¿Para qué sirven las lágrimas?
¿Sabías que las lágrimas son buenas para la salud? Son la respuesta de una reacción humana normal y natural a las emociones o sentimientos y han sido catalogadas como basales, de reflejo o emocionales.
Muchas personas se reprimen de llorar porque piensan que los hace débiles. Sin embargo, lo que muchos no saben es que llorar no solo nos ayuda a desahogarnos, sino que también sirve como un calmante natural del cuerpo, reduciendo el estrés.
¿De dónde vienen las lágrimas?
Las lágrimas se originan en la glándula lagrimal, ubicada en la parte superior externa de la órbita. Se estimulan por factores externos, como pueden ser cambios de temperatura, cuerpos extraños, emociones y sentimientos, ya sean positivos o negativos.
Cuando hay estas motivaciones, los nervios sensitivos envían señales al cerebro, haciendo que se produzcan en mayor cantidad. Una vez la lágrima es creada, avanza hasta el ángulo interno del ojo por medio del conducto lagrimal, hasta la nariz. Es por ello que, cuando lloramos, hay secreción de moco.
¿Cuántos tipos de lágrimas existen?
Como ya lo mencionamos, hay tres tipos de lágrimas y dependen de las razones que las generan. Son las siguientes:
- Basales: estas son las lágrimas que se segregan cuando parpadeamos o sin que exista ningún tipo de estímulo.
- De reflejo: ocurren en respuesta a estímulos irritantes o ambientales, como el humo o la contaminación.
- Emocionales: como su nombre lo indica, son las que se exponen cuando tenemos estímulos sensitivos de emoción. Este tipo de lagrimas vienen acompañadas de la secreción de hormonas del estrés (adrenalina y cortisol).
¿Para qué sirven las lágrimas?
Las lágrimas tienen funciones fisiológicas, como mantener la hidratación del ojo, nutrir el epitelio, eliminar cuerpos extraños y proteger de infecciones. También tienen funciones psicológicas, como calmar la angustia, reducir el estrés y expresar sentimientos.
Limpiar los ojos
Las lágrimas están diseñadas para que, con su paso por el globo ocular, limpien y ayuden al ojo a expulsar posibles cuerpos extraños que se alojan en él. Además, ayudan a eliminar toxinas, debido a que poseen sustancias antimicrobianas.
Hidratar los ojos
Las lágrimas tienen la capacidad de evitar la deshidratación de las membranas de los ojos, ya que los mantiene lubricados. Esto es un gran beneficio porque cuida la vista. Cuando se sufre de alteración en la hidratación de los ojos, se puede llegar al síndrome del ojo seco.
Oxigenar la córnea
La película lagrimal es una estructura líquida del ojo que cubre la córnea y la conjuntiva ocular, cuya función es nutrir y oxigenar la córnea, desechando las partículas que puedan entrar. Además, teniendo en cuenta que la lágrima es agua y tiene moléculas de oxígeno, ayuda a crear una sensación fresca.
Evitar el ingreso de cuerpos extraños
Cómo ya lo mencionamos, la producción de lágrimas ayuda a evitar que cuerpos extraños ingresen al ojo. Cuando pasa por el globo ocular elimina las partículas dañinas.
Por esta razón, es necesario prestarle atención a posibles déficit de hidratación, pues cuando se presentan favorecen los cuerpos extraños intraorbitarios. Este es un motivo de consulta con el médico.
En todo caso, recuerda no frotar tus ojos; menos cuando lleves las manos sucias. Se puede incrementar el riesgo de que ingrese un cuerpo extraño. Por otro lado, si frotas demasiado rompes vasos de sangre que se encuentran allí.
Reducir el estrés
En muchas ocasiones, cuando pasamos por situaciones de angustia nos desahogamos llorando. De esta manera liberamos algo de presión y logramos sentirnos mejor. También ayudamos a liberar hormonas, como el cortisol y la adrenalina, catalogadas como sustancias del estrés.
Expresar sentimientos
Cuando te sientes triste o muy feliz, ¿lloras? Algunas personas buscan desahogarse llorando, lo que no está mal. Llorar nos ayuda a expresar sentimientos muy profundos; esos que no sabemos cómo manifestar con palabras.
Así que, cuando te sientas angustiado, molesto, desanimado o simplemente alegre, llora. Si no te sientes cómodo haciéndolo con otras personas a tu alrededor, busca un momento en el que puedas hacerlo solo.
Las lágrimas en diferentes etapas de la vida
Las lágrimas no se acaban. Sí, así como lo lees. Muchas personas creen que con el paso del tiempo las lágrimas van disminuyendo en su cantidad porque nos volvemos ancianos, pero esto no es así. Pasa todo lo contrario.
Las lágrimas en la primera infancia
Antes de hablar sobre lo que pasa con las lágrimas en la tercera y cuarta edad, hay que decir que las lágrimas en los bebés y en la primera infancia son un lenguaje. A través de ellas, los bebés y los niños que aún no aprenden hablar expresan emociones y sensaciones.
Es necesario prestar atención al llanto continuo en los bebés, debido a que de esta forma pueden expresar posibles enfermedades o dolores. De otro lado, hay que considerar el exceso de lágrimas, pues puede haber obstrucción del conducto lagrimal, siendo un síntoma de ojo lloroso.
Las lágrimas en la cuarta edad
Los adultos que están entre la tercera y cuarta edad tienen la misma capacidad de producir lágrimas que una persona joven. Sin embargo, con el paso de los años nos volvemos más susceptibles a que a los ojos puedan ingresar cuerpos extraños o incluso bacterias.
Por esta razón, es muy importante e indispensable la producción de lágrimas en todas las etapas de la vida. Cuando se presentan enfermedades o problemas que afectan la lubricación del ojo se suelen recetar gotas de lágrimas artificiales u otras medicinas que aportan a ello.
¿Sabías para qué sirven las lágrimas?
¿Qué opinas luego de leer todos los beneficios de las lágrimas? ¿Ya los conocías? Para que no lo olvides, resumimos que tienen diferentes ventajas que van desde factores fisiológicos (ayudar a lubricar el ojo y eliminar toxinas) hasta los emocionales (aliviar el estrés).
Ahora que sabes para qué sirven las lágrimas, reconocerás que su ausencia puede significar que el ojo está un poco seco. Es importante prestar atención, ya que estos cambios pueden afectar la glándula lagrimal.
En este caso y en cualquier otro en el que identifiques dificultades para parpadear o si sientes polvillo o arenilla en los ojos, te recomendamos acudir al médico, ya que él te indicará qué puedes hacer para solucionar el problema.
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