¿Qué es la embolia pulmonar?

La embolia pulmonar es una enfermedad cardiovascular que, de no ser tratada a tiempo, puede llegar a ser fatal. Te mostramos todo lo que debes saber.
¿Qué es la embolia pulmonar?
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Daniela Andarcia

Última actualización: 12 agosto, 2021

Cuando un coágulo de sangre aparece en una de las arterias principales del pulmón se denomina embolia pulmonar. Esta enfermedad afecta a alrededor de 1 de cada 1000 personas, según un informe realizado por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos.

Esta patología es considerada una enfermedad cardiovascular. Puede disminuir los niveles de oxígeno en sangre y, en caso de no ser tratada a tiempo, ocasiona un daño permanente en el pulmón e incluso la muerte.

Síntomas de la embolia pulmonar

La embolia pulmonar provoca síntomas variados
Por lo general, las embolias pulmonares se manifiestan de forma abrupta, destacando la dificultad para respirar entre sus principales síntomas.

La embolia pulmonar evita que el pulmón reciba la sangre que debe reponer con oxígeno y bombear al corazón, que, a su vez, se encarga de distribuir el oxígeno al resto del cuerpo. Por lo tanto, no solo los pulmones se ven comprometidos en una embolia pulmonar, ya que el corazón y otros órganos vitales se pueden ver afectados.

Algunos de los signos de embolia pulmonar son los siguientes:

  • Dificultad para respirar, puede ser repentina.
  • Dolor en el pecho, que puede empeorar cuando se inhala.
  • Frecuencia cardíaca elevada.
  • Respiración acelerada.
  • Mareos.
  • Tos, por lo general es seca y puede generar sangrado.
  • Sibilancias.
  • Labios y dedos azulados (cianosis).

Cuando la enfermedad se agrava, puede ocasionar shock, paro cardíaco, pérdida del estado de consciencia o muerte. La gravedad de la enfermedad se mide por el volumen de la embolia pulmonar.

Ahora bien, en caso de que el volumen de la embolia pulmonar sea pequeño, igual se considera una emergencia, ya que puede ocasionar un infarto pulmonar.

Causas de la embolia pulmonar

Aunque los coágulos de sangre pueden ser producto de diversas razones, con mayor frecuencia son causados por una trombosis venosa profunda, una condición que consiste en formar coágulos en venas profundas del cuerpo. Por lo general, inicia en las piernas o pelvis y se desplaza hasta llegar a los vasos sanguíneos de los pulmones.

Los coágulos de sangre se pueden generar por diversas causas, algunas de estas podrían ser las siguientes:

  • Lesión o daño. Cuando un músculo es lesionado o desgarrado, o se sufre una fractura ósea, se corre el riesgo de dañar los vasos sanguíneos y provocar coágulos.
  • Condiciones médicas. Puede que algunas afecciones o tratamientos médicos puedan ocasionar coágulos en la sangre. Por ejemplo, la quimioterapia hace que la persona sea propensa a padecerlos.
  • Inactividad. Cuando una persona tiene largos periodos de inactividad, puede presentar coágulos de sangre, ya sea si está en cama recuperándose de una enfermedad o que pase muchas horas sentado.

Por otro lado, un estudio publicado en Journal of Anaesthesiology Clinical Pharmacology reveló que en raras ocasiones una partícula que ingresa al torrente sanguíneo ocasiona una embolia pulmonar.

Factores de riesgo

Dentro de los factores de riesgo se podrían incluir los siguientes:

  • Ser paciente de cáncer.
  • Tener sobrepeso u obesidad.
  • Ser una persona sedentaria.
  • Ser mayor de 60 años.
  • Haber sufrido una fractura de pierna o cadera.
  • Tener un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular como antecedente personal.
  • Tomar testosterona o estrógeno.
  • Sufrir algún trastorno genético de la coagulación de la sangre.
  • Padecer enfermedad inflamatoria intestinal.
  • Tener antecedentes de que algún familiar haya sufrido embolia pulmonar.

Diagnóstico

La embolia pulmonar puede diagnosticarse con técnicas de imagen
La tomografía es una técnica bastante accesible que permite ver el grado de afección pulmonar, aunque se debe valorar junto a otros estudios.

En caso de padecer de alguna enfermedad cardíaca, presión arterial elevada o enfisema, podría ser difícil diagnosticar embolia pulmonar. Por lo general, el médico te hará algunas preguntas de rutina como qué has sentido o si tienes algún familiar que haya sufrido de embolia pulmonar, entre otras. Luego, procederá a realizar algunos exámenes médicos tales como:

  • Radiografía de tórax. El médico podrá ver a detalle los pulmones y el corazón, y observar si hay alguna anomalía.
  • Resonancia magnética.
  • Electrocardiografía.
  • Angiografía pulmonar. Consiste en una inyección con un tinte especial para observar si hay un coágulo de sangre a través de una radiografía.
  • Tomografía computarizada.
  • Ultrasonido venoso dúplex. Utiliza ondas de radio para descartar coágulos de sangre en las piernas, probablemente relacionados con la embolia pulmonar.
  • Venografía o venograma. Se trata de una radiografía de las venas de las piernas.
  • Prueba de dímero D.

Tratamiento de la embolia pulmonar

El tratamiento dependerá del tamaño y ubicación de la embolia pulmonar. Si se detecta temprano es posible que el doctor le recete algunos de estos medicamentos:

  • Anticoagulantes: como heparina, warfarina o Arixtra ®, agentes que evitan la formación de coágulos.
  • Trombolíticos: su función es disolver con rapidez un coágulo de sangre. Toma en cuenta que estos medicamentos se usan solo para casos de emergencia, dado que sus efectos secundarios podrían ser peligrosos.

Otra forma de eliminar los coágulos de sangre es a través de una cirugía. Dentro de los procedimientos quirúrgicos se encuentran los siguientes:

  • Colocación de filtro de vena cava: esta cirugía se realiza para evitar que el coágulo de sangre viaje de la pierna al pulmón, por lo que te harán una pequeña incisión para insertar un filtro en la vena cava inferior.
  • Cirugía abierta: solo se recurre a este tipo de cirugía si la persona está en estado de shock o se han agotado los recursos para disolver el coágulo.
  • Extracción de coágulos: se trata de insertar un catéter para succionar el coágulo de sangre que se aloja en la arteria. Es un método difícil de realizar, por lo que algunos médicos prefieren otro tipo de tratamiento.

Cuidado y seguimiento

Después de que el médico trate la embolia pulmonar, es posible que le recete algunos medicamentos anticoagulantes para prevenir nuevas formaciones. Por otro lado, también le recomendarán utilizar medias de compresión para evitar que la sangre se coagule en las piernas.

En caso de que presente embolia pulmonar con frecuencia, puede llegar a desarrollar una afección más grave como la hipertensión pulmonar.



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