Hepatocitos: ¿qué son y qué funciones tienen?

Los hepatocitos son los cuerpos celulares funcionales del hígado, uno de los órganos más importantes para el mantenimiento fisiológico del cuerpo.
Hepatocitos: ¿qué son y qué funciones tienen?
Samuel Antonio Sánchez Amador

Escrito y verificado por el biólogo Samuel Antonio Sánchez Amador.

Última actualización: 28 diciembre, 2020

El hígado es uno de los órganos más importantes y más grandes que se pueden analizar en un organismo vivo. Es vital para almacenar energía, digerir alimentos y eliminar toxinas, entre otras muchas otras cosas, por lo que concebir la existencia sin él es imposible. Aun así, hay muchas cuestiones que la población general no conoce. Los hepatocitos son las células propias de este órgano y te mostramos sus características.

Sin ir más lejos, portales profesionales enfocados a la investigación estipulan que el hígado cumple unas 500 funciones, entre las que se encuentran la producción de hormonas y proteínas.

Por desgracia, el cáncer de hígado es una patología que se encuentra al alza, ya sea por estilos de vida cada vez más insalubres —sobre todo el consumo excesivo de alcohol— o por una capacidad de detección más efectiva. Se estima que cada año se producen 3 millones de muertes por consumo de alcohol, es decir, el 5,3 % de todas las defunciones globales.

La Sociedad Americana del Cáncer respalda estos datos, pues estima que más de 800 000 pacientes son diagnosticados con esta patología anualmente y es la causa directa de 700 000 defunciones por año.

Algunos datos relevantes sobre el hígado

No podemos comenzar a hablar de los hepatocitos, las unidades funcionales del hígado, sin antes explorar de forma somera la fisiología de este órgano:

  • El hígado es un órgano de naturaleza glandular en la especie humana y en otros vertebrados, con una forma aplanada, tamaño grande —1 kilogramo de peso— y color rojo oscuro.
  • Cuando se encuentra en su máxima capacidad contiene alrededor del 10 % de toda la sangre presente en un individuo adulto. En apenas un minuto circulan 1,5 litros de sangre por él. Estos valores suponen el 30 al 40 % del gasto cardíaco diario.
  • Es bien conocido por su capacidad regenerativa, por lo que se puede donar una parte y recuperarla con el tiempo.

Definir la funcionalidad de un órgano tan esencial en unas pocas líneas introductorias es un auténtico desafío. Aun así, con la ayuda de la Fundación para la Formación e Investigación Sanitarias de la Región de Murcia, tratamos de describir sus funciones más relevantes en la siguiente lista.

1. Funciones vasculares

El hígado recibe el 40 % del gasto cardíaco individual, por lo que desempeña una clara función hemodinámica al actuar como reservorio. Cuando se produce una pérdida sanguínea las reservas pasan a la circulación general.

2. Funciones metabólicas

El hígado regula la cantidad de glucosa que hay presente en la sangre. También produce y deposita energía por la oxidación de ácidos grasos y maneja la presencia de aminoácidos, lo que se traduce en que en él se forman el 90 % de las proteínas presentes en la circulación.

3. Función secretora y excretora

Este órgano juega un papel esencial en el metabolismo de fármacos, hormonas, calcio y ciertas sustancias exógenas. Además, la producción de bilis es esencial para concebir el proceso de digestión en los seres humanos.

4. Otras funciones

  1. Catabolismo de hormonas peptídicas, tiroideas, esteroides, gonadales y suprarrenales.
  2. Síntesis de factores de coagulación.
  3. Almacenamiento de vitaminas y metales.

Como podrás ver, las funciones del hígado son inabarcables, desde el almacenaje hasta el metabolismo, pasando por la digestión de alimentos. Es un órgano esencial para el correcto funcionamiento fisiológico de los vertebrados.

Patología de los hepatocitos analizada por un médico.
Las patologías del hígado pueden afectar su estructura anatómica o su metabolismo.

Los hepatocitos: la unidad funcional del hígado

Los hepatocitos son las células propias del hígado formadoras de su parénquima, el tejido especializado que lo caracteriza. Se estima que estos cuerpos celulares componen el 80 % del peso de todas las células del tejido hepático.

Cabe destacar que el órgano se divide en dos partes esenciales que son las siguientes:

  1. Estroma: constituido por tejido conectivo que sirve de sostén. El hígado está cubierto por una gruesa cápsula de tejido conjuntivo que se denomina cápsula de Glisson, que se introduce al nivel del hilio —fisura o depresión cóncava de un órgano— y se ramifica hasta alcanzar el espacio porta.
  2. Parénquima: constituido por los hepatocitos, que se organizan en cordones de una o dos células dando lugar a las estructuras conocidas como columnas de hepatocitos.

Según el Atlas de Histología Vegetal y Animal, estas células se disponen formando láminas de una célula de espesor que se unen formando estructuras tridimensionales a modo de esponja.

Morfología del hepatocito

Los hepatocitos son células poliédricas, pues presentan una forma geométrica de 6 caras que puede ser variable en algunos casos. Estas caras pueden estar en contacto con el espacio sinusoidal —espacio entre los capilares sinusoidales que permiten el intercambio de sustancias— o con otros hepatocitos.

