¿Cómo se trata la diabetes tipo 2?

Existen múltiples tratamientos disponibles para la diabetes tipo 2, aunque la primera opción son los cambios en el estilo de vida. Por fortuna, hay fármacos y cirugías cuando estas medidas fallan.
¿Cómo se trata la diabetes tipo 2?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 24 junio, 2021

La diabetes tipo 2 es un gran problema de salud a nivel mundial, pudiendo afectar hasta al 5,5 % de toda la población, según informan estudios. La misma se encuentra muy ligada al estilo de vida, por lo que el sobrepeso y la obesidad son los factores de riesgo de mayor importancia para su desarrollo. ¿Deseas saber cómo se trata la diabetes tipo 2? ¡Sigue leyendo!

En la actualidad no existe una única opción terapéutica efectiva para tratar la enfermedad, por lo que el especialista debe analizar el estado de cada persona y armar el protocolo que mejor se adapte a su situación. Los cambios hacia un estilo de vida saludable son el primer paso.

Cambios en el estilo de vida para tratar la diabetes tipo 2

Los cambios en el estilo de vida son la primera opción de tratamiento para la diabetes tipo 2. El principal objetivo siempre será la pérdida de peso, ya que reducir la grasa corporal en un pequeño porcentaje puede generar grandes cambios en los niveles de glucosa.

Las modificaciones no deben ser aleatorias, por lo que la Asociación Americana de Diabetes (ADA) estableció unos estándares en el manejo del estilo de vida de los pacientes. Los aspectos que se deben abordar en toda persona que padezca diabetes tipo 2 son los siguientes.

Educación y apoyo para el autocontrol de la diabetes

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que se trata desde el hogar con un control médico periódico. En este sentido, es de vital importancia educar al paciente sobre la patología y destacar la necesidad de realizar cambios. El apoyo para el autocontrol facilita las habilidades necesarias para vivir con la enfermedad.

Terapia de nutrición

La nutrición es uno de los aspectos más importantes que debe cambiar toda persona diagnosticada con diabetes tipo 2. Sin embargo, es importante destacar que no existe una dieta única a seguir, por lo que los alimentos, las raciones y las calorías ingeridas pueden variar.

El principal objetivo es establecer un patrón de alimentación saludable, que le permita a las personas alcanzar y mantener un peso ideal. En este sentido, el control constante con un nutricionista es fundamental.

En términos generales, se debe establecer una proporción adecuada de macronutrientes en cada platillo. A pesar de que las porciones pueden variar, los especialistas recomiendan disminuir el consumo de carbohidratos, así como evitar todo tipo de frituras.

Actividad física

El ejercicio es un factor fundamental en el control de la diabetes, ya que no solo ayuda a perder peso, sino que regula los niveles de glucosa en sangre. En este sentido, una de las formas en las que se trata la diabetes tipo 2 en adultos y niños es aumentando la actividad física realizada diariamente.

Estudios han demostrado la eficacia a corto plazo del ejercicio en la acción sistémica de la insulina. Además, a la larga ayuda a perder peso y a disminuir la proporción de grasa corporal.

La ADA establece las siguientes recomendaciones:

  • Realizar 30 minutos al día de actividad aeróbica varios días a la semana. El objetivo es alcanzar los 150 minutos semanales de moderada intensidad.
  • La actividad de resistencia de cualquier intensidad, como el levantamiento de pesas, se debe realizar de 2 a 3 veces por semana en días no consecutivos. La finalidad será aumentar de forma paulatina la masa muscular.
  • Es necesario evitar estar sentado por más de 30 minutos continuos. En este sentido, la ADA recomienda tomar descansos breves, pararse y dar algunos pasos.

Hábito tabáquico

Otro de los factores de riesgo de la diabetes tipo 2 es el consumo de cigarrillo. De hecho, el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC) establece que entre el 30 % y 40 % de los fumadores tienen probabilidades de desarrollar la enfermedad.

En este sentido, se debe dejar de fumar cuando se trata la diabetes tipo 2 con la finalidad de evitar la progresión. Las sustancias químicas presentes en el humo empeoran la regulación de los niveles de glucosa en sangre.

Atención psicológica

El sobrepeso, la obesidad y el hábito tabáquico pueden tener un trasfondo psicológico, por lo que es fundamental recibir ayuda especializada durante el tratamiento de la diabetes tipo 2 para controlar estos factores. Además, el diagnóstico de la enfermedad puede desencadenar otros problemas, como la depresión.

