Hipotiroidismo
Para establecer la presencia de hipotiroidismo debemos establecer, primero, que la cantidad de hormonas tiroideas presentes en el cuerpo sea inferior a la normal. De esta manera, no logran cumplir con las funciones que se requieren para el metabolismo de los tejidos.
La glándula tiroides, productora de estas sustancias, se encuentra en el cuello, en la zona anterior del mismo. Es pequeña y consta de dos lóbulos unidos por un istmo intermedio que no suele ser palpable. En caso de encontrarse aumentada de tamaño, es allí cuando se hace notoria desde el exterior y se la puede tocar con ciertas maniobras médicas.
Las mujeres son las más afectadas por el hipotiroidismo. Entre ellas juega un rol clave en el balance hormonal que afecta el ciclo menstrual, ya que no solo las hormonas sexuales se involucran allí. Es más, es frecuente que las hipotiroideas tengan entre sus síntomas las alteraciones del ciclo.
Por fortuna, la ciencia ha descubierto la manera de reemplazar las hormonas faltantes con preparados farmacológicos artificiales. La levotiroxina es el medicamento que se prescribe a las pacientes para simular la acción fisiológica.
Causas del hipotiroidismo
El hipotiroidismo puede ser originado por otras enfermedades que destruyen la glándula tiroides o por una afección autoinmune que ataque las células productoras. De cualquier manera, el resultado final es la disminución de T3 y T4 (hormonas) en la sangre. A diferencia de otros trastornos, no existe una causa que se explique por la destrucción de las mismas una vez que ya se encuentran circulando.
La forma autoinmune es de las más frecuentes. En términos básicos, el mismo organismo reconoce a la glándula como ajena y comienza a destruirla. La variante conocida como tiroiditis de Hashimoto es la modalidad por la que las células de defensa provocan daños en la tiroides.
En esta tiroiditis de Hashimoto se sospecha que una infección previa sea el detonante. Es decir, la paciente es afectada por una bacteria o un virus que se elimina por parte del sistema inmune, pero los anticuerpos reconocen en las células tiroideas componentes similares a los que atacaron, por lo que continúan su acción lesiva, a pesar de desaparecer el agente inicial.
A esto debemos sumar la cuestión genética. Tampoco está claro el mecanismo intrínseco, pero se han registrado más casos de hipotiroidismo entre mujeres que tienen madres, tías, abuelas y hermanas con la patología. Si bien no puede determinarse una herencia concreta, es evidente que se involucran mecanismos ligados a los genes.
La edad también juega un papel fundamental, aunque no es causa directa. Lo que sí se ha notado es que las mujeres mayores de 40 años incrementan la posibilidad de ser hipotiroideas. En parte habría explicación por el deterioro de la glándula en vistas al envejecimiento del metabolismo. Al ser más ineficiente, la producción de T3 y T4 sería menor.
Al mismo tiempo, vale considerar a la menopausia. Como bien dijimos antes, las hormonas sexuales se encuentran muy ligadas a las tiroideas. Al ocurrir la última menstruación de la vida, los estrógenos disminuyen y eso alterar la balanza de sustancias sanguíneas.
El caso de los nódulos y el cáncer de tiroides
La presencia de nódulos, quistes y cáncer de tiroides puede derivar en hipo o hipertiroidismo. Esto es así porque las células normales son reemplazadas por tejido no funcional o funcional en demasía.
Un nódulo o un quiste grande es capaz de eliminar parte del mecanismo por el que se producen T3 y T4. Al existir menos cantidad de la sustancia, el resultado son los síntomas de hipotiroidismo. En el paciente oncológico el reemplazo es por células malignas que no disponen de la funcionalidad adecuada.
Si bien la situación más frecuente es la sobreproducción que lleva al hipertiroidismo, no se debe descartar el hipotiroidismo en estos casos. Estos tumores tienden a crecer con lentitud, sobre todo las variantes papilares y foliculares, lo que da pie a una detección oportuna. No así la forma anaplásica que es el 1 % del total de estos cánceres y crece a gran velocidad.
Sintomatología del hipotiroidismo
Los signos y síntomas del hipotiroidismo son inespecíficos, pues pueden confundirse con los de otras patologías y pasar desapercibidos. De todas maneras, hay algunos que se hacen presentes casi siempre, aún dentro de la variabilidad.
