Trastorno por atracón: síntomas, causas y tratamiento
El trastorno por atracón (BED, por sus siglas en inglés), a veces conocido como trastorno por atracón compulsivo, hace referencia a episodios de ingesta de alimentos en una cantidad mayor de lo normal y en un período corto de tiempo. Se trata del trastorno alimentario más común, con una estimación global de 3,5 % en las mujeres y 2 % en los hombres a lo largo de la vida.
Esta condición se incluyó en la última edición del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-V). En esta edición se precisó los criterios de diagnóstico, en particular la frecuencia y la duración de los síntomas. Analizamos las principales características del BED, con un especial énfasis en la manera en que se manifiesta.
Síntomas del trastorno por atracón
En el DSM-V se incluyen las características bajo las cuales se manifiesta el trastorno por atracón. En principio, existen cinco criterios bajo los cuales se puede diagnosticar el trastorno. Te dejamos con los incluidos en el manual de diagnóstico vigente.
Criterio 1
La principal característica del trastornos por atracón son los episodios de ingesta de alimentos en un periodo de tiempo de 2 horas. Dicha ingesta supera de manera significativa la cantidad de alimentos que una persona comería en el mismo periodo de tiempo y bajo el mismo contexto. De igual modo, la ingesta se acompaña de una sensación de falta de control. Por ejemplo:
- La dimensión de la cantidad de comida que se está ingiriendo.
- Las consecuencias derivadas de la ingesta.
- Ausencia de control sobre el tipo y la cantidad de comida.
- Incapacidad para dejar de comer.
Criterio 2
Los signos anteriores son los característicos del trastorno. Como complemento se acompaña de lo siguiente:
- Comer mucho más rápido de lo normal.
- Comer ingentes cantidades de comida cuando no se tiene apetito o hambre.
- Comer hasta alcanzar una sensación de plenitud en el estómago.
- Comer por vergüenza por los episodios de atracones anteriores.
- Desarrollar sentimientos de culpa, vergüenza o disgusto por comer en exceso.
Descubre más: Diferencias entre ansiedad y depresión
Criterio 3
La tercera característica que recoge el DSM-V en relación con los atracones es una marcada angustia alrededor del proceso. La angustia se manifiesta antes, durante o después; y ayuda a alentar la falta de control por saciar el impulso por comer.
Criterio 4
Otro rasgo que acompaña al trastorno para que sea considerado como tal es la frecuencia. Una persona puede tener una experiencia de este tipo de manera ocasional (como en una fiesta, por ejemplo), pero esto no se considera un trastorno de atracón. Para que así sea se debe hacer una vez al día o al menos una vez a la semana durante 3 meses seguidos.
Criterio 5
En contraste con otros trastornos alimentarios los atracones no se acompañan de comportamientos de carácter compensatorio. Por ejemplo, purgas, ejercicio o ayuno. Tampoco ocurren de manera exclusiva dentro del contexto de la anorexia nerviosa o la bulimia nerviosa.
Además de estos criterios, resulta importante considerar la gravedad en función de la frecuencia con la cual ocurren los atracones a lo largo de la semana. Se distinguen así cuatro tipos:
- Leve: entre 1 y 3 episodios a lo largo de la semana.
- Moderado: entre 4 y 7 episodios a lo largo de la semana.
- Grave: entre 8 y 13 episodios a lo largo de la semana.
- Extremo: más de 14 episodios a lo largo de la semana.
Tal y como advierten los expertos, el BED se asocia con un bienestar psicológico y físico reducido. Por tanto, se puede acompañar de angustia, depresión, obesidad, dolor crónico, diabetes, síndrome metabólico y otros. De igual modo, puede estar caracterizado por lo siguiente:
- Incomodidad al momento de comer cerca de otras personas.
- Miedo a comer el público.
- Habituar horarios o estilos de vida para compaginarlos con los atracones.
- Reducir las actividades sociales con amigos y familiares (episodios de aislamiento).
- Desarrollo de rituales para comer (por ejemplo, priorizar algunos grupos por sobre otros, impedir que estos se toquen y demás).
