6 claves para aliviar los síntomas de conjuntivitis alérgica
Recibe el nombre de conjuntivitis la inflamación de la conjuntiva; esto es, el tejido que recubre el interior de los párpados, también la parte blanca del globo ocular. Se distinguen varios desencadenantes, como lo son las bacterias, los virus y los alérgenos. Hoy nos enfocamos en enseñarte cómo aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica de la mano de los expertos.
Los signos de la conjuntivitis pueden ser muy molestos, de modo que comprometen el bienestar objetivo y subjetivo de las personas. Hay muchas cosas que puedes hacer para contrarrestarlos, algunas más efectivas que otras. De todas ellas recopilamos las mejores estrategias para aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica y algunos consejos al respecto.
6 consejos para aliviar los síntomas de conjuntivitis alérgica
Como bien apunta Johns Hopkins Medicine, la conjuntivitis alérgica se puede catalogar en dos tipos: la estacional y la perenne. La primera se asocia con ciertas estaciones del año, mientras que la segunda se manifiesta continuamente.
1. Evita los posibles alérgenos
Tal y como señalan los investigadores, la evitación de los alérgenos forma parte del tratamiento de la conjuntivitis alérgica. Los síntomas se desencadenan luego de la interacción con sustancias que provocan una respuesta exagerada en el organismo. Se conocen como alérgenos, y los más comunes con el moho, el polen, las heces de los insectos, la caspa de los animales y el polvo.
Dado que los signos pueden persistir mientras se esté expuesto al alérgeno, para aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica puedes asumir una serie de hábitos que te ayudarán a reducir la exposición. Hay muchas cosas que puedes hacer, pero las principales son las siguientes:
- Mantén las ventanas y las puertas cerradas.
- Usa filtros de aire y aires acondicionados.
- Evita que tus mascotas ingresen a tu habitación y descansen en los sofás.
- Lava a tus mascotas semanalmente.
- Lava regularmente alfombras, cortinas, sábanas y demás (y elimina las sobrantes para evitar la acumulación de alérgenos).
Si tienes en cuenta estas variables la manifestación de los síntomas no solo será menor, sino que también serán menos intensos. Identificar el alérgeno específico puede serte de gran ayuda, ya que así puedes implementar medidas pertinentes para hacer frente a él. Recuerda además lavarte las manos y el rostro inmediatamente después de que hayas entrado en contacto con un alérgeno.
2. Utiliza compresas en el área afectada
Existe evidencia de que aplicar compresas frías durante al menos 5 minutos alivia los síntomas de la conjuntivitis alérgica. En principio, reducen la picazón; ya que provocan vasoconstricción conjuntival y, por lo tanto, reducción de la hiperemia y el edema. Son así un método seguro, efectivo y rápido para aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica; y lo mejor es que es una de las alternativas más prácticas y asequibles.
3. Usa lágrimas artificiales
Los expertos han encontrado que aplicar lágrimas artificiales es útil para crear una función de barrera, diluir varios alérgenos y limpiar la superficie ocular de muchos mediadores inflamatorios. Hay muchas alternativas en el mercado, pero en general te proporcionan el mismo efecto.
Se recomienda usarlas un promedio de 3-4 veces al día, y extender su uso hasta que los síntomas hayan desaparecido por completo. Si necesitas una alternativa más permanente considera el uso de ungüentos o geles.
4. No te frotes los ojos
Aunque puede parecer una obviedad no podemos dejar de señalarlo: para aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica debes evitar frotarte los ojos. Hacerlo no hace más que empeorar todos los síntomas, desde la irritación hasta la inflamación.
Además, te expones a causar daños en el globo ocular; en especial cuando te frotas con fuerza. Resiste la tentación y siempre que quieras hacerlo recuerda que no adquieres un alivio posterior, sino todo lo contrario.
5. Inicia un tratamiento farmacológico
Quizá la manera más efectiva de aliviar los síntomas de la conjuntivitis alérgica es través de los medicamentos. Lo ideal es que lo hagas bajo supervisión médica, de manera que el especialista determine la frecuencia, la dosis y el fármaco exacto que debes usar. Los expertos catalogan a las siguientes opciones dentro de la terapia estándar:
- Estabilizadores de mastocitos: como por ejemplo el cromoglicato disódico, el nedocromil y la lodoxamida. El primero no se recomienda para casos agudos.
- Antihistamínicos: entre los cuales destacan el ketotifeno, los fármacos de doble acción como la olapatadina, azelastina, epinastina y bepostatina. Si se busca un alivio inmediato es posible recurrir a la azelastina y epinastina por sobre todas las reseñadas.
- Corticosteroides: como por ejemplo la prednisolona, la cual se administra durante un período breve durante la enfermedad alérgica aguda. Si el cuadro es grave o severo se requieren esteroides orales o inyección supratarsal de corticosteroides como complemento.
- Agentes antiinflamatorios no esteroideos (AINE): como por ejemplo ketorolaco y diclofenaco. Los agentes ahorradores de esteroides como la ciclosporina A y el tacrolimus son efectivos en los episodios más graves.
El uso excesivo de corticosteroides puede causar cataratas y glaucoma inducidos por esteroides, de modo que deben administrarse con precaución. Es por esta razón que te sugerimos consultar con un médico para determinar el mejor tratamiento adecuado a los síntomas y la gravedad del episodio.
6. Utiliza lentes de sol
Cuando tienes conjuntivitis alérgica la luz puede perturbar tu capacidad visual, incluso puede agudizar algunos síntomas (como la irritabilidad). Por esta razón lo mejor que puedes hacer es utilizas gafas de sol.
No restrinjas su uso solo al exterior, ya que si también percibes mejorías usándolas dentro de casa no dudes en usarlas. Ten en cuenta que operan como una barrera que impide a los alérgenos posarse en la superficie de los ojos.
Si hasta el momento no has tratado la conjuntivitis por alérgenos con un profesional te incentivamos a hacerlo. No importa si son episodios esporádicos o permanentes, un especialista puede encontrar el desencadenante exacto para reducir la probabilidad de que desarrolles nuevos episodios. También puede aconsejar terapias específicas, como lo son las sesiones de inmunoterapia.
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