Es muy raro que una paciente tenga la sintomatología en forma aguda. Lo habitual es una progresividad que se expresa a lo largo de los años y las décadas. Por ello el diagnóstico suele llegar con una enfermedad más instalada, aunque en el último tiempo se incrementó el rastreo de las hormonas en sangre, lo que trajo aparejado también un sobrediagnóstico.
Entre los síntomas más frecuentes tenemos los siguientes:
- Astenia: el cansancio y la fatiga se derivan de la falta de T3 y T4 que afecta el metabolismo, sobre todo del músculo y del cerebro. Esto se expresará con una falta de fuerzas y una lentitud de reacciones que pueden ocasionar sueño extremo. También la depresión se ha asociado a esta etiopatogenia. La transmisión nerviosa es más lenta en el hipotiroidismo y los neurotransmisores ven interrumpida su acción.
- Constipación: otras de las cosas que se enlentece en esta enfermedad es la peristalsis. El intestino es más lento, por lo que disminuye la frecuencia de las deposiciones. En parte, la explicación está en la inervación de la pared del aparato digestivo que también es víctima del metabolismo neuronal afectado.
- Piel reseca: una de las funciones de las hormonas tiroideas en el cuerpo es mantener la hidratación de la piel a través del estímulo de las glándulas sudoríparas y sebáceas. Al fallar, la piel se vuelve más seca y la percepción de la temperatura es errónea. Las pacientes hipotiroideas son friolentas y presentan menos sudor que el resto de las personas.
- Aumento de peso: un metabolismo enlentecido dificulta la asimilación de nutrientes, los que tienden a acumularse en forma de tejido graso. Esto conlleva un aumento de la masa corporal en forma de lípidos. No siempre es un signo evidente ni se hace presente en todas las mujeres con el trastorno, aunque puede resultar en una causa secundaria de sobrepeso sin explicación.
Riesgo cardiovascular e hipotiroidismo
El metabolismo lento afecta también al corazón. El músculo cardíaco funciona con menor eficacia en estas circunstancias y disminuye la frecuencia cardíaca. Aparece una bradicardia tiroidea que puede ser peligrosa en casos de arritmias ya establecidas o ante requerimientos más profundos, como por ejemplo un ejercicio.
Estudios científicos han vinculado la falta de hormonas tiroideas a un aumento en los niveles de colesterol circulante. Esto se manifiesta como un incremento del riesgo cardiovascular, ya que las placas de ateroma bloquean el paso de sangre en las arterias con el aumento en la posibilidad de coágulos y trombos.
Ciclo menstrual e hipotiroidismo
Hemos mencionado el vínculo entre el hipotiroidismo y los ciclos menstruales. Esto se explica por la interacción de las hormonas a lo largo del mes e, incluso, una vez instalada la menopausia.
Las mujeres hipotiroideas tienen más dificultades para concretar un embarazo y mayor frecuencia de alteraciones en el ciclo. Es probable que sangren fuera de término, que padezcan sangrados abundantes o que sus períodos se espacien demasiado en una condición conocida como amenorrea secundaria.
¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo?
El diagnóstico del hipotiroidismo se realiza con un examen sanguíneo que revisa los niveles de hormonas en la circulación. Suele ser solicitado por los médicos cuando se sospecha la presencia de la enfermedad por síntomas evidentes o la conjunción de varios de ellos al mismo tiempo.
En resumen, lo que se mide es la hormona TSH (tirotrofina o estimulante de la tiroides) y la T4 libre (hormona tiroidea activa y sin unir a una proteína). De acuerdo al protocolo empleado pueden variar los órdenes de solicitudes. Mientras que algunos sugieren medir solo la TSH y luego, si es necesario, agregar la T4, hay otros autores que propugnan medir todo en la misma extracción.
La TSH se incluye porque es la sustancia que se produce en la glándula pituitaria y ordena a la tiroides la fabricación de T3 y T4. Se asume que un valor bajo de estas últimas derivará en un valor elevado de la TSH. Por lo tanto, es un signo indirecto de la presencia de la patología.
En el cuadro clásico de hipotiroidismo, el examen diagnóstico sanguíneo arroja una cifra baja de T4 libre, mientras la acompaña una elevada de TSH. Una variante es la subclínica, con T4 normal, pero TSH por encima del rango.
