¿Se puede frenar un principio de alzhéimer?
La enfermedad del Alzheimer es temida por muchos adultos mayores debido a los estragos que esta causa en el cerebro a medida que progresa. Por ello, una pregunta frecuente es la siguiente: ¿se puede frenar un principio de alzhéimer? Descubre la respuesta a este interrogante.
Por desgracia, este trastorno es muy común a nivel mundial. Según datos de Alzheimer’s Association existen 44 millones de personas que la padecen. Su principal característica es que al inicio los síntomas pueden ser leves, sin embargo, los mismos progresan y causan cambios en la personalidad.
¿Qué es el alzhéimer?
Esta enfermedad es la causa más común de demencia, la que está caracterizada por cursar con problemas de la memoria, el pensamiento y el comportamiento. El término demencia se utiliza para referirse a las diversas patologías capaces de alterar el funcionamiento normal del cerebro.
El alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, es capaz de empeorar a medida que transcurre el tiempo. A pesar de que el índice de progresión varía de persona a persona, una vez aparecen los primeros síntomas la expectativa de vida disminuye.
Esta patología causa la muerte de las neuronas y la pérdida de tejido en todo el cerebro, el que se atrofiará con el tiempo, perdiendo diversas funciones. La mayor atrofia será registrada en el hipocampo, el área encargada de almacenar nueva información. Por ello, existe pérdida de la memoria a corto plazo al inicio de la enfermedad.
Causas y factores de riesgo asociados
Tras años de investigación, los especialistas aún no son capaces de encontrar una causa específica para esta enfermedad. De hecho, existen numerosos factores genéticos y ambientales que influyen e interactúan entre sí para el desarrollo de la degeneración neuronal.
Muchos pacientes con alzhéimer tienen antecedentes familiares de la patología, lo que destaca la importancia de la herencia en el desarrollo de la misma. Según investigaciones, existen tres genes asociados a la enfermedad. No obstante, aún no se tienen pruebas concluyentes.
Entre los factores ambientales y del estilo de vida que pueden favorecer su aparición destacan los siguientes:
- Malos hábitos alimenticios y colesterol alto.
- Sedentarismo, tabaquismo y alcoholismo.
- Problemas cardíacos.
- Daños cerebrales por accidentes.
- Consumo de sustancias nocivas, como estupefacientes.
- Diabetes mal controlada.
En términos generales, todos los factores mencionados con anterioridad disminuyen, de una forma u otra, la circulación sanguínea en el cerebro. Esto hará que reciba menos oxígeno y, por consiguiente, se acelerará el deterioro neuronal.
Síntomas de un principio de alzhéimer
En un principio, los síntomas del alzhéimer pueden ser muy leves y parecer una simple desorientación o desconcierto. Por ello, es muy común que estos sean asociados al deterioro neuronal fisiológico debido a la edad.
Sin embargo, estos signos pueden progresar de forma rápida causando estragos en la memoria y el comportamiento de quien padece la enfermedad. El deterioro cognitivo es tan severo en algunos casos que la persona puede ser incapaz de identificar a su pareja o hijos. Incluso, cambiará su personalidad.
En este sentido, es de suma importancia identificar un principio de alzhéimer de forma oportuna. Para facilitarle este trabajo a los familiares, la Alzheimer Association estableció 10 señales de advertencia para esta enfermedad y otros tipos de demencia que son las siguientes:
- Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana.
- Dificultad para planificar o resolver problemas.
- Dificultad para desempeñar tareas habituales.
- Desorientación de tiempo o lugar.
- Dificultad para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan.
- Problemas con el uso de las palabras.
- Colocación de objetos fuera de lugar.
- Falta de buen juicio.
- Pérdida repentina de la iniciativa.
- Cambios de humor inexplicables.
¿Se puede frenar un principio de alzhéimer?
Una vez que el principio de alzhéimer es identificado y diagnosticado por el especialista surge la siguiente duda: ¿se puede frenar el proceso? Por desgracia, no existe ningún tratamiento médico o método que sea capaz de hacerlo, por lo que el deterioro neuronal seguirá avanzando.
Sin embargo, es posible iniciar un tratamiento ante el principio de alzhéimer con el fin de aliviar los síntomas y retrasar su repercusión. Esto es con la única finalidad de mantener un nivel de independencia por más tiempo. La mayoría de los medicamentos disponibles aumentan la cantidad de neurotransmisores en el cerebro, por lo que mejoran su funcionamiento.
Por otro lado, existen diversos cambios en el estilo de vida que las personas diagnosticadas con principio de alzhéimer pueden realizar. Ninguno de estos cambios podrá sustituir al tratamiento médico, pero ayudarán a mantener un mejor estado de salud y retrasar complicaciones:
- Aumentar la actividad física y controlar el sobrepeso.
- Tener una dieta balanceada y consumir los nutrientes necesarios.
- Controlar las enfermedades cardíacas.
- Eliminar el consumo de drogas, alcohol y tabaco
- Reducir los niveles de estrés.
- Realizar ejercicios de inteligencia de forma regular.
Tratamiento del alzhéimer
Como ya se dijo, el tratamiento farmacológico para el alzhéimer está enfocado en reducir el efecto de los síntomas de la enfermedad por un tiempo limitado. De esta manera se obtendrá una mejora momentánea en la memoria del paciente, aumentando su independencia.
Es importante saber que al morir las neuronas, la comunicación entre ellas se pierde, por lo que no se puede transmitir la información de forma adecuada. Los medicamentos generan la producción de neurotransmisores con el fin de que la información vaya por otra vía.
Están aprobados para uso a nivel internacional dos fármacos: los anticolinesterásicos y la memantina. El primero de ellos es usado en casos de alzhéimer leve y moderado, mientras que el segundo se administra en casos severos de demencia.
La supervisión médica es imprescindible
Una vez es diagnosticado el principio de alzhéimer, el paciente debe tener un control médico muy riguroso. Cada cierto tiempo se deberá visitar al especialista con la finalidad de estudiar el deterioro cognitivo. Esto permitirá cambiar el medicamento utilizado y realizar ajustes en el estilo de vida en caso de ser necesario.
Es importante destacar que todos los pacientes con esta enfermedad necesitarán un cuidado continuo. Esto es debido a que el deterioro en el cerebro puede llegar a ser tan severo que les impida realizar tareas cotidianas, como bañarse o comer por sí solos.
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