Cómo curar una herida infectada

Las heridas infectadas se vuelven más dolorosas y presentan inflamación, calor y enrojecimiento de la piel. Te mostramos cómo identificarlas y curarlas.
Cómo curar una herida infectada

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 26 diciembre, 2020

Una herida infectada suele ser el resultado de algún accidente que causa una lesión al romper la piel y debe ser tratada para evitar complicaciones. Antes que nada, debes saber a qué te enfrentas, pues dependiendo del tamaño, profundidad y objeto con el que se haya realizado, esta recibe un adjetivo para determinarla y prevenir que se convierta en una zona de riesgo.

Existen heridas contusas, por arma de fuego, punzantes, por desgarro o por raspadura, pero un factor importante para determinar su gravedad es la profundidad de la lesión. En caso de ser perforante o penetrante se recomienda acudir al médico.

Sin embargo, si la piel solo presenta una lesión superficial o poco profunda, esta puede ser tratada de manera casera. Por lo general son cortaduras, arañazos o picaduras de mosquitos. Descubre cómo identificar si están infectadas y cómo tratarlas.

Reconoce una herida infectada

Una ruptura de la superficie cutánea tiende a infectarse cuando no se atiende a tiempo. Se debe a que los variopintos microorganismos que hacen vida en la superficie de la piel se filtran a las capas subyacentes.

Según un estudio publicado en British Medical Journal, los síntomas de una herida infectada son los siguientes:

  1. Se vuelve más dolorosa.
  2. Inflamación, calor y enrojecimiento de la zona cercana a la herida.
  3. Formación de costras color miel.
  4. Aumento del tamaño de la herida, como si los bordes se abrieran.
  5. A medida que transcurre el tiempo sin tratar la infección, la herida tiende a drenar una sustancia amarilla verdosa y de olor desagradable.
  6. Acompañado de una sensación de malestar general, con presencia de fiebre, náuseas y escalofríos.

Debes tener presente que mientras la herida esté fresca y no haya apariencia de cicatrización, es vulnerable a desarrollar infección en cualquier momento.

Herida superficial en pierna.
Las heridas superficiales por raspones, por ejemplo, pueden tratarse en el hogar para evitar infecciones.

Tratar una herida infectada en casa

Si bien el sistema inmune de cada persona es clave para determinar la respuesta ante la infección, la valoración inicial de la herida es importante para tratarla. Debe tomarse en cuenta el objeto que causó la lesión, la profundidad y el tiempo que ha pasado desde el momento que se produjo.

Para reducir el riesgo haz lo siguiente:

  1. Desinfecta el corte o abertura con agua y jabón antiséptico. El agua oxigenada es útil solo para la primera limpieza. A partir de allí es conveniente usar un germicida.
  2. Intenta eliminar rastros de sangre seca o cualquier supuración presente.
  3. Luego de que la lesión esté limpia debes secarla y aplicar una pomada que contenga antibióticos. Ten en cuenta que, si la lesión lo requiere, se debe cubrir con un vendaje limpio.
  4. Repite este procedimiento dos veces al día hasta que hayas generado piel nueva.

En caso de que se presente supuración abundante y con mal olor, acude sin dilación al médico. Este es el más capacitado para prescribirte algún antibiótico oral luego de haber evaluado el historial. Sin detrimento de lo expuesto, los que suelen recomendarse para tratar infecciones cutáneas son amoxicilina, cefalexina y doxiciclina.

Es probable que el médico tratante proceda a limpiar el corte y aplique algún medicamento o parche antiséptico. El cuidado y tratamiento adecuado garantizan una buena cicatrización.

Consecuencias de no tratar un herida infectada a tiempo

Las heridas infectadas que no se tratan a tiempo pueden desencadenar problemas graves, aumentado el riesgo, entre otras cosas, de una cicatrización con marcas. Aquí otras consecuencias que se pueden desencadenar y que son de diversa gravedad:

  • Según un estudio publicado en IDCases, las infecciones a causa de tétanos sin la medicación indicada llegan a ser mortales.
  • La infección que presenta un corte puede extenderse a otras partes del cuerpo y llegar a tejidos más profundos. En este punto puede aparecer celulitis.
  • Hay evidencia científica de que la celulitis puede transformarse en sepsis, una infección grave que podría desencadenar fallas en algunos órganos o la muerte.
  • El absceso cutáneo es otra de las transformaciones que puede presentar una infección de herida. Suele ser doloroso y debe ser extirpado y drenado. En caso de que la infección sea grave, necesitará hospitalización.

¿Cuándo es más probable que una herida se infecte?

Existen ciertos factores que pueden potenciar la vulnerabilidad de una herida para contraer infección, por lo que un corte realizado con un clavo, punzón, vidrio o lámpara, por ejemplo, es más expuesto. Sucede lo mismo con lesiones causadas por la mordedura de perros y gatos.

Según la Clínica Mayo esto también incluye las mordeduras de humanos, que por las bacterias presentes en la boca pueden ser igual o más perjudiciales para la salud. Asimismo, cuando no se trata el corte de forma expedita y con la medicación adecuada.

La región anatómica donde ocurre la rotura de la superficie cutánea incide en el riesgo de infección. Las heridas en la mano, ingle, piernas y axilas son las más vulnerables.

Así como si presentas alguna patología médica, como diabetes, hemofilia o tienes un sistema inmune comprometido. Estos trastornos ralentizan el proceso de curación, lo que expone a la herida a una posible invasión bacteriana.

Curación de una herida infectada en un hospital.
Algunas heridas necesitan abordaje médico para prevenir con mayor ahínco las complicaciones.

Cómo prevenir una infección de heridas

Lo primero que debes tener presente es que las incisiones médicas, los puntos y suturas generan heridas cutáneas, así que necesitarán el mismo cuidado que se le presta a un corte accidental. Aquí algunos pasos que pueden evitar la infección de un corte menor en la piel:

  1. Intenta higienizar el corte inmediatamente. Usa una solución salina normal o algún producto especializado para heridas y déjalo correr por varios segundos.
  2. Luego aplica la solución en una gasa y procede a limpiar de a toques.
  3. Seca de a toques también con una gasa y usa un parche o vendaje. En su defecto, puedes aplicar una pomada antibiótica. Debes tener cuidado de que el apósito no se moje o ensucie y cambiarlo diariamente.
  4. Tu manos, pinzas o cualquier otro objeto que uses deben estar limpios cada vez que manipules la herida.

¿Qué recordar para cuidar una herida infectada?

Las infecciones leves que no presenten fiebre pueden tratarse en casa. Si persiste, no muestra mejoría transcurridos dos días y, además, hay supuración de pus, acude al médico. Recuerda que el tratamiento dependerá de la gravedad de la infección.

Una herida infectada que esté mal curada aumentará el riesgo de cicatrices, sepsis o absceso. Busca atención médica si la lesión fue causada por la mordida de un animal, clavo oxidado u otro objeto en la misma condición.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.