Sobredosis de vitaminas: lo que debes saber
Todos sabemos que las vitaminas son saludables para nuestro organismo. Las personas eligen tener una dieta equilibrada con énfasis en legumbres, frutas y verduras para obtenerlas de forma natural. A veces también se apela por el consumo de suplementos, una alternativa viable en algunos contextos. Sin embargo, de poco se habla de la sobredosis de vitaminas; una condición más frecuente de lo que se piensa.
Aunque las vitaminas son compuestos elementales para regular actividades metabólicas, lo cierto es que los expertos advierten que un exceso de ellas puede ser contraproducente. Desde la literatura médica se le conoce como hipervitaminosis, una afección que puede derivar incluso en episodios de intoxicación. En las líneas siguientes te enseñamos todo lo que debes saber sobre la sobredosis de vitaminas.
¿Existe la sobredosis de vitaminas?
Sí, es posible manifestar una sobredosis de vitaminas. A menudo asociamos a las vitaminas como compuestos que solo pueden generar beneficios para la salud. Cuando sus valores descienden surgen complicaciones; de manera que mientras más se consuman, más saludable será el organismo. Esta es la idea de la mayoría de las personas, una que por supuesto tiene sus matices.
Aunque las vitaminas son esenciales para el metabolismo, un exceso de ellas derivará inevitablemente en complicaciones. Conviene distinguir en este punto las vitaminas liposolubles de las vitaminas hidrosolubles. En el primer caso encontramos a las vitaminas que se pueden almacenar en el hígado, en el tejido muscular y en el tejido graso. Son la vitamina A, la D, la K y la E.
Por el contrario, las vitaminas hidrosolubles son aquellas no se almacenan en el cuerpo (salvo la B12), de manera que se utilizan a medida que se digieren. El excedente se expulsa por la orina, así que hay que estar consumiéndolas con regularidad. Todas las vitaminas del grupo B junto con la vitamina C son vitaminas hidrosolubles.
Teniendo en cuenta esta distinción, es más probable que manifiestes una sobredosis de vitaminas liposolubles que una de las hidrosolubles. Esto no implica que no puedas desarrollar una sobredosis de este último grupo, solo que es menos frecuente (debes ingerirlas en dosis altas varios días seguidos).
Síntomas de la sobredosis de vitaminas
Los síntomas del exceso de vitaminas varían de acuerdo con el grupo. Por lo general no manifestarás signos evidentes cuando el excedente es menor, aunque los síntomas se empezarán a manifestar cuando el desbalance en positivo sea más significativo. Veamos algunos de los indicios de que puedes tener sobredosis de vitaminas:
- Fatiga.
- Dolor óseo y muscular.
- Aumento de la frecuencia de la micción.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea.
- Sensibilidad a la luz.
- Aumento de la frecuencia cardíaca.
- Hipertensión.
- Confusión.
- Dolor en las articulaciones.
- Irritabilidad y cambios en el humor.
- Alteraciones de la piel (sequedad, enrojecimiento, erupciones, sensibilidad y demás).
- Pérdida de peso moderada (cuando la sobredosis se extiende por varias semanas o meses).
- Convulsiones.
Cuando los niveles alcanzan cierto umbral, pueden desarrollarse episodios de toxicidad. La toxicidad hepática es un peligro potencial, uno que incluso puede derivar en el daño del órgano. Si se persiste con la ingesta el daño se extenderá a otros tejidos, se puede entrar en coma e incluso puedes morir. Esto por supuesto en casos severos, aquellos en los que han antecedido los signos presentados.
Causas de la sobredosis de vitaminas
Tal y como señalan los expertos, la principal causa de la sobredosis de vitaminas la encontramos en lo que se conoce como megadosis de suplementos.
Un dieta equilibrada nos aporta la cantidad de nutrientes que necesitamos para desempeñar las funciones metabólicas diarias. Algunas personas, bien por padecer de una condición subyacente, por la edad, por la falta de tiempo o por otras razones optan por la ingesta de suplementos.
Los suplementos son un sustituto idóneo para los nutrientes que por uno u otro motivo no podemos conseguir a través de los alimentos. Esto al menos cuando no se excede la dosis recomendada en el prospecto o aquella que ha determinado el especialista. La automedicación o la apuesta por un régimen que lleva al extremo una vida saludable puede hacer que no se respeten las dosis normativas.
La sobredosis de vitaminas es más frecuente con los grupos liposolubles. Las alteraciones de la vitamina A y vitamina D concentran la mayoría de los casos de hipervitaminosis. Puedes desarrollar la condición también si las adquieres a través de una dieta muy estricta. En todo caso, esto es menos frecuente.
Posibles complicaciones
El exceso de algunos grupos vitamínicos nunca debe desvalorarse, en especial en personas que padecen de afecciones subyacentes.
Por ejemplo, se sabe que el exceso de vitamina A puede entorpecer la resorción ósea, lo cual es un obstáculo para la renovación de las capas de los huesos. De acuerdo con la evidencia, esto puede hacer aumentar el riesgo de fracturas óseas. En el caso de la vitamina D, existen indicios de que su exceso puede derivar en hipercalcemia.
El primer caso se alude a los cuadros como hipervitaminosis A, en el segundo como hipervitaminosis D. También existe el síndrome de megavitamina B6 (o hipervitaminosis B6). Puede ocasionar neuropatía periférica, de acuerdo con los investigadores. La parestesia, la ataxia y el entumecimiento son comunes en estos casos.
Cuando se insiste en la ingesta de suplementos o en el consumo de una dieta estricta, las secuelas pueden sentirse en el daño de los tejidos de los órganos. Esto puede llevar al coma, e incluso a la muerte. Por supuesto las complicaciones de este tipo son muy infrecuentes, ya que la mayoría busca asistencia médica al percibir los síntomas que incapacitan en mayor o menor medida.
Para evitar todas estas complicaciones debes asegurarte de tomar la cantidad adecuada de vitaminas de acuerdo con tu edad. Si tomas suplementos recuerda que la dosis la debes regular en función de las que obtienes en la dieta. Si tienes dudas consulta con un especialista, en especial si has manifestado algunos de los síntomas reseñados con anterioridad.
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