Neutrofilia (neutrófilos altos): todo lo que debes saber

La neutrofilia es una de las alteraciones en los glóbulos blancos más frecuente. La misma puede tener múltiples causas, aunque por fortuna casi todas poseen un tratamiento efectivo.
Neutrofilia (neutrófilos altos): todo lo que debes saber
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 02 agosto, 2022

Los neutrófilos son células del sistema inmunitario que ayudan al organismo a defenderse contra agentes extraños y a sanar las heridas. Los mismos pueden aumentar en respuesta a diversos trastornos y enfermedades. ¿Te interesa conocer más acerca de la neutrofilia? A continuación te contamos todo lo que debes saber.

Los glóbulos blancos o leucocitos son las células responsables de asegurar la protección contra agentes patógenos. Dentro de este grupo se encuentran los polimorfonucleares (PMN) que incluyen a los neutrófilos, los eosinófilos y los basófilos. Estudios afirman que los neutrófilos constituyen el 50 al 70 % de la serie blanca.

La neutrofilia es la causa más común de leucocitosis, siendo este el aumento del total de glóbulos blancos circulantes por encima de 11 000 por milímetro cúbico (mm³). Los valores de neutrófilos se miden en sangre mediante pruebas de laboratorio y son de utilidad en el diagnóstico de infecciones y enfermedades inflamatorias.

¿Qué es la neutrofilia?

La síntesis de los neutrófilos tiene lugar en la medula ósea a partir de las células madre mieloides. Estos pasan a la sangre, donde la mitad queda libre y el resto se adhiere al vaso sanguíneo como reserva. Su vida media varía de 8 a 20 horas y aumenta en los tejidos inflamados.

El término neutrofilia se utiliza para describir una elevación en el número absoluto de neutrófilos circulantes en sangre. Por lo general, los valores normales de neutrófilos en adultos se ubican entre 2000 y 7500 por milímetro cúbico (mm³).

De igual forma, los resultados de neutrófilos que excedan el 70 -75 % de los glóbulos blancos totales también se consideran neutrofilia. Los datos pueden variar en función de la edad de la persona, el estado de salud y los parámetros de laboratorio.

¿Qué indican los valores de neutrofilia?

La neutrofilia se detecta en el laboratorio
Únicamente un estudio de laboratorio permite determinar la cantidad de neutrófilos en la sangre.

La elevación de los neutrófilos en sangre puede ser resultado de la activación o alteración de diversos mecanismos. Por lo general, la neutrofilia indica una hiperactivación del sistema inmunitario para combatir algún agente extraño. Algunos de los fenómenos responsables de este resultado son los siguientes:

  • Aumento en la producción medular en estados inflamatorios y enfermedades mieloproliferativas. 
  • Liberación rápida desde la médula ósea a la sangre en respuesta a procesos agudos y exposición a toxinas.
  • Movilización de la reserva de neutrófilos por estrés físico y mental o la administración de epinefrina.
  • Bloqueo en la salida a los tejidos por tratamiento con corticosteroides.

Por otro lado, este estado puede acompañarse de otras alteraciones de la serie blanca y roja celular, como la anemia y la trombocitopenia. En este sentido, la identificación y el tratamiento médico oportuno se asocia con un mejor pronóstico en el estado de salud.

Causas comunes de neutrófilos altos

En la mayoría de los casos, la elevación de los neutrófilos suele indicar que algo no va bien en el organismo. No obstante, existen estados no patológicos que pueden promover un aumento temporal o pseudo neutrofilia. Dentro de las causas más comunes de neutrofilia se encuentran las siguientes.

1. Infecciones agudas

Las infecciones bacterianas agudas son la causa más frecuente de neutrofilia. Por lo general, estas se acompañan de fiebre, escalofríos, malestar general y signos de inflamación local. En infecciones sistémicas los síntomas varían de acuerdo al órgano afectado.

Algunas investigaciones sugieren que en infecciones bacterianas moderadas o severas existe liberación de formas inmaduras de neutrófilos desde la medula ósea. Dicho proceso ocurre como una respuesta rápida del cuerpo para eliminar y expulsar a los microorganismos patógenos.

