Los 3 grados del trastorno del espectro autista
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo que, según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5), se manifiesta en 10-15 personas de cada 10 000 habitantes. Es más frecuente en el sexo masculino, en una proporción de 4:1. Pero, ¿cuáles son los grados del trastorno del espectro autista?
En este artículo hablaremos de cada uno de ellos. Como veremos, según la gravedad será el soporte necesario. Además, las dificultades también serán diferentes.
¿Qué es el autismo?
El trastorno del espectro del autismo (TEA) es un trastorno neuropsiquiátrico que tiene variedad de expresiones clínicas. Sería el resultado de disfunciones multifactoriales en el desarrollo del sistema nervioso central.
Por su parte, según el DSM-5 (2013), se trata de un trastorno del neurodesarrollo que implica carencias persistentes en la comunicación e interacción social. Sobre todo en la reciprocidad socioemocional, las conductas de comunicación no verbal y el mantenimiento de las relaciones.
El TEA cumple otro criterio diagnóstico que es la existencia de conductas, intereses o actividades restrictivas o repetitivas. Estos síntomas deben estar presentes desde un período temprano de la vida del niño, además de causar limitaciones que no se expliquen mejor por una discapacidad intelectual.
Los grados del trastorno del espectro autista
Una persona diagnosticada con autismo, además de cumplir necesariamente los criterios para el trastorno, deberá ser diagnosticada en un nivel u otro. Según el DSM-5, existen tres grados del trastorno del espectro autista.
Estos niveles se basan en las fortalezas y en las limitaciones o dificultades de la persona en relación a su capacidad para comunicarse, adaptarse a las nuevas situaciones, expandirse más allá de sus intereses restringidos y funcionar en su vida cotidiana.
Indican, de forma específica, cuánto grado de soporte necesita la persona. A grandes rasgos, y según Weitlauf et al. (2014), los niveles indican un requerimiento de poco apoyo en el 1, de apoyo moderado en el 2 y de apoyo intenso en el 3.
Nivel 1: requiere soporte
El autismo de nivel 1 es la forma más leve de TEA o de alto funcionamiento. Los niños en este nivel presentan dificultades para comunicarse de forma adecuada con los demás.
Es posible que no digan lo correcto en el momento adecuado (les cuesta adaptar su lenguaje al contexto social) y puede que no sean capaces de leer o interpretar las señales sociales y el lenguaje corporal. Sin embargo, hablan mediante oraciones completas y se comunican bastante bien.
Según Masi et al. (2017), pueden tratar de hacer amigos, pero no con mucho éxito. Por otro lado, pueden ser inflexibles en ciertos aspectos, lo que les causa problemas para pasar de un actividad o tarea a otra.
Nivel 2: requiere un apoyo sustancial
El segundo de los grados del trastorno del espectro autista es el nivel 2. En este caso, son niños con problemas más evidentes o notorios en la comunicación verbal, no verbal y social, en comparación con los niños del nivel 1. Así, les resultará más difícil cambiar el enfoque de las cosas (son también rígidos en las rutinas).
Por ejemplo, pueden molestarse cuando tienen que pasar de una actividad a otra o cuando tienen que dejar la escuela al final del día.
Según el estudio de Masi et al. (2017) ya mencionado, tienden a tener intereses muy estrechos y a implicarse en comportamientos repetitivos. Estos comportamientos pueden dificultar su funcionamiento en determinadas situaciones, sobre todo a nivel social.
En cuanto al lenguaje y la comunicación, los niños del nivel 2 de autismo tienden a hablar a través de oraciones simples.
Nivel 3: requiere un apoyo muy sustancial
Finalmente, en el nivel 3 de los grados del trastorno del espectro autista encontramos los niños más afectados. En esta categoría encontramos a aquellos que manifiestan muchos problemas.
Tienen auténticas dificultades para expresarse a nivel verbal y no verbal. Esto les dificulta una buena adaptación y funcionamiento en los diferentes contextos. Les cuesta más interactuar y relacionarse. Además, se involucran en comportamientos repetitivos importantes.
Los niños del nivel 3 de autismo presentan una capacidad muy limitada para hablar de manera inteligible. Rara vez inician interacciones sociales. Cuando las inician, lo hacen de forma torpe o inadecuada.
Limitaciones de los grados del trastorno del espectro autista
Los grados del trastorno del espectro autista resultan útiles para identificar en qué grupo o nivel se encuentra cada niño dentro del espectro del autismo, qué nivel de gravedad existe y qué apoyos son requeridos. Sin embargo, estos grados presentan limitaciones importantes.
Pueden ser algo subjetivos y carentes de matices. El DSM-5 ofrece poca especificidad con respecto a los apoyos indicados o situaciones en las que el niño necesita ese apoyo.
Por otro lado, el grado otorgado a cada persona cuando es diagnosticada con un trastorno del espectro del autismo por primera vez puede cambiar con el tiempo. Es decir, esto se puede modificar a medida que la persona se desarrolla y que potencia sus habilidades.
Utilidades de los grados o niveles
El hecho de asignar a una persona a uno de estos tres niveles de autismo puede resultar útil para comprender la mayor o menor probabilidad de que su funcionamiento sea adecuado o positivo.
También para determinar qué tipo de servicios y soportes le servirán mejor. Sin embargo, hemos de tener claro que estos niveles no predicen el comportamiento ni la personalidad, por lo que el tratamiento siempre deberá ser personalizado.
Los grados del trastorno del espectro autista no deben ser rígidos
El autismo es un trastorno de la intercomunicación y de la interacción psicobiológica que aparece en los 30 primeros meses de vida. Da lugar a un deterioro del desarrollo emocional y cognitivo y afecta a todas las áreas de la vida.
Es considerada una de las patologías más graves del desarrollo, la conducta y la comunicación. El grado de autismo del niño puede resultarnos muy útil al principio, para catalogar la gravedad e identificar la intensidad del soporte que se requerirá. Sin embargo, recalcamos la importancia de abordarse siempre de forma personalizada.
- Autism Speaks. Criterios de diagnóstico de autismo: DSM-5
- Belloch, A., Sandín, B. y Ramos, F. (2010). Manual de Psicopatología. Volumen II. Madrid: McGraw-Hill.
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- Masi A, Demayo MM, Glozier N, et al. Una descripción general del trastorno del espectro autista, la heterogeneidad y las opciones de tratamiento. Toro Neurosci. 2017; 33 (2): 183-193. doi: 10.1007 / s12264-017-0100-y
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