Mandíbula desencajada: ¿cómo reconocerla y qué hacer?

La mandíbula desencajada es un trastorno bastante común que limita los movimientos de la boca. Descubre sus síntomas, causas y cómo se trata.
Mandíbula desencajada: ¿cómo reconocerla y qué hacer?
Vanesa Evangelina Buffa

Escrito y verificado por la odontóloga Vanesa Evangelina Buffa.

Última actualización: 10 agosto, 2023

La mandíbula desencajada es una patología que en medicina se denomina luxación temporomandibular. Se trata de una afección en la articulación responsable de la apertura y el cierre de la boca.

Cuando los componentes de la articulación no se relacionan de manera adecuada, el maxilar inferior puede desplazarse de manera exagerada y generar la luxación. Esta situación causa molestias y dificultades en la vida diaria, por lo que es necesario recibir tratamiento adecuado.

En este artículo exploraremos las causas, los síntomas y los tratamientos para la mandíbula dislocada. Sigue leyendo y entérate cómo actuar si el maxilar se sale de lugar.

¿Qué es la mandíbula desencajada?

La mandíbula desencajada es lo que en medicina se conoce como luxación de la articulación temporomandibular (ATM). Se trata de una condición que se produce cuando los componentes de la articulación que conecta la mandíbula con el cráneo se apartan de su posición normal.

Para comprender mejor este trastorno, es necesario conocer las estructuras que constituyen la articulación temporomandibular y cómo funcionan. La ATM se encuentra justo delante de cada oreja y es la responsable de los movimientos de apertura y cierre de la boca.

Está conformada por tres componentes principales:

  • Cóndilo mandibular: es la porción redondeada de la parte superior de la mandíbula. Cada lado del maxilar inferior tiene un cóndilo que se desliza sobre la superficie articular del hueso temporal.
  • Hueso temporal: es un hueso del cráneo que forma la parte lateral de la cabeza. Tiene una depresión llamada cavidad glenoidea y una prominencia redondeada llamada eminencia articular, zonas con las que se relaciona el cóndilo mandibular.
  • Disco articular: es una estructura fibrocartilaginosa en forma de disco que se ubica entre el cóndilo mandibular y la eminencia articular del hueso temporal. Se encarga de amortiguar y distribuir las fuerzas durante los movimientos de la boca.

Los músculos, los ligamentos y los tendones completan el sistema articular. La ATM combina movimientos de deslizamiento y rotación. Durante la apertura y el cierre de la boca, el cóndilo mandibular y el disco se deslizan hacia adelante y hacia atrás sobre la eminencia articular del hueso temporal.

Cualquier desequilibrio en estas estructuras pueden provocar disfunciones, como una mandíbula desencajada. La bibliografía explica que la luxación mandibular ocurre cuando el cóndilo se desplaza anteriormente, más allá de la eminencia articular, y se ubica completamente fuera de la cavidad glenoidea. Aunque el desplazamiento anterior del maxilar sea el más habitual, también pueden ocurrir dislocaciones en otros sentidos.



¿Cómo reconocer una mandíbula desencajada?

Cuando el cóndilo de la mandíbula se ubica en una posición distinta a la que le corresponde, el maxilar no puede funcionar de manera adecuada. La luxación puede ser aguda, ocurrir de manera abrupta y durar un breve momento, o bien tratarse de un trastorno crónico y recurrente que persiste y se repite a través del tiempo.

Según una revisión bibliográfica y exposición de un caso, al sufrir la dislocación de la mandíbula, la persona presenta una apertura oral persistente, incapacidad para cerrar la boca y limitaciones para la oclusión dental. Además, se presenta dolor en la zona.

De todos modos, las manifestaciones varían según la severidad y las particularidades de cada caso. Estos son algunos de los síntomas a tener en cuenta para reconocer una luxación en la mandíbula:

  • imposibilidad o dificultad para cerrar la boca,
  • dolor en la mandíbula, el oído, la cabeza o al bostezar,
  • ruidos o chasquidos articulares al abrir o cerrar la boca,
  • desviación de la mandíbula hacia un lado o hacia adelante,
  • incapacidad para ocluir los dientes.

Una mandíbula dislocada afecta la alimentación, el habla y la vida cotidiana de quien la padece.

¿Por qué razones se puede desencajar la mandíbula?

Una revisión de la literatura publicada en el Journal of Clinical Medicine indica que la luxación de la articulación temporomandibular (ATM) es un evento relativamente común. Según los datos de esta publicación, tiene una incidencia estimada de 2,5 a 25 por cada 100 000 personas por año.

Según los estudios, la mandíbula puede salirse de su lugar debido a distintas situaciones. A continuación mencionamos las causas más comunes asociadas a esta condición:

  • Traumatismos: un golpe directo en la boca puede desencadenar la luxación mandibular. Accidentes automovilísticos, caídas, lesiones deportivas o riñas pueden llevar a que la mandíbula se salga de lugar.
  • Apertura excesiva de la boca: bostezos exagerados, risas, cantar, vomitar, morder bocadillos muy grandes y tener la boca abierta durante los tratamientos dentales pueden sobrecargar la articulación y provocar su luxación.
  • Trastornos de la articulación temporomandibular: algunas condiciones que afectan la ATM, como displasias, artritis, bruxismo o trastornos estructurales o musculares predisponen a las luxaciones mandibulares.
  • Factores genéticos: algunas personas tienen una predisposición genética a sufrir luxaciones en sus articulaciones debido a ciertas características en las estructuras anatómicas que las conforman. La hiperlaxitud articular y el síndrome de Ehlers-Danlos son ejemplos.


