¿Qué es una cistoscopia?

Una cistoscopia es un procedimiento básico para detectar anomalías en la uretra y la vejiga. Veamos cómo se hace y sus usos.
¿Qué es una cistoscopia?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Última actualización: 07 febrero, 2022

Una cistoscopia, también conocida como endoscopia vesical o cistouretroscopia, es un procedimiento estándar para evaluar el estado de la uretra y de la vejiga. Se hace tanto en hombres como en mujeres con ayuda de un instrumento conocido como cistoscopio. Este puede ser rígido o flexible, todo depende de los motivos por los cuales el especialista realice el procedimiento.

La prueba se hace de manera ambulatoria. Es decir, no es necesario que el paciente sea hospitalizado, se completa en menos de una hora y el mismo día puede regresar a su casa. Se hace insertando el instrumento en la uretra. No es un procedimiento doloroso, aunque algunos pueden manifestar cierta incomodidad. Veamos para qué sirve y qué esperar al respecto.

¿Para qué se sirve una cistoscopia?

Como bien nos señala Johns Hopkins Medicine, la cistoscopia es un procedimiento estándar para encontrar problemas en las vías urinarias. Para ser más específicos, en la vejiga, la uretra y las aberturas de los uréteres. El especialista usará el procedimiento si sospecha de una condición en esta área o para corroborar un diagnóstico con cierto grado de duda.

La cistoscopia también se puede usar para corroborar el posicionamiento de suturas y dispositivos de soporte luego de una cirugía. A pesar de ello, la aplicación como procedimiento diagnóstico de patologías o condiciones es lo más común. Veamos un ejemplo sobre qué tipo de alteraciones se pueden detectar con ayuda de ella:

  • Tumores o cánceres en la vejiga.
  • Cálculos en la vejiga.
  • Lesiones en el tracto urinario (que impiden su funcionamiento, como por ejemplo la estenosis uretral).
  • Determinar la causa exacta de una infección (a través de la extracción de un tejido, o biopsia).
  • Anomalías de nacimiento en el tracto urinario.
  • Corroborar los episodios de inflamación en la vejiga (cistitis).
  • Detectar agrandamientos de la próstata, como la hiperplasia prostática benigna.

El procedimiento también puede ser útil para corregir in media res determinadas afecciones. Por ejemplo, con el uso de ciertos instrumentos se pueden eliminar tumores vesicales pequeños. El especialista puede revisar la longitud completa de la uretra y la vejiga, de manera que es un examen muy completo y útil para descubrir cualquier tipo de alteración en esta zona.

Aunque los investigadores alertan que los biomarcadores pueden ser útiles para detectar algunas patologías, la cistoscopia sigue siendo un gold standard que no se puede sustituir por los momentos. Si bien existen algunos riesgos (infecciones, irritación, hinchazón y perforación de la vejiga), en la práctica es un procedimiento muy seguro y útil para los pacientes y el especialista.

¿Cómo se hace una cistoscopia?

La cistoscopia es un procedimiento médico
Como es un procedimiento invasivo, se requiere cierta preparación previa al estudio para reducir al mínimo las complicaciones.

Una cistoscopia consiste en insertar un cistoscopio por la uretra. Un cistoscopio es un instrumento en forma de tubo (firme o flexible) que contiene una pequeña cámara con una luz en su extremo. La luz y el lente son útiles para explorar el área en búsqueda de anomalías. La imagen se refleja en un monitor, el cual permite al especialista controlar todo el procedimiento.

En el caso de los hombres, la herramienta se inserta en la abertura al final del pene. En el caso de las mujeres, se hace en la abertura que está justo encima de la vagina. Se hace en todo momento con sedación o con anestesia, de manera que el procedimiento es indoloro. A pesar de ello es posible que algunos pacientes perciban cierta incomodidad. De ello te hablamos en el próximo apartado.

¿Qué esperar durante una cistoscopia?

Antes de realizar una cistoscopia se requiere una adecuada relación médico paciente
Es conveniente plantear todas las dudas pertinentes antes y después del procedimiento, en especial en cuanto al proceso de recuperación.

Una cistoscopia es un procedimiento ambulatorio. La mayoría de las veces dura entre 20 y 30 minutos, aunque varía de acuerdo con las posibles anomalías que se encuentren durante la evaluación. La prueba se realiza con la vejiga vacía, de manera que deberás vaciarla con anterioridad. En función del contexto, es posible que el especialista te recete antibióticos para antes y después de la prueba.

Para reducir la incomodidad durante la evaluación se te pueden suministrar sedantes o en algunos casos anestesia general. Dado que a pesar de ello algunos pacientes sienten incomodidad (debido en parte al estrés, la ansiedad y la incertidumbre) algunos expertos proponen el uso de elementos distractores como vídeos, pelotas antiestrés y música. Lo que puedes esperar es lo siguiente:

  • Te quitarás la ropa y te pondrás una bata para realizar el procedimiento con mayor comodidad.
  • Se te administrará el sedante o el anestésico.
  • Te acostará en una mesa boca arriba con los pies abiertos en los estribos. La posición exacta varía de acuerdo con el cistoscopio usado (flexible o rígido).
  • El médico untará un gel analgésico en la uretra después de limpiarla superficialmente.
  • Luego de que este haya hecho efecto, se insertará el instrumento lentamente.
  • Normalmente se hará hasta que llegue a la vejiga, aunque en el trayecto revisará toda el área en búsqueda de algunas anomalías.
  • Cuando llegue a la vejiga, el especialista administrará una solución salina esterilizada para expandirla. Esto le permitirá evaluarla con atención (pueden darte ganas de orinar en este paso).
  • En caso de que proceda, tomará una muestra a través de instrumentos especiales (biopsia).
  • Se retirará el cistoscopio y finalizará el procedimiento.

Luego de esto se monitorizará tu estado de salud en general (presión arterial, frecuencia cardíaca y demás) en espera de la recuperación del sedante o la anestesia. Cuando estés estable podrás abandonar el recinto médico y, salvo que el especialista recomiende lo contrario, podrás seguir tu rutina sin novedad.

No es infrecuente que los pacientes experimenten un leve sangrado, ardor y sensación de incomodidad. Esto debería desaparecer en un par de días. Se sugiere la ingesta de abundante líquido para agilizar el proceso de recuperación. Si los síntomas son muy agudos, el médico puede indicar el uso de analgésicos (algunos como la aspirina pueden fomentar el sangrado, de manera que debes evitar automedicarte).

En caso de que desarrolles fiebre, incapacidad para orinar, dolor en la espalda baja o ardor persistente consulta con el especialista de inmediato. Las complicaciones son raras, pero debes estar al tanto de estas señales. En general se trata de un procedimiento seguro, rápido y no doloroso para detectar anomalías en todo el tracto urinario.



  • Gezginci, E., Iyigun, E., Kibar, Y., & Bedir, S. Three distraction methods for pain reduction during cystoscopy: a randomized controlled trial evaluating the effects on pain, anxiety, and satisfaction. Journal of endourology. 2018; 32(11): 1078-1084.
  • Maas, M., Bedke, J., Stenzl, A., & Todenhöfer, T. Can urinary biomarkers replace cystoscopy?. World journal of urology. 2019; 37(9): 1741-1749.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.