Control de peso en la diabetes tipo 2.
Controlar el peso es clave en la diabetes tipo 2. Por eso conviene apuntar a un estilo de vida que implique ejercicio.

Insulina en el tratamiento de la diabetes tipo 2

La administración de insulina de forma exógena es fundamental en el tratamiento de la diabetes tipo 1, sin embargo, su uso es más limitado cuando se trata del control de la diabetes tipo 2. En este sentido, diversos estudios establecen que la insulina solo se debe utilizar en los siguientes casos:

  • Pacientes que no logran mejorar el control metabólico tras 3 meses de hipoglucemiantes orales a dosis máximas y en combinación con dieta y ejercicios.
  • Mujeres embarazadas.
  • Personas con alguna contraindicación para el uso de hipoglucemiantes orales.
  • Pacientes con descontrol agudo de los niveles de glucosa en sangre.

Existen diversos tipos de insulina disponibles en el mercado, los que se dividen de acuerdo a su tiempo de acción en prolongada, media o corta. El régimen de insulina se debe adaptar a las necesidades de cada paciente.

En la mayoría de los casos se inicia con una aplicación diaria de insulina de acción prolongada todas las mañanas. No obstante, algunos pacientes pueden necesitar más de 2 de acción corta.

Cirugía bariátrica como opción alternativa

Este tipo de cirugías son procedimientos que realizan modificaciones en el aparato gastrointestinal con la finalidad de que las personas pierdan peso de forma significativa. En este sentido, la misma puede ser una opción terapéutica para los adultos con diabetes tipo 2 que tengan un índice de masa corporal (IMC) mayor a 35.

Algunas investigaciones demuestran que la cirugía bariátrica representa una solución a largo plazo de la diabetes tipo 2 en más de la mitad de las personas que se operan. Sin embargo, es importante destacar que no todos los procedimientos tienen el mismo impacto.

Cualquier tipo de cirugía tiene riesgos implícitos, por lo que solo deben realizarse cuando los beneficios sean mayores. Además, los pacientes deben estar conscientes que una cirugía bariátrica implica un gran compromiso.

Medicamentos orales para la diabetes tipo 2

La terapia farmacológica siempre debe utilizarse cuando los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la enfermedad. Los medicamentos no sustituyen a los hábitos saludables.

Todos los fármacos disponibles emplean diferentes mecanismos de acción para disminuir los niveles de glucosa en sangre. De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes (ADA), las prescripciones orales disponibles se agrupan en 6 categorías.

1. Sulfonilureas

Estos fueron los primeros medicamentos comercializados para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Aumentan la liberación de insulina por parte del páncreas, lo que genera una disminución de los niveles de glucosa en sangre. Ejercen su acción a través de la inhibición de los canales de potasio dependientes de ATP en las células beta del páncreas.

En términos generales, son medicamentos seguros y solo están contraindicados durante el embarazo, así como en la diabetes tipo 1. Dentro de los principales efectos secundarios solo destaca el aumento de peso no deseado y la hipoglicemia.

Algunas de las sulfonilureas comercializadas en la actualidad son las siguientes:

  • Clorpropramida.
  • Glipizida.
  • Gliburida.
  • Glimepirida.

2. Meglitinidas

Se trata de un grupo de fármacos que cuenta con un mecanismo de acción similar al de las sulfonilureas, es decir, aumentan la liberación de insulina al torrente sanguíneo. Las meglitinidas pueden usarse en terapia combinada con las sulfonilureas.

Hoy en día solo existen 2 representantes de este grupo, que son la repaglinida y la nateglinida. Las mismas están contraindicadas en otros tipos de diabetes, en el embarazo, la lactancia y la insuficiencia hepática. Los efectos secundarios presentados son síntomas relacionados con la hipoglicemia, como mareos, sudoración, temblores, palpitaciones y aumento del apetito.

3. Biguanidas

Las biguanidas son medicamentos que estabilizan los niveles de glucosa en sangre sin aumentar los niveles de insulina. Las mismas disminuyen la producción de glucosa por parte del hígado, lo que logra estabilizar la glicemia. Además, hacen que los músculos y el tejido adiposo sean más sensibles a la acción de la insulina.

El principal representante de las biguanidas es la metformina, un fármaco muy seguro y que no presenta interacciones medicamentosas relevantes, según estudios. Los principales efectos secundarios son los trastornos gastrointestinales, como la diarrea y un sabor metálico en la boca.

