Síntomas de la diarrea

La diarrea aguda es uno de los problemas de salud más comunes que puede sufrir una persona en varias ocasiones. El motivo puede variar en gran medida.

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Maite Córdova Vena

Última actualización: 02 julio, 2021

Los síntomas de la diarrea son un auténtico fastidio. El retortijón, la urgencia por ir al baño cada tanto, la sensación de debilidad y los escalofríos que van y vienen son algunos de los más comunes. Y si bien en algunos casos podrían ser los únicos, hay casos en los que pueden presentarse junto con varios síntomas más.

La diarrea no es una enfermedad como tal, sino un síntoma, tal y como confirma el Dr. Rafael Acuña en un artículo publicado en Elsevier . Puede tener una amplia variedad de causas y estas no siempre se identifican.

A su vez, la diarrea puede producir diversas molestias o síntomas. Sobre estas, hablaremos en mayor detalle a continuación.

Síntomas comunes

Teniendo en cuenta la fuente anteriormente citada, tenemos que la diarrea constituye un aumento del contenido líquido en la deposición o bien el aumento de la frecuencia con que se va al baño (de 3 veces al día en adelante).

Dado que hay gente que consume una dieta rica en fibra y depone unos 250 gramos o más al día, sin tener diarrea, hay expertos que recomiendan no guiarse estrictamente por el peso de las heces. Así lo indica un artículo publicado en la Revista Española de Enfermedades Digestivas.

Los síntomas de la diarrea más frecuentes son los siguientes, aunque cabe tener en cuenta que pueden variar según el caso:

• Náuseas.
• Vómitos.
• Escalofríos.
• Dolor de cabeza.
• Malestar general.
• Fiebre (sobre 38,5 °C).
• Necesidad urgente de defecar (tenesmo).
• Heces blandas y líquidas (es decir, de consistencia acuosa).
• Dolor y calambres abdominales (retortijones).
• Hinchazón abdominal (que luego mejora con las deposiciones).

En el mismo artículo también se explica que estos síntomas suelen ser intensos durante las primeras horas, pero con el paso de las mismas van perdiendo intensidad. La diarrea aguda suele remitir al cabo de 2 o 4 días. Generalmente, la causa es un proceso infeccioso, que puede ser de origen vírico.

Aunque puede ser tentador, no es recomendable tomar un medicamento antidiarreico para “cortar” la diarrea y seguir con la rutina sin consultar primero con el médico. Es preferible permitir que la diarrea remita por sí misma, antes que “cortarla” y dar pie a una complicación.

Síntomas menos comunes

Además de los síntomas de la diarrea ya mencionados, hay casos en los que pueden presentarse otros. Los siguientes que vamos a enumerar a continuación son menos comunes, y suelen ser una señal de que la diarrea no es solamente un proceso viral.

En cuanto al nivel de intensidad, cabe tener en cuenta que este siempre puede variar según sea el caso. Así, en algunos puede que sea más elevada y en otros apenas perceptible.

• Dolor abdominal severo.
• Fiebre alta (mayor de 38,5 °C).
• Sangre en las heces o el vómito.
• Moco en las heces (de color amarillo o transparente).
• Heces negras o alquitranosas y con olor fétido (indican un sangrado en el tracto digestivo superior).
• Signos de deshidratación (por la pérdida de líquidos y electrólitos): boca seca, piel seca o arrugada, tono azulado de la piel, falta de orina durante 12 horas o más, etc.

Ninguno de estos síntomas debe pasarse por alto, pues pueden estar alertando de un problema de salud mayor que aún no se ha atendido como corresponde.

¿Cuándo ir al médico?

Cuando los síntomas de la diarrea no se alivian en unos 3 o más días y más bien se agravan e impiden a la persona hacer vida normal, hay que consultar con un médico en la brevedad posible.

Principalmente para que determine la causa (que podría ser una infección, síndrome del intestino irritable, enfermedad inflamatoria intestinal u otros) y paute el tratamiento más adecuado y prevenga un mayor deterioro de la salud de la persona.

Aunque existe un recetario de remedios naturales para la diarrea, es recomendable consultar con el especialista siempre antes de utilizarlos.

Aún cuando estén pensados como un método para contribuir con el alivio, podrían ser contraproducentes en algunos casos. Por ello, antes de arriesgarse, es preferible consultar con el médico.

Mientras se acude a consulta, lo más recomendable es mantener a la persona hidratada. Para ello, se recomienda optar por el agua. La bebidas isotónicas son una opción a la que se recurre normalmente, pero el agua de coco verde y los caldos también pueden aprovecharse, que además se alzan como alternativas naturales.