele emplearse en abortos con menos de 12 semanas, mientras que el LUI se usa luego de las 12 semanas.
La aspiración manual endouterina se basa en la extracción del contenido uterino a través del cérvix mediante una cánula de aspiración al vacío. Se puede realizar con anestesia paracervical y se asocia con una menor tasa de complicaciones, así como con un menor periodo de estancia hospitalaria.
Por otro lado, el legrado uterino instrumental consiste en la evacuación del útero utilizando una cureta metálica a través del cérvix. En este sentido, el especialista se encargará de raspar y desbridar los restos fetales y placentarios de forma manual. Este procedimiento es más invasivo y requiere mayor tiempo de hospitalización.
El médico puede indicar el uso de antiinflamatorios no esteroideos (AINES) para el control del dolor posquirúrgico, como el ibuprofeno. Algunas mujeres pueden necesitar el uso de analgésicos narcóticos para reducir el dolor, sobre todo luego de las 13 semanas de gestación.
4. Terapia psicológica
El aborto en cualquiera de sus presentaciones es un evento traumático que afecta a cada mujer de manera diferente. La Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia (FIGO) estima que entre el 30 al 50 % de las mujeres experimenta ansiedad y el 10 al 15 % depresión luego de sufrir un aborto.
En este sentido, el tratamiento del aborto diferido debe incluir como prioridad el asesoramiento psicológico por un profesional. Las terapias cognitivas e interpersonales son muy efectivas en el control de los síntomas de la depresión y la ansiedad. De esta forma, se reduce en gran medida el riesgo de otras de complicaciones.
El abordaje multidisciplinario es la clave de la recuperación
El aborto diferido es una afección que cuenta con diferentes opciones de tratamiento. Por lo general, el abordaje médico con uterotónicos como el misoprostol suele ser la alternativa terapéutica más utilizada. En este sentido, la conducta expectante y el tratamiento quirúrgico son empleadas a juicio del médico tratante.
De igual forma, este tipo de aborto requiere un manejo multidisciplinario que permita cubrir todas las necesidades de la madre. Además, se debe hacer especial énfasis en el apoyo psicológico y la prevención de complicaciones a largo plazo. Ante cualquier duda con respecto a este tema, no dudes en consultar con tu médico de confianza.
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