¿Cuál es el tratamiento de la luxación mandibular?

Un artículo publicado en la Revista Odontología Actual explica que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera a la dislocación mandibular como una urgencia odontológica que requiere asistencia inmediata, impostergable, oportuna y eficiente. Esto se debe a la aparición súbita del cuadro y a que puede causar limitación de la actividad normal de la persona, imposibilitando su masticación, deglución y fonación.

Para solucionar y aliviar las molestias que ocasiona la mandíbula desencajada es necesario recibir atención odontológica, preferentemente de un especialista en trastornos de la ATM. Los procedimientos que realiza el profesional varían según la gravedad de la luxación y las necesidades individuales del paciente. Comentamos los más habituales.

Reposicionamiento manual

Los casos de dislocaciones agudas, en las que el paciente no puede volver a cerrar la boca, el profesional realiza una reducción manual. Esta maniobra consiste en reposicionar con suavidad la mandíbula en su lugar correcto, utilizando las manos. Esta técnica se puede realizar sin usar medicación, aunque la anestesia ayuda a minimizar las molestias.

Este tipo de procedimiento es uno de los más habituales y eficaces para recuperar la funcionalidad de la mandíbula. De hecho, según una revisión bibliográfica realizada en el 2020, el reposicionamiento manual del cóndilo mandibular en la fosa glenoidea es la primera opción para el tratamiento agudo y se considera el mejor abordaje.

Medicación

El uso de analgésicos, antiinflamatorios y miorrelajantes pueden ser necesarios para aliviar el dolor y reducir la inflamación asociada. Según la gravedad de la situación, el profesional indicará la medicación más conveniente.

Por otra parte, los estudios han demostrado que el uso de toxina botulínica resulta beneficioso para tratar las luxaciones y otros desórdenes de la ATM que no responden a los tratamientos convencionales. La inyección de la medicación en los músculos masticadores ayuda a disminuir el dolor y aliviar la tensión muscular.

Fisioterapia para la ATM

Las luxaciones crónicas y recurrentes ameritan la realización de ejercicios de fisioterapia para optimizar y potenciar el movimiento de la articulación temporomandibular. Este tipo de rehabilitación utiliza diferentes técnicas destinadas a:

  • modular el dolor,
  • incrementar la movilidad articular,
  • reequilibrar la fuerza de los músculos,
  • mejorar la funcionalidad de la boca.

Férulas oclusales

Para estabilizar la mandíbula, reducir la tensión en la articulación y prevenir repeticiones de luxaciones crónicas, se pueden utilizar férulas o dispositivos de apoyo. Se confeccionan de manera personalizada para cada paciente y se indican según las necesidades individuales de cada persona.

Tratamiento quirúrgico

Las luxaciones agudas más graves o crónicas recurrentes en las que los tratamientos conservadores no han funcionado pueden requerir un abordaje quirúrgico. Las cirugías buscan corregir la dislocación recurrente de la mandíbula y restaurar la función normal de la ATM.

Sin embargo, según un análisis retrospectivo que analizó las causas y los tratamientos de 260 pacientes con luxación temporomandibular, las cirugías son necesarias en muy pocos casos.

¿Qué hacer en caso de tener la mandíbula desencajada?

A pesar de no representar un peligro inmediato para la vida, la luxación mandibular puede ser muy molesta y dificultar las actividades cotidianas. Por este motivo, en caso de tener la mandíbula desencajada, lo primero que se debe hacer es acudir a un profesional de la salud.

Es importante no manipular o intentar reposicionar la mandíbula por sí mismo, pues esto puede ser peligroso y agravar la condición. La tarea la debe realizar un odontólogo capacitado para garantizar un manejo seguro y efectivo. El profesional podrá revertir el problema con los tratamientos que mencionamos.

En general, la recuperación de los movimientos mandibulares y la funcionalidad de la boca suele tardar alrededor de 6 semanas. De todos modos, el pronóstico depende de las particularidades de cada caso y puede tomar varios meses hasta que la boca vuelva a funcionar con normalidad.

Para aliviar el malestar y favorecer la recuperación, existen algunas prácticas sencillas que se pueden practicar antes y después de recibir el tratamiento:

  • aplicar compresas frías en la zona para reducir la inflamación y aliviar el dolor,
  • llevar una dieta blanda y evitar los alimentos duros y difíciles de masticar,
  • limitar la apertura excesiva de la boca,
  • apoyar la mandíbula en la mano al estornudar o bostezar.

La mandíbula desencajada, o luxación de la articulación temporomandibular (ATM), puede ser una experiencia dolorosa y limitante. No se debe subestimar el problema. Es importante buscar atención odontológica para evaluar y tratar esta condición de manera adecuada.




Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.