Tratamiento del hipotiroidismo
El abordaje terapéutico de esta enfermedad se basa en la farmacología. El medicamento que se prescribe es la levotiroxina, la que se puede encontrar en el mercado en diferentes presentaciones de microgramos. Existen desde pastillas con 25 microgramos hasta 175, 200 y 250 microgramos.
La dosis se ajusta en base al peso de la paciente, ya que se trata de simular la acción natural de la hormona. Por lo tanto, la cantidad diaria es variable con el tiempo y en base a la actividad física que desarrolle la persona. No es el mismo metabolismo el de una atleta que el de una trabajadora de oficina sedentaria.
La pastilla debe tomarse por la mañana, en ayunas, ya que es el horario en el que, por el ritmo circadiano, la hormona natural hace su pico de presencia en la sangre. Se trata de una tratamiento crónico y, si bien hay casos limitados en el tiempo, lo más probable es que las pacientes deban ingerir la medicación de por vida.
Existen opciones actuales que se están evaluando para mejorar el abordaje terapéutico. Las mismas consisten en combinar levotiroxina con T3 en forma artificial. Aunque prometedor por simular con mayor eficiencia el efecto de las hormonas naturales, no es aún la primera elección.
Entre formas leves y graves
El hipotiroidismo es una enfermedad que suele ser leve. De todas maneras, algunas presentaciones más graves requieren atención por parte del equipo de salud para detectar causas complicadas, como puede ser un cáncer de tiroides.
Ante la existencia de síntomas inespecíficos que no se explican por otras enfermedades o trastornos, es correcto solicitar los valores de TSH en la sangre para luego proceder a confirmar la patología. El tratamiento es simple, por lo que no tiene sentido no realizarlo al existir la opción.
- Verdú, E. Sempere, et al. "Prevalencia del hipotiroidismo tratado en la población adulta." Atención Primaria 35.3 (2005): 163-164.
- Hayes Dorado, Juan Pablo, and Walter Montero Justiniano. "Tiroiditis de Hashimoto en niños y adolescentes con bocio." Revista de la Sociedad Boliviana de Pediatría 45.2 (2006): 95-97.
- Chuquimia, Génesis Astrid Marca, et al. "Perspectiva Actual del Hipotiroidismo Subclínico." Revista SCientifica 18.1 (2020).
- de Geriatría, Sociedad Argentina, Gerontología Presidente, and José Ricardo Jauregui. "Hipotiroidismo en el anciano."
- Mora, Angie Solano. "Nodulo tiroideo." Revista Médica de Costa Rica y Centroamérica 73.618 (2016): 147-149.
- Cabanillas, Maria E., David G. McFadden, and Cosimo Durante. "Thyroid cancer." The Lancet 388.10061 (2016): 2783-2795.
- Araujo, Maryory, et al. "Depresión en pacientes con hipotiroidismo y su asociación con el estado nutricional." Revista Venezolana de Endocrinología y Metabolismo 16.2 (2018): 97-108.
- Quintanilla Ferrufino, Gustavo Jared, et al. "Alteraciones cardiovasculares causadas por hipotiroidismo clínico y subclinico." Revista Científica Ciencia Médica 23.1 (2020): 52-60.
- Barrera, Carlos Alfonso Builes, Karen Lorena Palacios Bayona, and Fabián Alberto Jaimes Barragán. "Dosis de levotiroxina varía según la etiología del hipotiroidismo y el peso corporal." Revista Colombiana de Endocrinología, Diabetes & Metabolismo 1.1 (2017): 27-32.
- Martín, A. Lucas. "Tratamiento del hipotiroidismo." PATOLOGÍA TIROIDEA: 51.
- Rubio, María Antonia López, et al. "Alteración del perfil lipídico y del riesgo cardiovascular en pacientes con Hipotiroidismo subclínico." Journal of Negative and No Positive Results: JONNPR 1.2 (2016): 45-49.
- Arauco, Ivan, Nadia Sgarbossa, and Juan Victor Ariel Franco. "Hipotiroidismo subclínico en mujeres en edad reproductiva y embarazadas." Evidencia, actualizacion en la práctica ambulatoria 22.4 (2019): e002015-e002015.
- de la Primera Dama, Despacho. "Protocolo de atención para el diagnóstico y manejo del hipotiroidismo congénito: Actualizado julio 2020." MSP, 2020.