¿Esmegma? Descubre qué es y cómo actuar si tienes demasiado

¿El esmegma es anormal? Esta pregunta se la realizan muchos hombres que descubren la sustancia por primera vez en sus genitales. Analizamos cuándo deberías preocuparte.
¿Esmegma? Descubre qué es y cómo actuar si tienes demasiado
Laura Herrera

Escrito y verificado por la médica Laura Herrera.

Última actualización: 11 diciembre, 2023

El esmegma puede estar presente en los órganos genitales de ambos sexos. Pero a pesar de su presencia común y habitual, genera temores a causa del desconocimiento que hay sobre la sustancia. ¿Es peligrosa? ¿Debe limpiarse? ¿Se trata de una infección?

Si bien se asocia con falta de higiene, la realidad es que solo es un problema en situaciones puntuales. Al contrario, desempeña varias funciones beneficiosas para el cuerpo; principalmente, actúa como un lubricante natural.

¿Qué es el esmegma?

El esmegma es una sustancia fisiológica que se produce en los genitales. Su color es blanquecino o amarillento.

Está formado a partir de células muertas de la piel, grasa producida por las glándulas sebáceas y sudor excretado por las glándulas sudoríparas. Se acumula en la región genital, en especial bajo el prepucio de los hombres y alrededor del clítoris en las mujeres.

La función principal que tiene es actuar como un lubricante natural. A su vez, ayuda a mantener la piel del área genital suave y elástica. Además, tiene propiedades antimicrobianas para proteger contra infecciones y es un elemento más que equilibra la flora bacteriana de la zona.

El esmegma es más común en los hombres no circuncidados, debido a la presencia del prepucio, que puede retener la sustancia.

Las mujeres tienen una secreción que podría llamarse «esmegma», aunque no resulta del todo idéntica a la de los varones. Se produce bajo los labios menores, cerca del clítoris. A veces se la denomina «sebo genital»: contiene células descamadas, bacterias y otros líquidos glandulares.

¿Cómo identificarlo?

Por lo general, el esmegma se acumula de manera natural en los pliegues de piel que rodean los genitales. En los hombres es común encontrarlo en el surco que rodea al glande, el cual recibe el nombre de balano-prepucial. Por otro lado, en las mujeres, se suele hallar en los labios menores o en la entrada de la vagina, en mucha menor cantidad que en los varones.

La consistencia es cremosa o grumosa. No debe tener olor y, en caso de percibirlo, hay que sospechar de una infección. Finalmente, en cuanto a cantidad, lo considerado normal es muy poco, aunque no existe una medida exacta.

¿El esmegma es una enfermedad?

Es importante aclarar que la presencia de esmegma es natural. Este compuesto cumple funciones relevantes para la salud de los genitales. Por lo tanto, el descubrimiento de la secreción, por sí solo, no es motivo para alarmarse ni para acudir al médico.

Lo que sí puede suceder es que haya una acumulación excesiva por falta de higiene. En ese escenario, algunos síntomas podrían denotar que es necesario tomar medidas. Los signos de un problema con el esmegma son los siguientes.

Irritación

La acumulación excesiva de esmegma puede llevar a la irritación de la zona genital. Se suele manifestar con enrojecimiento en el pene, inflamación y picazón en toda el área, sobre todo el glande.

Cuando hay irritación, la ropa interior genera incomodidad. Por lo tanto, la persona puede notar que no se siente a gusto por el constante prurito.

Mal olor

Dado que el esmegma se compone de células muertas y secreciones corporales, una acumulación de gran cantidad de este compuesto podría acarrear mal olor en los genitales. Esto sucede por la combinación con el factor de la poca higiene.

En las mujeres, aunque la situación es infrecuente, deberá distinguirse de una infección. Tal es el caso de la vaginitis, la vaginosis bacteriana o una micosis.

Inflamación

En hombres, el esmegma acumulado puede producir inflamación del surco balano-prepucial. A esta condición se le conoce como balanitis.

En paralelo a la inflamación, aparecerán otros signos derivados. Por ejemplo, podrían existir molestias para orinar o al tener relaciones sexuales. Sin embargo, no se trata de una condición contagiosa, ya que en este caso solo es una inflamación, sin infecciones concomitantes.

Empeoramiento de la fimosis

Los hombres con fimosis deben tener cuidado respecto a la acumulación de esmegma. En la fimosis hay una situación por la cual el prepucio no se puede retraer completamente sobre el glande.

Este factor facilita la persistencia de la sustancia en su lugar y dificulta la higiene. A largo plazo, la picazón y la inflamación podrían derivar en una complicación del problema de base.

Sobreinfecciones

Tener una alta concentración de células muertas y secreciones en los pliegues de los genitales puede generar un ambiente propicio para el crecimiento de hongos y bacterias. Por lo tanto, la acumulación de esmegma aumenta el riesgo de infecciones.

En los varones, los síntomas de sobreinfección serán la irritación persistente, el mal olor y los dolores durante la erección por culpa de las adherencias del prepucio. Por su parte, las mujeres podrían tener cambios en el flujo vaginal.



¿Qué hacer con el esmegma?

El esmegma, al no ser una enfermedad, no requiere un tratamiento específico. Lo que sí se debería hacer es prevenir su acumulación excesiva. En caso de detectar que tienes demasiado, también estás a tiempo de tomar las mismas medidas para quitar el excedente.

Para ello, basta con seguir algunas recomendaciones básicas de higiene íntima que te compartimos a continuación. De todos modos, si tienes los síntomas que describimos antes, entonces consulta con un médico.

Higiene genital

Es importante tener hábitos de higiene íntima adecuados. En los hombres significa que, al momento de realizar el lavado del pene, retraigan cuidadosamente el prepucio para que el agua y jabón (de preferencia neutro) puedan eliminar el esmegma acumulado. Luego, se debe enjuagar con abundante agua para eliminar residuos.

En las mujeres se recomienda, de igual manera, la utilización de jabón neutro. Ellas deben separar los labios vaginales con delicadeza para permitir que el agua y el jabón estén en contacto con los pliegues.

Después de lavar los genitales, es crucial secar la zona con una toalla limpia y suave. Esto, con la finalidad de eliminar la humedad, ya que la misma podría aumentar el riesgo de sobreinfecciones.

Para ambos, el proceso debería ser diario.

Ropa interior

La ropa interior puede ser una aliada para prevenir la acumulación excesiva de esmegma. En general, la mejor opción es la ropa de algodón, ya que este material permite la transpiración de la tela, absorbe la humedad y presenta menos fricción irritativa con los genitales.

En cualquier caso, lo prioritario es que la ropa no genere condiciones de humedad persistentes. Para ello, también será importante valorar la holgura de las prendas, de modo que no se utilicen diseños ajustados todo el tiempo.

Sexo seguro

El uso de preservativo previene las infecciones de transmisión sexual. Si bien el esmegma no es contagioso ni se trata de una sustancia que encierre en sí misma una peligrosidad, podría asociarse con colonización bacteriana en los genitales. El condón reduce esos riesgos y, además, facilita la limpieza masculina luego del acto sexual.



Mantener la higiene es la clave

Una buena higiene íntima es fundamental para prevenir problemas asociados con el esmegma. La acumulación excesiva de esta sustancia da lugar a irritaciones, malos olores e incluso aumenta el riesgo de infecciones.

En casos de molestias persistentes, cambios en el olor o cualquier síntoma preocupante, busca asesoramiento médico para obtener una evaluación profesional y un tratamiento oportuno. La atención a la higiene no solo contribuye al bienestar físico, sino que también puede mejorar la comodidad en las relaciones sexuales y promover la salud general.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.