Las principales causas de EPOC
La EPOC o la enfermedad obstructiva crónica es una enfermedad progresiva que causa dificultad para respirar adecuadamente. Que sea progresiva indica que la patología empeora a medida que pasa el tiempo.
A pesar de ser más, la principal causa de la EPOC es el hábito de fumar tabaco. La mayoría de las personas que sufren esta enfermedad o fuman o lo hicieron. Sin embargo, hasta el 25% de las personas con EPOC nunca fumaron. Este dato indica que también hay otras causas desencadenantes.
La exposición a largo plazo de otros agentes irritantes de los pulmones, como el aire contaminado, los vapores químicos o el polvo, también pueden contribuir a la EPOC.
Información general sobre la EPOC
Para entender la EPOC es importante entender cómo funcionan los pulmones. En este sentido, el aire que respiramos baja por la tráquea a unos tubos que van a hacia los pulmones; son los tubos bronquiales o vías respiratorias.
Dentro de los pulmones, los tubos bronquiales se ramifican muchas veces en miles de tubos más pequeños conocidos como bronquíolos. A su vez, estas estructuras se siguen ramificando en racimos de diminutos sacos de aire redondeados denominados alvéolos.
Cuando el aire inspirado llega a estos alvéolos, el oxígeno pasa por las paredes de éstos a la sangre de los capilares que los rodean. Al mismo tiempo, el dióxido de carbono que proviene de las células pasa de los capilares a los alvéolos.
A este proceso se le conoce en ciencia como intercambio gaseoso y como hemos visto, tiene como objetivo traer oxígeno al cuerpo para poder realizar las funciones vitales y eliminar el dióxido de carbono, que es un producto de deshecho.
En la EPOC, la cantidad de aire que entra y sale por las vías respiratorias disminuye. Algunas razones que justifiquen este hecho son:
- Los bronquios y los alvéolos pierden elasticidad.
- Las paredes que separan muchos de los alvéolos están destruidas.
- Los bronquios producen mucho moco y se pueden obstruir.
- Las paredes de los bronquios se engruesan y se inflaman.
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Causas principales
En la gran mayoría de los casos, el daño pulmonar que provoca EPOC se debe a fumar durante un largo período de tiempo. No obstante, también hay otros factores que juegan un papel importante en la aparición de la EPOC. Es el caso de la genética.
Que haya otros factores responsables de la aparición de EPOC se debe a que alrededor del 20-30% de los fumadores podría presentar la enfermedad.
Por otro lado, en los países en vías de desarrollo, esta enfermedad se presenta en personas que están expuestas a gases combustibles usados para cocinar o para la calefacción en viviendas con mala ventilación.
Las causas de la obstrucción de las vías respiratorias incluyen las siguientes:
- Enfisema: es una enfermedad de los pulmones que destruye las paredes frágiles y las fibras elásticas de los alvéolos. Las vías respiratorias pequeñas colapsan cuando exhalas, lo que impide el flujo de aire hacia afuera desde los pulmones.
- Bronquitis crónica: en este caso, los bronquios se inflaman y se estrechan, y los pulmones producen más mucosidad. De este modo, los bronquios se estrechan más y el grado de bloqueo aumenta.
Deficiencia de α-1 antitripsina
Aproximadamente, en el 1% de los pacientes, la enfermedad se produce por un trastorno genético que provoca niveles bajo de una proteína llamada α-1 antitripsina.
Esta proteína se produce en el hígado. Se segrega al torrente sanguíneo con el fin de proteger los pulmones. Por ello, una deficiencia de α-1 antitripsina puede afectar además de al hígado, a los pulmones.
El daño producido en los órganos del sistema respiratorio puede darse tanto en bebés y niños como en adultos.
En el caso de los adultos con EPOC relacionada con esta proteína, las opciones de tratamiento son las mismas que para las personas con EPOC desencadenada por otras causas. Además, el tratamiento de algunas personas podría consistir en reemplazar la proteína α-1 antitripsina que falta. Esta medida podría evitar daños adicionales.
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Medidas de prevención
A diferencia de otras enfermedades, la EPOC tiene una causa cara y un modo de prevención. Como la mayoría de los casos están relacionados con el tabaco, la mejor forma de prevención es abandonar este hábito tan dañino.
Por otro lado, la exposición que generan ciertos trabajos a vapores y polvo de sustancias químicas son otros factores de riesgo para la enfermedad respiratoria. Por lo tanto, si trabajas con este tipo de irritantes, habla con tu supervisor sobre las mejores maneras de protegerte.
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