Así afecta el cambio climático a tu salud
Cuando se piensa en el cambio climático muy pocas veces se hace en relación con la salud. Esto al menos entre las personas no especializadas, ya que los científicos han alertado desde hace décadas cómo este tendrá efectos enormes en la salud y la integridad de la población. Es por esta razón que hoy resumimos cómo el cambio climático afecta la salud general.
Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud (OMS), el cambio climático afecta los determinantes sociales de la salud. Es decir, el acceso a una vivienda segura, al agua potable, a los alimentos suficientes y al aire limpio (entre otros). De acuerdo con las estimaciones del máximo organismo de salud, a partir de 2030 el cambio climático ocasionará 250 000 muertes adicionales por año.
Cómo el cambio climático afecta la salud humana
Como bien apuntan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), el cambio climático intensifica algunas amenazas para la salud actuales y promueve el surgimiento de muchas otras.
Hay cientos de maneras en las que incidirá en los niveles de salud de la población mundial, de manera que recopilarlas todas aquí es imposible. Te dejamos entonces con las áreas en las que se siente más el impacto.
Contaminación del aire
Cuando se piensa en cambio climático a menudo se hace en relación con la contaminación del aire. Hay muchas formas en las que la contaminación del aire tiene un impacto directo en la salud.
De acuerdo con los investigadores, enfermedades como el cáncer de pulmón, la EPOC, las infecciones respiratorias y el asma pueden desarrollarse o empeorarse debido a la calidad del aire que se respira.
Los niños, los adultos mayores y las personas con enfermedades crónicas son los principales afectados, pero en general toda la población está expuesta a dichas complicaciones debido a la contaminación del aire.
De acuerdo con algunas estimaciones, la contaminación del aire ocasiona por sí sola 3,3 millones de muertes en todo el mundo. Dado que esta no ha dejado de aumentar, es de esperar que el número de muertes y complicaciones asociadas aumente.
Enfermedades transmitidas por vectores
Los factores meteorológicos, como lo son la temperatura, las precipitaciones, la humedad y el viento están asociados con diversas enfermedades infecciosas transmitidas por vectores.
También lo está el clima extremo (inundaciones y huracanes, por ejemplo), de manera que una alteración en estos valores aumenta o disminuye la probabilidad de manifestar enfermedades transmitidas por vectores.
Los mosquitos, las pulgas y las garrapatas pueden expandir su densidad población en función de las variables anteriores. Dado que el cambio climático está ocasionando que las zonas frías sean más calientes y las más calientes sean más frías (en general), puede empezar a aumentar la población de dichos vectores.
Por tanto, enfermedades como la malaria, la fiebre amarilla, el dengue y otras podrían ser comunes en regiones que no son generalmente endémicas de estas. Por supuesto, esto solo es posible en aquellas zonas en las que exista el vector de forma natural.
Temperaturas extremas
Como todo el mundo está al tanto, una de las principales consecuencias de cambio climático son inviernos más fríos y veranos más calientes. De acuerdo con la OMS, el número de personas expuestas a olas de calor aumentó en unos 125 millones entre el 2000 y 2006.
En efecto, cada año mueren miles y miles de personas en todo el mundo debido a las olas de calor durante el verano. Estas pueden empeorar enfermedades cardiovasculares, enfermedades respiratorias y enfermedades cerebrovasculares subyacentes.
El frío extremo del invierno también ocasiona miles de muertes cada año, de manera que es otro de los medios en los que el cambio climático incide en la salud.
Enfermedades infecciosas transmitidas por los alimentos y el agua
Las variaciones en las temperaturas del aire y del agua, los patrones de precipitación, los episodios de lluvia y los desajustes estacionales afectan directamente la transmisión de enfermedades. En particular, existe evidencia de que el cambio climático aumenta la incidencia de las enfermedades diarreicas. Por ejemplo, la salmonelosis y la campilobacteriosis.
La OMS estima que cada año se reportan 1700 millones de casos de diarrea infantil, y este número podría aumentar en las siguientes décadas. Su manifestación podría mostrar una tendencia crónica, además de desarrollarse en áreas no endógenas de dichas enfermedades. La diarrea es una condición infravalorada que representa un serio problema para la salud.
Seguridad alimentaria
Los expertos señalan que el cambio climático tiene un impacto directo en la seguridad alimentaria. Las alteraciones drásticas del clima interfieren en la producción y el suministro de alimentos.
Las iniciativas para hacer frente a las pérdidas y los obstáculos pueden motivar el aumento de los precios de los alimentos, de manera que millones de personas en todo el mundo tendrán dificultades para acceder a ellos.
Los cambios en los patrones alimenticios pueden obligar a las personas a optar por alimentos pocos saludables (pero más baratos) o directamente a exponerse a episodios de hambre.
Como consecuencia millones se expondrán todos los años a cuadros de desnutrición, obesidad, problemas de desarrollo (en el caso de los niños) y tendrán mayores probabilidades de manifestar enfermedades crónicas.
Salud mental
Desde hace un par de décadas se ha popularizado el término ecoansiedad para aludir a la angustia, el temor y las preocupaciones en relación con el cambio climático y el futuro.
Los investigadores también alertan un aumento de la depresión, los trastornos del sueño, los trastornos de estrés postraumático e incluso de los pensamientos suicidas. Todos estos pueden aparecer anticipándose a los eventos y como consecuencia del paso de ellos.
Los episodios de migración debido a los desastres y cambios en el clima, las pérdidas económicas, los cambios radicales en el estilo de vida y los augurios negativos con respecto al futuro incrementarán aún más estos episodios.
Los expertos señalan que en estos contextos el desajuste del bienestar psicológico tendrá consecuencias directas en la salud física de la población.
Reflexiones finales sobre el cambio climático y la salud
Al margen de todo lo comentado se debe recordar que la mayoría de los gobiernos en la actualidad están abocados en la lucha contra el cambio climático. Se han logrado enormes progresos en el área, solo que a veces estos se eclipsan por pronósticos apocalípticos.
Ciertamente, el fin del planeta como consecuencia directa del cambio climático se ha profetizado desde hace más de cincuenta años; y casi todos los vaticinios al respecto han resultado erróneos.
Las palabras anteriores no desmeritan lo expuesto anteriormente, tampoco niegan la existencia del cambio climático. Su intención es llamar a la tranquilidad, en especial considerando la manera en la que el cambio climático incide en la salud mental.
Participar de manera activa en los planes y los programas destinados a minimizar la incidencia de la actividad humana en el clima es lo mejor que puedes hacer por tu parte para contribuir a evitar las consecuencias reseñadas.
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