Estamos ante un tipo celular bastante grande, de unos 20 a 40 micrómetros de diámetro, con núcleos redondeados y centrados en la célula. El citoplasma es muy rico en orgánulos y, además, presenta inclusiones de glucógeno y grasas en su interior.

Por otro lado, el número de mitocondrias presentes en el citosol del hepatocito también atestigua su importancia en lo que a actividad metabólica se refiere. Se estima que, en el interior de una de estas células, se distribuyen hasta unas 1000 mitocondrias de forma cilíndrica.

También cabe destacar que los hepatocitos son células polarizadas, es decir, hay diferencias fisiológicas entre la cara que está en contacto con los espacios sinusoidales y la que desemboca en los canalículos biliares. Resulta curioso conocer que los hepatocitos son tetraploides (4n), por lo que presentan el doble de cromosomas que una célula normal diploide (2n).

Funciones de los hepatocitos

La Asociación Española para el Estudio del Hígado y otros portales profesionales nos muestran las funciones más importantes de este tipo celular. Entre ellas encontramos las siguientes:

  1. Gluconeogénesis: una ruta metabólica que permite la síntesis de glucosa a partir de compuestos no glucídicos, es decir, aquellos que no forman parte de la estructura química de un azúcar.
  2. Síntesis y almacenamiento de proteínas: albúmina, transferrina, fibrinógeno y otros factores de coagulación, lipoproteínas y proteínas de fase aguda.
  3. Formación de hormonas: trombopoyetina, eritropoyetina y somatomedinas.
  4. Síntesis de la bilis.
  5. Oxidación de ácidos grasos.
  6. Síntesis de colesterol, ácidos biliares y algunos lípidos utilizados en la síntesis de mielina.
  7. Desaminación de aminoácidos para la formación de urea.

La importancia de la bilis en el cuerpo

Según estudios, la bilis está compuesta por agua (82 %), sales biliares (12 %), fosfolípidos (4 %), colesterol (1 %), bilirrubina, inmunoglobulina A, sales inorgánicas y otras sustancias como fármacos y células esteroideas. El hepatocito produce, a partir del colesterol, los ácidos biliares primarios y, tras la adición de ciertos compuestos, sintetiza las sales biliares.

Estas sales son secretadas hacia los canalículos biliares que, mediante una serie de tubos y ramificaciones terminan desembocando en la vesícula biliar o en el intestino delgado. Se producen unos 1200 mililitros de bilis al día, de los que la mitad van desde el hígado hasta el duodeno, mientras que la otra mitad se almacena en la vesícula biliar.

Este líquido tan característico presenta dos funciones esenciales:

  1. Ayuda a la digestión: las sales biliares actúan como detergente, pues contribuyen a la emulsión de grasas a nivel del intestino delgado.
  2. Elimina del organismo las sustancias de desecho: la bilirrubina, que le da el color verde característico a la bilis, es una sustancia metabólica de desecho que procede de la degradación de la hemoglobina (hemoproteína de los glóbulos rojos). También permite la excreción de los excesos de colesterol.

El alcoholismo y los hepatocitos

Alcoholismo en una persona.
El alcoholismo es un factor de riesgo para la enfermedad de los hepatocitos, llevando a la cirrosis.

Los hepatocitos presentan una tasa de recambio relativamente baja, ya que tienen una vida bastante larga, de unos 120 a 150 días. Por esta razón es raro encontrar hepatocitos en fenómeno de mitosis. Por ello es importantísimo cuidar al hígado.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) y ciertos estudios tratan de concienciarnos acerca de la situación del alcoholismo en el mundo, una adicción que arrasa con los hepatocitos y el tejido hepático en general. Algunos datos relevantes son los siguientes:

  • La cirrosis hepática está detrás de 800 000 muertes anuales. Se estima que en Europa y en Estados Unidos se dan 250 casos por cada 10 000 habitantes.
  • Casi un 14 % de las defunciones entre los 20 y 39 años son atribuibles al consumo de alcohol.
  • El uso nocivo de alcohol es un trastorno que desencadena hasta 200 enfermedades y trastornos, entre las que se encuentra la peligrosa cirrosis hepática.

La cirrosis hepática es un término que hace referencia a la sustitución del parénquima hepático normal por extensas lesiones fibrosas, las que rodean nódulos de hepatocitos en regeneración. Este tejido cicatricial no puede realizar las funciones de un parénquima hepático normal, por lo que el órgano funciona cada vez peor.

Esto se puede traducir, a largo plazo, en una presión sanguínea alta, descompensación de fluidos corporales, agrandamiento del bazo, sangrado y otras muchas patologías más. Los consejos se explican por sí solos en esta sección: cuida a tu hígado y tus hepatocitos con un estilo de vida sano si no quieres sufrir los efectos de su desaparición de forma prematura.

No existe vida sin hepatocitos

Como habrás podido ver, el hígado es un órgano de una funcionalidad inabarcable e insustituible, por lo que no se puede concebir la vida del ser humano sin él. El 80 % del tejido funcional está compuesto por los hepatocitos, unas células grandes con una enorme actividad metabólica y capacidad de almacenaje.

Estos cuerpos celulares son esenciales para el funcionamiento del hígado y, si se ven dañados o mueren, el órgano cada vez pierde más capacidad funcional. Cuida tu cuerpo y mantente alejado del consumo excesivo de alcohol, pues solo así podrás preservar a estas células de forma sana a lo largo de tu vida.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.