4. Tiazolidinedionas

Este grupo de fármacos se conoce como sensibilizadores de la insulina, es decir, hacen que la hormona tenga un mayor efecto en los tejidos periféricos, como el músculo y la grasa. También disminuyen la producción de glucosa en el hígado, lo que potencia su efecto hipoglicemiante.

El primer fármaco perteneciente a este grupo fue la troglitazona, pero fue sacado del mercado al causar daño hepático severo en múltiples pacientes. Actualmente se utilizan la rosiglitazona y la pioglitazona, sin muestras de hepatotoxicidad. No obstante, el uso debe hacerse con sumo cuidado.

5. Inhibidores de la alfa glucosidasa

La alfa glucosidasa es una enzima ubicada a nivel intestinal encargada de la degradación de carbohidratos complejos a moléculas más fáciles de absorber. Este grupo de fármacos inhibe la acción enzimática, por lo que retrasa la absorción de glucosa posterior a cada comida. El mecanismo de acción ayuda a regular los niveles de glucosa, reduciendo el riesgo de hipoglicemia.

En la actualidad existen 2 fármacos pertenecientes a este grupo: acarbosa y miglitol. Los mismos se deben tomar con cada comida, iniciando con dosis bajas. La administración se realiza de esta manera para disminuir la repercusión de los efectos secundarios gastrointestinales, como flatulencias y diarrea.

6. Inhibidores de la dipeptidil peptidasa 4 (DPP-4)

Los inhibidores de la DPP-4 disminuyen los niveles de glucosa en sangre al aumentar la concentración de insulina después de comer. Esto lo logran al inhibir la degradación de un compuesto llamado péptido similar al glucagón (GLP-1). De esta manera, aumenta el ingreso de glucosa al músculo.

Sitagliptina, saxagliptina, linagliptina y alogliptina son los fármacos pertenecientes a este grupo y se venden en diversos países del mundo. En el año 2015 la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) emitió una alerta para establecee que estos compuestos pueden causar dolor articular severo. Este efecto secundario no es un criterio de suspensión.

Medicamentos vía oral para la diabetes.
Los antidiabéticos orales no sirven para episodios agudos. Son parte del tratamiento crónico de la enfermedad.

Medicamentos inyectables para la diabetes tipo 2

Otra de las opciones terapéuticas con las que se trata la diabetes tipo 2 son los fármacos hipoglucemiantes inyectables. Uno de los principales representantes de este grupo es la insulina, sin embargo, existen otros compuestos pertenecientes a esta categoría. Se prescriben cuando el tratamiento oral no es suficiente.

En términos generales, los medicamentos inyectables poseen una biodisponibilidad mayor, es decir, una mayor cantidad de fármaco será capaz de generar el efecto. Esto se traduce en una acción más rápida y en una potencia superior.

Agonistas del receptor del GLP-1

Este grupo de fármacos también se conocen como miméticos de incretina. Se unen al receptor de GLP-1 ubicado en los tejidos e imitan su acción.

En este sentido, son capaces de disminuir los niveles de glucosa en sangre y favorecer la pérdida de peso de los pacientes al retrasar el vaciamiento gástrico.

La administración de los miméticos de incretina puede variar de 1 a 2 veces al día o 1 vez a la semana. Los principales efectos secundarios generados son a nivel gastrointestinal. Además, están contraindicados en las personas con antecedentes de cáncer de tiroides.

Los fármacos comercializados son los siguientes:

  • Exenatida.
  • Lixisenatida.
  • Liraglutida.
  • Dulaglutida.
  • Albiglutida.
  • Semaglutida.

Análogo de la amilina

Se trata de un solo fármaco llamado pramlitida, el que imita la acción de la hormona amilina, que contribuye a la regulación de los niveles de glucosa después de las comidas. La pramlitida inhibe la secreción de glucagón, disminuye el vaciamiento gástrico y promueve la saciedad.

Las dosis iniciales del medicamento deben ser bajas para prevenir la aparición de efectos colaterales, como náuseas, vómitos e hipoglicemia. Este medicamento solo está contraindicado en pacientes que sean alérgicos al compuesto o que presenten gastroparesia, ya que puede ralentizar aún más el transito intestinal.

La constancia y la disciplina son los pilares para tratar la diabetes

Sin importar cómo se trata la diabetes tipo 2, lo primordial es ser constante con los fármacos y el estilo de vida. Los pacientes con la enfermedad deben estar conscientes de la importancia de mantener los hábitos saludables. Esta es una patología que no desaparece, por lo que los cambios deberán mantenerse a lo largo de toda la vida.



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