- Baja autoestima.
Como puedes ver, el trastorno por atracón es un fenómeno muy complejo. Los síntomas más comunes son la ingesta de comida durante un promedio de 2 horas durante un periodo de 3 meses al menos una vez por semana. La ingesta se hace de forma rápida y no suele estar acompañada de una sensación objetiva de hambre.
Descubre más: ¿Cuáles son las consecuencias de comer rápido?
Causas del trastorno por atracón
No se conocen las causas precisas del trastorno por atracón. Se manifiesta bajo una tríada de elementos psicológicos, ambientales y biológicos. La interacción entre estos factores es lo que lleva a una persona desarrollar este tipo de trastorno. Veamos algunos de ellos:
- Episodios de obesidad infantil.
- Episodios de pérdida de alimentación durante la infancia.
- Conflictos en la familia y problemas durante la crianza.
- Experiencias de abuso físico o sexual.
- Problemas similares en los padres, los hermanos y otros miembros de la familia.
- Problemas en la conducta durante la infancia.
- Alteraciones en el microbioma intestinal.
- Historial de trastornos psiquiátricos (como depresión y ansiedad).
- Historial de trastornos de la alimentación.
- Actitudes de la familia en relación con la imagen corporal y la comida.
- Alteraciones en la forma en la que se produce o se metaboliza la dopamina (investigaciones recientes alertan sobre esta vía).
Los episodios de adicción o de abuso de sustancias también pueden predisponer a una persona a desarrollar este trastorno. A menudo uno solo de estos factores no es suficiente, sino que necesita del impulso o el complemento de otros.
Opciones de tratamiento para el trastorno por atracón
Dadas todas las implicaciones del trastorno las opciones de tratamiento abarcan diferentes aspectos. Todos estos en conjunto ayudan a controlar los episodios. Para ello se requiere un grupo de profesionales de diferentes disciplinas que ayuden a lograr lo siguiente:
- Reducir la frecuencia de los atracones.
- Abordar los trastornos cognitivos relacionados con los alimentos.
- Mejorar la salud metabólica y el peso corporal.
- Abordar las posibles enfermedades o condiciones que han surgido de por medio.
- Mejorar el estado de ánimo (la angustia, la ansiedad, la depresión y demás).
Para lograr estos se priorizan tres frentes: la psicoterapia, la farmacoterapia y las opciones para bajar de peso e incluir una dieta equilibrada. La psicoterapia se considera la principal vía para detener los episodios de este tipo. Se prefiere en estos contextos la terapia cognitivo-conductual, la psicoterapia interpersonal y la terapia conductual dialéctica.
La farmacoterapia se considera cuando hay un rechazo a la psicoterapia o cuando no se han logrado avances por dicha vía. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y los fármacos antiepilépticos son los más usados. De acuerdo con el criterio del especialista se pueden considerar también los medicamentos para el trastorno por déficit de atención con hiperactividad y los que se recetan para el trastorno del trabajo por turnos.
La dieta baja en calorías y el ejercicio complementan lo anterior. En general, el pronóstico de este trastorno es mejor que otros de su tipo, ya que la tasa de remisión y de recaídas es mucho más favorable. Actuar a tiempo es muy importante para evitar las complicaciones en la salud que pueden ser permanentes y poner en riesgo la vida.
- Brownley, K. A., Berkman, N. D., Peat, C. M., Lohr, K. N., Cullen, K. E., Bann, C. M., Bulik, C. M. (2016). Binge-Eating Disorder in Adults: A Systematic Review and Meta-analysis. Ann Intern Med;165(6):409-20.
- Davis, C. (2015). The epidemiology and genetics of binge eating disorder (BED). CNS Spectr;20(6):522-9.
- Hudson, J. I., Hiripi, E., Pope, H. G., Kessler, R. C. (2007). The prevalence and correlates of eating disorders in the National Comorbidity Survey Replication. Biol Psychiatry;1;61(3):348-58. doi: 10.1016/j.biopsych.2006.03.040.