Cómo afecta la resaca al cerebro
La resaca es el nombre con el cual se conoce a una serie de síntomas y experiencias que preceden al consumo de alcohol. En función de la cantidad ingerida, se caracteriza por fatiga, mareos, vómitos, dolor de cabeza, sudoración, sensibilidad a la luz e irritabilidad. Hoy te enseñamos cómo afecta la resaca al cerebro de acuerdo con los científicos.
Cómo afecta la resaca al cerebro
Los expertos definen a la resaca de alcohol como «la combinación de síntomas mentales y físicos experimentados el día después de un episodio único de consumo excesivo de alcohol, que comienza cuando la concentración de alcohol en la sangre se acerca a cero».
No se conocen muy bien las causas de la resaca, aunque se piensa que los metabolitos del alcohol, las alteraciones de los neurotransmisores, los factores inflamatorios y la disfunción mitocondrial son los factores más probables detrás de ella.
La cantidad de alcohol que se ha bebido, el tipo, la edad, el peso, el sexo y otras variables inciden en la intensidad de los síntomas físicos y emocionales de la resaca. Hay muchas formas en las que la resaca afecta al cerebro. Veamos las principales secuelas que tiene, sus características y cómo impacta en el día a día de las personas.
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Reducción del rendimiento cognitivo
Un trabajo publicado en Journal of Clinical Medicine en 2019 corroboró los efectos de la resaca del alcohol en el rendimiento cognitivo. En general, las personas que tienen resaca un día después de beber manifiestan un peor desempeño en las tareas que requieren cierto grado de atención cognitiva. Así, se compromete la capacidad de participar en comportamientos complejos, como por ejemplo conducir, estudiar o trabajar.
Alteración del estado de ánimo
Un estudio publicado en Journal of Clinical Medicine en 2020 encontró que las personas que beben al menos un promedio de 125 gramos de alcohol perciben un aumento en el estado de ánimo negativo el día después. La irritabilidad, el estrés, los síntomas de ansiedad y los síntomas de depresión son comunes durante los episodios de resaca por alcohol. Estas reacciones pueden aparecer frente a un consumo inferior del reseñado.
Reducción de las funciones ejecutivas
Con el nombre de funciones ejecutivas se conocen a una serie de habilidades cognitivas que se orientan al logro de un objetivo. La flexibilidad cognitiva, la inhibición de la respuesta y la memoria de trabajo son algunas de sus manifestaciones.
Un trabajo publicado en Journal of Clinical Medicine en 2020 corroboró que las personas con resaca manifiestan una alteración en su capacidad de cambiar la atención, actualizar la información en la memoria de trabajo y mantener las metas. Esto es, funciones ejecutivas elementales.
Alteración en la memoria prospectiva cotidiana
La memoria prospectiva cotidiana es una parte de la memoria episódica que se encarga del mantenimiento y la ejecución de intenciones a futuro. Se describe en términos simples como «acordarse de recordar», y la pones en práctica todos los días. Un estudio publicado en Frontiers in Human Neuroscience en 2018 sugirió que la resaca de alcohol se traduce en déficits cotidianos de este tipo de memoria.
Esto tiene múltiples implicaciones en el día a día. Por ejemplo, recordar asistir a una cita o recordar tomar un medicamento a tiempo. Esta secuela se manifiesta con independencia de la edad, de manera que no está relacionada con el deterioro de la memoria debido al envejecimiento. Una consecuencia paralela es la llamada amnesia alcohólica.
Disrupción en la selección de respuestas
La evidencia sugiere que la resaca afecta al cerebro también provocando una leve alteración en el proceso de selección de una respuesta ante un evento. Por tanto, quienes lidian con una resaca alcohólica pueden manifestar disrupciones al momento de elegir una respuesta frente a algo. En combinación con la alteración de los estados de ánimo, esto puede implicar mayores actos de violencia y desatención.
Estas son las principales formas en las que la resaca afecta al cerebro. Las personas que no están habituadas a beber, las mujeres y los jóvenes pueden manifestar secuelas más intensas en todos estos planos. El grado de deshidratación y la interrupción del sueño la noche previa pueden hacer lo propio. Contrario a lo que se piensa, ni tomar café ni tomar una ducha alivian estas consecuencias.
Tal y como señalan los expertos, los síntomas de la resaca por alcohol desaparecen en un periodo entre 8 a 24 horas. Mientras tanto, las personas pueden tomar antiácidos para aliviar las náuseas y la gastritis y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos para hacer frente al dolor de cabeza. Dado que las secuelas son menos probables cuando se beben cantidades pequeñas, la mejor forma es prevenirla regulando el consumo de alcohol.
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