De igual forma, los procesos virales, parasitarios y fúngicos también pueden producir estados de neutrofilia con menor frecuencia. Por otro lado, las infecciones bacterianas de inicio paulatino, como la brucelosis, no suelen producir elevación de los neutrófilos, e incluso es más común la neutropenia.

2. Enfermedades inflamatorias

En la mayoría de los casos, los procesos inflamatorios promueven la dilatación de los vasos sanguíneos y la llegada de los neutrófilos al sitio de la inflamación. Además, las lesiones severas que favorecen la extravasación de plasma, como las fracturas y las quemaduras, también se asocian con neutrofilia.

Por otro lado, los neutrófilos altos son un hallazgo de algunas enfermedades autoinmunitarias, tal es el caso del lupus y la artritis reumatoide. En estas enfermedades es usual no solo un aumento en el número de células blancas, sino también la alteración de sus funciones.

3. Leucemia

La leucemia es un tipo de cáncer que afecta las células sanguíneas y altera el recuento de glóbulos blancos (principalmente). Por lo general, es frecuente encontrar neutrofilia con predominio de formas inmaduras. Los valores de neutrófilos pueden estar incluso por encima de 50 000 por milímetro cúbico (mm³).

De igual forma, estos pacientes pueden presentar hiperviscosidad sanguínea cuando los neutrófilos alcanzan los 100 000 por milímetro cúbico (mm³). Este trastorno constituye una emergencia médica y se asocia con un alto riesgo de paro respiratorio, enfermedad cerebrovascular y muerte.

4. Estrés y ejercicio físico

El ejercicio físico vigoroso así como el estrés físico y emocional son causas frecuentes de neutrofilia. En este sentido, el aumento de las catecolaminas motivado por estos estados estimula la movilización de la reserva de neutrófilos y aumenta sus niveles en sangre.

Por lo general, se manifiesta como una neutrofilia leve y temporal, conocida como pseudo neutrofilia.

Diagnóstico de neutrofilia

El método de elección para la identificación de la neutrofilia es el hemograma completo. Este es un análisis de sangre que brinda información detallada de los leucocitos totales, neutrófilos, linfocitos, monocitos y eosinófilos. Además, sirve para evaluar el nivel de hemoglobina y el volumen eritrocitario.

Por lo general, esta es una prueba complementaria que se solicita ante la sospecha de una infección aguda o proceso inflamatorio. En ocasiones, es necesario el estudio microscópico de la sangre en busca de formas inmaduras que puedan sugerir un trastorno medular.

¿Cómo tratar los neutrófilos altos?

La neutrofilia y su tratamiento
La determinación de la neutrofilia es útil para diagnosticar ciertas enfermedades, por lo que su solución depende de la causa. Por ejemplo, los antibióticos son útiles en las infecciones bacterianas.

En la mayoría de los casos, el tratamiento está orientado a solucionar el trastorno o enfermedad subyacente responsable de la neutrofilia. Una vez instaurado el plan terapéutico, los neutrófilos deberían disminuir progresivamente a valores normales. Es vital el seguimiento de los niveles de neutrófilos hasta la resolución del cuadro.

De igual forma, el médico debe reconocer los signos de alarma que indiquen la necesidad de atención por emergencia. En este sentido, los niveles de neutrofilia superiores a 50 000 por milímetro cúbico (mm³) y la presencia de anemia, trombocitopenia y formas inmaduras son criterios de severidad y urgencia.

Un signo de laboratorio que orienta el diagnóstico clínico

La neutrofilia es el aumento de los neutrófilos en sangre por encima de 7500 por milímetro cúbico (mm³) en los adultos. La causa más frecuente de este fenómeno es la infección bacteriana aguda. De igual forma, las enfermedades inflamatorias y la leucemia pueden ser responsables de la elevación de los neutrófilos.

El ejercicio intenso y el estrés también pueden elevar de forma temporal estas células blancas. En la mayoría de los casos, este signo debe asociarse a otros hallazgos clínicos y de laboratorio para obtener un diagnóstico definitivo. Los profesionales de la salud son los únicos capacitados para identificar y corregir la posible causa subyacente.



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