Tipos de cáncer de mama
El cáncer de mama es uno de los tumores más frecuentes en las mujeres y representa una de las principales causas de muerte. Esta patología tiene múltiples formas de presentación dependiendo de la región donde se ubique y de las células afectadas. En este sentido, se han logrado describir diferentes tipos de cáncer de mama, cada uno de ellos con un comportamiento y pronóstico diferente.
Las células afectadas con mayor frecuencia en la glándula mamaria son las pertenecientes al tejido epitelial que recubre al órgano. De esta forma, la mayoría de las tumoraciones adquieren el nombre de carcinoma o adenocarcinoma, al tratarse de epitelio glandular. No obstante, las alteraciones también pueden aparecer en otras células glandulares, por lo que adquieren un nombre diferente.
Carcinoma in situ
Esta es la etapa inicial de todos los tipos de cáncer de mama, en la que la tumoración se encuentra localizada y no ha invadido los tejidos circundantes. Todas las células epiteliales descansan sobre una estructura llamada lámina basal, por debajo de la cual se encuentra tejido conectivo, vasos sanguíneos y vasos linfáticos.
En términos generales, se dice que se trata de un carcinoma in situ cuando la lámina basal en la zona afectada se encuentra intacta, por lo que la tumoración no ha afectado el tejido conectivo. Todo carcinoma in situ tiene la probabilidad de evolucionar y convertirse en un carcinoma infiltrante, aunque el tiempo en que esto ocurre puede variar.
Carcinoma ductal in situ
El carcinoma ductal in situ es una de las 2 formas de carcinoma in situ existentes, en la cual la alteración se encuentra en el epitelio de los conductos galactóforos. Estudios demuestran que es la forma más común de cáncer in situ, representando hasta el 90 % de todos los casos.
La misma es una afección localizada, la cual no ha afectado la lámina basal y no existe la formación de nuevos vasos sanguíneos. Esta tumoración tiene una probabilidad elevada de progresar a un carcinoma invasivo más agresivo si no se trata a tiempo. Una de las posibles causas de este tipo de cáncer de mama es por la acumulación de alteraciones genéticas durante un tiempo prolongado.
Carcinoma lobulillar in situ
Esta es una forma menos frecuente del cáncer de mama in situ, en la cual se ven afectados los lóbulos de la glándula mamaria y los ductos terminales. Los síntomas del cáncer de mama en este caso no son tan evidentes, ya que no suele generar una tumoración palpable, lo que puede llevar a un error en el diagnóstico.
Por fortuna, la progresión de esta tumoración es muy lenta y es poco probable que se origine un carcinoma invasivo a partir de ella. La misma no suele ser considerada como una enfermedad propiamente dicha por algunos especialista, sino como un factor de riesgo que aumenta la probabilidad de desarrollar otros tipos de cáncer mama.
Carcinoma ductal infiltrante (CDI)
El adenocarcinoma ductal infiltrante es aquel que afecta a los conductos galactóforos y que penetró la membrana basal del epitelio, por lo que invade el tejido conectivo cercano. Múltiples investigaciones establecen que se trata del tipo más común de cáncer de mama y representa entre el 50 y el 90 % de todos los carcinomas mamarios diagnosticados.
Este carcinoma puede afectar a las mujeres de cualquier edad, no obstante, es más frecuente después de los 55 años. El pronóstico de esta afección dependerá de las características propias del tumor y de la extensión de la enfermedad. En términos generales, el mismo es bueno cuando la invasión es mínima y no existe metástasis a órganos lejanos.
El diagnóstico temprano es fundamental a la hora de determinar el pronóstico de la enfermedad. Un diagnóstico y tratamiento oportuno disminuirán la probabilidad de que el tumor se extienda a otros tejidos a través del sistema linfático o del torrente sanguíneo.
Carcinoma lobulillar infiltrante (CLI)
El carcinoma lobulillar infiltrante es aquel que aparece en los lóbulos de la glándula mamaria e invade el tejido circundante. El mismo también tiene la capacidad de hacer metástasis e invadir órganos lejanos como el CDI. De acuerdo con la Sociedad Americana de Cáncer, su incidencia es baja y aparece en tan solo 1 de cada 10 mujeres con cáncer de seno invasivo.
Este tipo de cáncer tiende a ser más difícil de detectar a través del examen físico y la mamografía, debido a que los signos y síntomas presentados son menos evidentes. Por fortuna, el pronóstico de las mujeres afectadas es mejor que aquellas diagnosticadas con CDI, de hecho, se estima que llegan a vivir hasta 3 años más.
Las causas y factores de riesgo no son diferentes para esta forma de presentación en particular, por lo que las alteraciones genéticas y la exposición a estrógenos son determinantes. Otros factores como el tabaquismo, el consumo de alcohol y la obesidad también aumentan la probabilidad de padecer la enfermedad.
Otros carcinomas infiltrantes
Tanto el CDI como el CLI son las formas de presentación infiltrante más comunes de esta afección. No obstante, existen otros tipos de cáncer de mama infiltrante que son menos comunes, los cuales se diferencian por el patrón histológico mostrado. Estas formas de presentación no superan el 5 % del total de casos de carcinoma de seno, dentro de ellas destacan destacan las siguientes:
- Quístico adenoide.
- Adenoescamoso de bajo grado.
- Medular.
- Papilar.
- Micropapilar.
- Mixto.
Muchos de ellos tienen un mejor pronóstico que el CDI, no obstante, el carcinoma micropapilar y el mixto son mucho más agresivos. En este sentido, es de vital importancia la realización de biopsias para determinar el tipo histológico preciso.
Cáncer de mama triple negativo
Esta es una forma de presentación muy particular del cáncer de mama, el cual debe su nombre al resultado negativo de tres estudios diferentes. En este sentido, el mismo carece de receptores para estrógenos y progesterona, así como la ausencia de sobreproducción de la hormona HER2.
En términos generales, el cáncer de mama triple negativo es poco frecuente y se estima que se presenta en un máximo del 15 % de todos los casos de cáncer de seno. El mismo es más frecuente en las mujeres menores de 40 años, afroamericanas y con mutación en el gen BRCA 1, sin embargo, puede afectar a cualquier mujer.
Por desgracia, este es uno de los tipos de cáncer más agresivos, ya que crece y se propaga con gran rapidez. La terapéutica del mismo es muy limitada ya que muchos de los tratamientos disponibles como la terapia dirigida y el tratamiento hormonal no ejercen ningún efecto, por lo que su pronóstico es malo.
Cáncer de mama inflamatorio
El cáncer de mama inflamatorio es un carcinoma ductal infiltrante (CDI), el cual presenta signos y síntomas muy diferentes a los habituales. Esto se debe a que las células cancerosas obstruyen el drenaje linfático de la glándula mamaria, lo que genera que el seno presente signos de inflamación como enrojecimiento y aumento de volumen.
Uno de los síntomas más orientativos es la aparición de pequeños hoyuelos en la piel similares a los de la cáscara de la naranja, lo que indica un edema linfático. El diagnóstico de esta forma de presentación es un reto, ya que no genera los síntomas típicos y simula la presencia de una infección como la mastitis.
Este es uno de los tipos de cáncer de mama más raros, de hecho, la Sociedad Americana de Cáncer estima que representa tan solo entre el 1 y el 5 % de todos los casos de carcinoma mamario. Por desgracia, la mayoría de las mujeres son diagnosticadas en etapas avanzadas de la enfermedad cuando ya se han afectado las células de la piel, por lo que su pronóstico es peor que el del CDI.
Enfermedad del Paget del pezón
La enfermedad de Paget es otro tipo de cáncer poco frecuente, en la cual unas células malignas específicas llamadas células de Paget afectan la piel del pezón, generando la aparición de síntomas anormales en la zona. Los síntomas presentados con mayor frecuencia son el enrojecimiento del pezón y la ulceración del mismo según las investigaciones.
Su incidencia es muy baja en comparación con otros tipos de cáncer, pudiendo alcanzar hasta el 0,85 % en algunas poblaciones según el estudio citado. Esta enfermedad suele diagnosticarse con algún tipo de carcinoma ductal, bien sea in situ o infiltrante. Por fortuna, el pronóstico de las personas diagnosticadas es muy bueno, sobre todo cuando cuando la enfermedad no se ha propagado.
El diagnóstico del cáncer en este caso se realiza basado en la clínica presentada y en la observación de las células de Paget en la lesión. Algunos estudios de imagen como la mamografía y la ecografía mamaria también pueden ser de utilidad a la hora de detectar la presencia de otro tumor adyacente.
Angiosarcoma del seno
El angiosarcoma de mama es un tipo de cáncer que se origina en las células que revisten a los vasos sanguíneos, llamadas endotelio vascular. Las mismas pueden llegar a multiplicarse de forma anormal y generar una tumoración muy agresiva, de hecho, algunos especialistas la consideran la tumoración maligna más letal de la mama.
Por fortuna su incidencia es baja, se estima que representa tan solo el 0,04 % de todos los tumores malignos de la mama. La sintomatología presentada se caracteriza por la aparición de un nódulo morado en la piel, así como una protuberancia en uno o en ambos senos.
Los angiosarcomas de mama son una complicación frecuente del tratamiento con quimioterapia para otros tipos de cáncer de seno. En este sentido, es posible clasificarlo como primario y secundario. El primer caso se da cuando aparece en mujeres que nunca han padecido la enfermedad, mientras que es secundario cuando aparece en mujeres con antecedentes de cáncer de mama.
Tumores filoides
Se tratan de tumores que aparecen en el tejido conectivo de la mama, por lo que pueden llegar a comprimir los vasos sanguíneos y linfáticos. Los mismos tienen una incidencia baja y representan menos del 1 % de todos los tumores malignos de la mama según estudios. Los tumores filoides suelen ser benignos, aunque 1 de cada 4 se transforma en cáncer.
Esta tumoración presenta un crecimiento rápido, aunque por fortuna suele estar limitado al seno, por lo que las metástasis a distancia son muy raras. La tumoración es más frecuente en mujeres entre los 41 y los 49 años, sobre todo en aquellas que presentan el síndrome de Li-Fraumeni.
El tratamiento oportuno es importante en todos los tipos de cáncer
Todos los tipos de cáncer de mama existentes poseen características únicas que permiten diferenciarlos entre sí. Las formas de presentación más frecuentes son el carcinoma ductal y lobulillar, bien sea infiltrante o in situ. No obstante, siempre se debe considerar la presencia de otros tipos raros de cáncer, con el fin de lograr un diagnóstico oportuno.
Algo que tienen en común todas estas tumoraciones, es que la expectativa de vida mejora de forma considerable si se diagnostica y se trata en los estadios iniciales. En este sentido, es de vital importancia realizarse el autoexamen mamario de forma periódica y acudir al especialista ante la presencia de algún síntoma extraño.
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